66°F
weather icon Clear

Maduro va a caer

Nicolás Maduro busca pretextos en el exterior porque no sabe cómo resolver la crisis que tiene en el interior de su país. Romper relaciones con Panamá porque este país solicitó una reunión de la OEA para analizar el caso venezolano sólo se explica por la situación desesperada en que se encuentra el presidente chavista.

Sus discursos y desplantes son una vergüenza para un hombre que terminó la primaria, y con sus gritos no logra disipar el hecho concreto: su país se encuentra en medio de una crisis largamente anunciada.

Y esa crisis sólo se resuelve con su salida del poder y la integración de un gobierno de “sensatez nacional”.

Como hemos reiterado en este espacio, la crisis venezolana es política y es económica.

Las libertades están restringidas. Maduro gobierna por decreto. A los dirigentes opositores se les persigue o se les encarcela. La libertad de prensa está acotada y hostigada: El Nacional, diario insignia de Venezuela, sólo se hace de diez páginas porque no hay acceso al papel. Van 20 muertos en las protestas. Los Comandos Bolivarianos, como ha informado nuestro enviado Alejandro Sánchez, recorren las principales ciudades en motocicleta y agreden a los manifestantes opositores.

Venezuela dejó de producir y en los almacenes no se encuentra leche, ni carne, ni papel de baño, ni toallas sanitarias, ni harina, ni arroz, ni aceite, ni azúcar.

Maduro culpa del desabasto al fascismo e interviene las tiendas para bajar el precio de los productos a la mitad y así quedar bien con sus seguidores. Pero los empresarios, desde luego, no reponen sus inventarios, pues carece de sentido. Para qué, si se los confiscan para rematarlos.

Venezuela compra en el exterior el 70 por ciento de los alimentos que consume, y eso no ocurría. En el año 2003 Venezuela importaba 13 mil millones de dólares en alimentos y ahora importa por encima de los 50 mil millones de dólares al año. Y lo hace porque dejó de producir a raíz de las “expropiaciones bolivarianas”, del control de precios y porque declararon a los empresarios y productores como “enemigos del pueblo”.

La inflación es de 56 por ciento anual, la más alta del mundo. Pasó de ser el tercer productor de petróleo del mundo (1998) al decimotercer lugar. A pesar de ser país petrolero, tiene déficit de energía eléctrica en 11 de los 23 estados del país, por la ineficacia de su Corporación Eléctrica Nacional, presidida por Argenis Chávez, hermano del ex presidente.

Casi todo el ingreso venezolano es por petróleo (95 por ciento), pero lo vende a precios subsidiados a sus aliados políticos, como Cuba y el resto de países del Caricom. China es el gran comprador de crudo venezolano, pero ya les pagó por adelantado y se gastaron el dinero.

Maduro echó a andar la máquina de imprimir billetes para poder solventar las importaciones.

A Venezuela se lo está llevando la crisis provocada y sostenida por un gobierno irresponsable que, en lugar de solucionar los problemas, los ahonda con un inepto que se aferra al poder. No durará mucho.

LO ÚLTIMO