La oportunidad de Obama en América Latina
diciembre 18, 2015 - 3:52 pm
El presidente Obama nunca ha estado muy interesado en América Latina, pero los nuevos vientos políticos que soplan en Argentina, Venezuela y los últimos acontecimientos en Brasil le ofrecen una gran oportunidad para mejorar las relaciones de Estados Unidos con la región.
La inauguración del presidente argentino Mauricio Macri la semana pasada después de 12 años de gobiernos populistas antiestadounidenses, junto a la aplastante victoria de la oposición en las elecciones legislativas venezolanas del 6 de diciembre, han cambiado el mapa político de Sudamérica. De pronto, la “Revolución Bolivariana” de Venezuela está a la defensiva, después de más de una década de dominar la agenda política regional.
Y Brasil, que hasta ahora había sido un aliado incondicional de Venezuela, está cambiando poco a poco su política exterior bolivariana.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se enfrenta a un juicio político en el Congreso, y necesita desesperadamente los votos de legisladores que critican la represión a la oposición del presidente venezolano Nicolás Maduro. Lo último que quiere Rousseff es antagonizar aún más a los congresistas de cuyos votos depende la terminacion de su mandato.
En este contexto, Obama debería hacer un viaje a América Latina en la primera mitad de 2016, para ofrecer el apoyo de Estados Unidos a Macri y varios otros presidentes, y de paso tratar de contrarrestar la creciente influencia de China en la región.
Obama podría iniciar su viaje en México, donde podría enviar un poderoso mensaje al mundo de que los inmigrantes mexicanos han hecho un gran aporte a Estados Unidos.
El Presidente podría usar ese viaje para llamar la atención sobre el hecho poco conocido de que China ha superado a México como la principal fuente de inmigrantes a Estados Unidos, y que más inmigrantes mexicanos están regresando a su país de origen que los que cruzan la frontera hacia Estados Unidos. Y de paso, Obama estaría ayudando a su propio Partido Demócrata a desacreditar el discurso xenófobo de Donald Trump, si es que Trump todavía está en la contienda presidencial.
En México, Obama también podría buscar formas de maximizar la integración de la Alianza del Pacífico –el bloque comercial compuesto por México, Colombia, Perú y Chile– y el recientemente firmado Acuerdo de Asociacion Transpacífico (TPP) que crea una zona de libre comercio de 12 países asiáticos y americanos. Obama podría explorar maneras de incorporar a Colombia, que ha quedado fuera del TPP, al acuerdo asiático-americano.
El viaje de Obama a la Argentina sería una fuerte señal de apoyo a Macri, que ha heredado un país quebrado y necesita urgentemente restablecer la confianza internacional para conseguir inversiones.
También sería una manera para que Obama corrigiera su error de la semana pasada, cuando envió una delegación de bajo nivel encabezada por el Secretario de Transportes de EEUU a la inauguración de Macri. El enviado estadounidense pasó totalmente inadvertido entre los ocho presidentes y varios vicepresidentes que asistieron a la asunción de Macri.
Obama también podría parar en Uruguay, donde el presidente Tabaré Vásquez es un colega más serio y potencialmente amigable que su antecesor José Mujica. Y podría hacer una parada en el Caribe de habla inglesa, para ofrecer ayuda a los países que están sufriendo recortes en los subsidios petroleros de Venezuela.
Según funcionarios de Estados Unidos, Obama quiere visitar Cuba el año próximo, probablemente para reforzar su legado como el presidente que restableció relaciones diplomáticas con la isla después de seis décadas de confrontación. Cuando les pregunté si Obama irá a la Argentina, funcionarios estadounidenses me dijeron que no hay planes concretos para ese viaje, aunque hay una probabilidad de un 50 por ciento de que se haga.
Mi opinión: Obama cometería un gran error si fuera a Cuba sin visitar a Argentina, que es un país mucho más grande, con un presidente elegido democráticamente, y que se ha comprometido a dejar atrás las batallas ideológicas estériles para concentrarse en la prosperidad de su pais.
Esperemos que Obama no eche a perder la oportunidad, como lo hizo la semana pasada al enviar una delegación a la inauguración de Macri que no salió en la foto, y haga ese viaje para impulsar una mayor atención de Estados Unidos a la región.