CIUDAD DE MÉXICO – Incluso para el estado mexicano de Michoacán, asolado por la violencia, fue sorprendente cuando un sacerdote llamó desde el púlpito a los feligreses para que se armaran contra las bandas de narcotraficantes en guerra.
CIUDAD DE MÉXICO – Incluso para el estado mexicano de Michoacán, asolado por la violencia, fue sorprendente cuando un sacerdote llamó desde el púlpito a los feligreses para que se armaran contra las bandas de narcotraficantes en guerra.