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La candidatura del PAN

Para que el PAN gane la presidencia en 2018 necesita cumplir con un requisito fundamental: que sus precandidatos no se peleen.

La principal alianza que debe buscar el PAN es interna, entre todas las corrientes.

En esa línea, no abona que su dirigente nacional aproveche el cargo para promocionarse de manera ventajosa sobre sus contendientes dentro del partido.

Candidatos tiene, y varios, pero la unidad se ve frágil. Eso ya lo entendió López Obrador y le da alas a Anaya contra Margarita.

Margarita Zavala pidió que inicie ya la selección del candidato de su partido a la presidencia y no le faltan razones.

Pero antes que lanzar esa candidatura requieren pactar entre los grupos de aspirantes. De lo contrario van a quedar terceros, como ocurrió en su experiencia de 2012.

Y se necesita saber si Ricardo Anaya se va a lanzar o no, porque los cientos de miles de spots en que aparece a lo largo y ancho del país, en todos los hogares de la República, son una competencia desleal inédita en un partido de tradición democrática.

Si Anaya va a ser el candidato del PAN, la estrategia es correcta y deben mantenerla. Pero si van a elegir a su candidato o candidata, la presencia de su dirigente nacional en radio y televisión constituye la manzana de la discordia que va a causar la ruptura blanquiazul.

Tal vez no se desgajen con desbandadas públicas, pero un partido dolido por abuso de poder de su líder va directo al tercer sitio.

Para ganar necesita sumar fuerzas, no enfrentarlas. Un Partido Acción Nacional unido será un atractivo muy grande para enfrentar a López Obrador, el favorito en todas las encuestas.

Es que esta elección que se avecina, por lo que dice la experiencia, será entre dos: López Obrador y alguien más, panista o priista.

Ahí está el otro “pero” de Anaya. No lo veo capitalizando el voto antiAMLO de los priistas no ortodoxos.

Ni veo a los priistas en la defensa de un triunfo apretado de Anaya, luego de todo lo que este dirigente nacional los ha agraviado.

Baraja para elegir, tienen, y no es mala.

Margarita Zavala cuenta con la simpatía de un amplio segmento de la población, por cualidades propias y por la buena imagen del sexenio de su marido.

Rafael Moreno Valle ganó con holgura su gubernatura de Puebla y la de su sucesor, Antonio Gali; fue candidato a diputado federal y la ganó; fue candidato a senador y la ganó. También puede ganar la presidencia.

Y un ‘caballo negro’ al que no hay que descartar: Miguel Márquez Márquez, gobernador de Guanajuato, abogado, filósofo, que ha hecho toda su carrera política en el ámbito local. Dentro de poco Acción Nacional tendrá 12 gobernadores, y uno de ellos bien puede levantar la mano, además de Moreno Valle: Márquez.

No la tienen en bandeja, pero los panistas sí cuentan con posibilidades reales de regresar a Los Pinos. Salvo, claro, que se peleen entre ellos. Es lo que desean AMLO y el PRI.

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