Hacia la humanización del sistema educativo
enero 9, 2020 - 8:00 am
Gracias a investigaciones y prácticas, los educadores han reconocido que el crecimiento emocional y social de los estudiantes es de suma importancia y está íntimamente ligado al crecimiento académico.
Así, se han integrado a los currículos nacionales nuevos conceptos tales como asumir una mentalidad de crecimiento, establecimiento de metas y la generación de motivaciones intrínsecas para los estudiantes. Este es uno de los logros enumerados por Valery Strauss, quien analiza algunas conquistas conseguidas en la última década, de acuerdo con el maestro veterano, autor y escritor Larry Ferlazzo, quien creó una lista de los mejores y peores acontecimientos relativos a la educación.
Hemos querido empezar el año con una actitud optimista y, por eso, nos enfocaremos en los aspectos positivos de su análisis. Además de celebrar el reconocimiento de la parte socio-emocional, el maestro encontró un incremento en prácticas disciplinarias alternativas que recurren en menor medida a la suspensión del estudiante. Dicho régimen disciplinario ha demostrado ser inefectivo, aparte de ser injusto, pues afecta desproporcionadamente a estudiantes afroamericanos.
De hecho, el racismo institucionalizado es citado entre las razones principales por las que un gran número de familias afro-americanas, latinas y asiáticas optan por otras opciones escolares, fuera de las asignadas en función del código postal.
También se redujo el énfasis de medir al maestro en función de los resultados de los exámenes de sus estudiantes. Enhorabuena, puesto que múltiples estudios sugieren que las notas por sí solas no pintan una foto justa del rendimiento del estudiante, ni de la capacidad del maestro.
Asimismo, después de que un juez federal emitiera en Arizona un veredicto admitiendo que el intento de detener la docencia de estudios mexicanos en las escuelas preparatorias estaba motivado por ánimos racistas, se ha incrementado el deseo de crear más clases sobre etnia y cultura en otros distritos escolares de Estados Unidos.
Esta atención a asuntos raciales, en lo curricular y en lo disciplinario, nos lleva al siguiente punto. Los maestros que reflejan la raza de sus estudiantes tienden a tratarlos con menos miedo y más equidad. No obstante, la mayoría de los maestros son blancos, en medio de una sociedad cada vez más mixta. En consecuencia, se está haciendo mayor hincapié en reconocer la importancia de la diversidad dentro del cuerpo docente.
Finalmente, menos Estados están demandando que sus estudiantes tomen el examen de salida de la escuela secundaria “por considerarlo destructivo, tanto para la educación como para la vida de los estudiantes”. En la actualidad, hay solo once Estados donde dicho examen es un requerimiento, dice Ferlazzo aplaudiendo la disposición.
Como vemos, la actitud hacia asuntos relacionados con la diversidad, el racismo y la equidad étnica están adquiriendo mayor relevancia. Del mismo modo, la tendencia a medir con un examen el valor del maestro o del estudiante está convirtiéndose en una práctica paulatinamente menos popular. Ambas corrientes apuntan a la humanización del sistema educativo y ¡esas son buenas noticias!