El plan fiscal encendió el motor económico
julio 20, 2020 - 3:10 pm
Ronald Reagan una vez dijo: “Los republicanos creen que todos los días son 4 de julio, pero los demócratas creen que todos los días son el 15 de abril”, refiriéndose a la tradicional fecha límite para presentar la declaración de impuestos. Fue el día de los impuestos y nos sirve como un recordatorio apropiado de que: Con menos de cuatro meses a las elecciones de noviembre, nunca ha existido un contraste más claro entre los planes fiscales de dos candidatos.
Si bien el presidente Trump ha cumplido una y otra vez su promesa de reducir los impuestos y ampliar las oportunidades para familias estadounidenses, incluyendo a millones de hispano-estadounidenses, los cuales muchos son propietarios de pequeñas empresas, Joe Biden quiere un plan para imponer aumentos de impuestos masivos a la clase media.
La visión de Biden para Estados Unidos es clara, aumentar los impuestos para programas sociales deficientes. Con las políticas de Biden, millones de hispanos sufrirían un impacto negativo; especialmente, los 4.4 millones de negocios de propiedad hispana que contribuyen con $700 mil millones por año a la economía de nuestra nación.
Por otro lado, el compromiso del presidente Trump de empoderar económicamente a la comunidad hispana se hizo aún más evidente cuando firmó la orden ejecutiva sobre la Iniciativa de Prosperidad Hispana para aumentar las oportunidades económicas y educativas para la misma comunidad. El presidente Trump también se reunió con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para firmar una declaración conjunta y poner en vigencia el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA). Este acuerdo comercial beneficiará a empresas de propiedad hispana al aumentar su acceso a los mercados internacionales y a crear oportunidades de crecimiento.
Es la segunda vez que los estadounidenses presentarán sus impuestos bajo el nuevo y mejorado código tributario que introdujeron el presidente Trump y los republicanos. Por segundo año consecutivo, cosecharemos las recompensas de este simplificado código que es procrecimiento y profamilia. Un componente clave y mejorado es la creación de Zonas de Oportunidades, el cual crea un incentivo de inversión en comunidades con dificultades económicas graves.
A pesar de las predicciones pesimistas de los demócratas, la rebaja fiscal demostró ser la chispa que encendió el motor económico de nuestro país, creando el mejor mercado laboral en muchos años. Más del 80% de los estadounidenses de ingresos medios vieron una reducción de impuestos gracias al presidente Trump y los hogares de clase media baja experimentaron una gran reducción de impuestos. Casi 30 millones más de estadounidenses optaron por la deducción estándar más simple, la cual presidente Trump y los republicanos duplicaron y ahora les ahorra a los contribuyentes $5 mil millones cada año.
A raíz del alivio fiscal, el desempleo cayó a un mínimo que no veíamos desde hace 50 años y la economía agregó tantos empleos que llegaron a existir más millones de empleos disponibles que trabajadores para ocuparlos.
No necesitamos adivinar cómo sería el día de impuestos bajo un presidente Biden. Con él, todos los efectos positivos del alivio fiscal se evaporarían en un instante. Él mismo lo dijo. El plan de Biden, pondría a las familias trabajadoras en último lugar al reducir el crédito tributario por hijos a la mitad; una disposición popular que el presidente Trump duplicó en la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos.
Biden dio constancia de que su primera acción en el cargo sería aumentar los impuestos a la clase media, lo cual es completamente consistente con sus más de 40 años como político de carrera en los cuales no encontró un aumento de impuestos que no le fuera atractivo. Como vicepresidente, Biden, presidió la recuperación económica más lenta desde la Segunda Guerra Mundial, por eso no sorprende que la pieza central su plan económico sea el aumentar los impuestos en casi todo lo que se pueda.
Bajo Biden, la tasa de impuestos corporativos aumentaría en un tercio, dando a los Estados Unidos una tasa de impuestos corporativos más alta incluso que la de China (comunista) y llevando a mover de empleos estadounidenses a las afueras del país. El aumentar los impuestos sobre la renta con $2,000 adicionales a una familia estadounidense típica de cuatro personas combinado con todos los otros aumentos que Biden apoya, supondría una carga de cuatro mil millones de dólares para las familias, empresas, innovadores y creadores de empleo estadounidenses.
Biden ha hecho una carrera en Washington de situar a nuestro país en último lugar, el presidente Trump ha priorizado a los trabajadores estadounidenses, incluyendo a los hispano-estadounidenses. El 3 de noviembre la elección es clara. Los hispanos deben votar por el progreso económico de sus familias y sus negocios, lo cual estará garantizado con el presidente Trump.