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Viene una conspiración, dice AMLO

Según López Obrador la Corte va a resolver en contra de la consulta popular sobre la reforma energética porque “es una reforma constitucional”. Y atribuye ese posible fallo a un contubernio entre los partidos, el gobierno y los ministros.

En la mente conspirativa de López Obrador, todo lo que vaya en contra de su interés político es producto de una conjura hacia él. No admite, ni ha admitido nunca, haber estado en un error. Ni siquiera cuando fue militante del PRI.

Afirma: “tengo información que fue una maniobra de Peña con los partidos, y con los legisladores y con los ministros de la Corte, para simular que habría un proceso de consulta, pero luego de hacer todo el proceso la Suprema Corte de Justicia resolvería que era improcedente porque no se puede hacer consulta cuando se trata de una reforma constitucional”.

Es decir, ya armó en su mente lo que sería una respuesta lógica de la Corte para rechazar la consulta sobre algo que ya está en la Constitución, y la viste de ropaje conspirativo, de un enjuague “allá arriba”, “en lo oscurito”, para desacreditar de antemano lo que resuelva el máximo tribunal.

Actúa como lo ha hecho siempre, de manera irresponsable al mentir con premeditación, de la misma manera en que mentía en las plazas públicas al decir que tenía “información de inteligencia” de que el proyecto de reforma energética se presentaría en tal fecha. Jamás acertó, y eso que cambió de fecha en repetidas ocasiones, aduciendo datos confidenciales de funcionarios del CISEN.

A las ganas de mentir de López Obrador, se suman las ganas de ser engañados de sus seguidores. Luego harán marchas y mítines en contra del acuerdo secreto de la Corte con los partidos y el gobierno que rechazó la consulta popular en materia constitucional, al y como lo había anunciado su profético líder.

En la reforma energética no puede haber consulta popular porque la materia de ésta tiene relación estrecha con los ingresos del estado, y eso no se somete a consulta.

Y según la Constitución, ésta solo puede ser modificada por las dos terceras partes de los legisladores presentes en sesión de las cámaras de diputados y de senadores.

Lo que puede ser materia de discusión entre juristas, o entre ministros de la Corte, es si las leyes secundarias de la reforma energética pueden ser objeto de consulta popular. Tienen que ver con los ingresos del estado, pero no reforman la Constitución.

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