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Acusó falsamente a alguien de un crimen de odio. Los fiscales no han decidido si acusarlo o no

Los fiscales deberían acusar al propietario de una empresa asiática que, según dicen, acusó falsamente a Anthony Dishari de un delito de odio. Y los políticos que se apresuraron a condenar el (falso) ataque deberían ser, igual de enérgicos, al condenar a los que alegan crímenes de odio.

Las últimas dos semanas podrían haber arruinado la vida de Dishari, un veterano de la Fuerza Aérea. La policía lo arrestó por atacar al dueño de un negocio asiático, después de que –supuestamente- regañó a los empleados con insultos raciales. Los fiscales lo acusaron de una serie de delitos graves.

El fiscal de distrito -en jefe- del Condado Clark, Mike Dickerson, dijo que el ataque fue “motivado por el racismo” y “totalmente aleatorio”.

Algunos demócratas se apresuraron a condenarlo, describiéndolo como parte de una tendencia.

“En Nevada, nuestra diversidad es nuestra fortaleza y no hay lugar para el odio”, tuiteó el gobernador Steve Sisolak.

El fiscal general Aarón Ford tuiteó que estaba “profundamente perturbado por este último incidente de odio contra los asiáticos”. Agregó: “Es fundamental que responsabilicemos a los perpetradores de crímenes y ataques de odio”.

Después de que otros políticos se sumaran, la policía envió a los fiscales un video de la confrontación. En el cual se mostró que el dueño del negocio apuntó con un arma a Dishari. Dickerson dijo que Dishari tenía “derecho a defenderse”. Los fiscales dijeron que no usó insultos raciales.

UPS (híjole).

La pregunta es obvia: ¿Por qué los fiscales acusaron a Dishari cuando había un video exculpándolo?

El fiscal de distrito del Condado Clark, Steve Wolfson, dijo que el informe inicial de la policía llegó “sin evidencia en video”. La policía encontró el video durante su investigación. Después de recibirlo, “inmediatamente hicimos que el Sr. Dishari fuera liberado, que permaneciera fuera de custodia”, dijo Wolfson.

Eso es mérito de la oficina del fiscal de distrito, pero el trabajo no ha terminado. En una entrevista, el abogado de Dishari, Sean Sullivan, señaló que “apuntar un arma de fuego y luego dispararla” es ilegal. “Me gustaría saber si van a procesar (al dueño del negocio) por atacar a mi cliente”.

Salvo nueva información, los fiscales también deben acusar al propietario de la empresa por mentirle a la policía. Sin ese video, Dishari podría estar pasando años en la cárcel y ser manchado para siempre como racista.

Wolfson dijo que, probablemente, habrá una decisión sobre acusar al dueño del negocio en “un par de semanas. Queremos repasar todo”.

Una deliberación tan larga no ocurrió cuando se trataba de acusar a Dishari. Le pregunté a Sullivan si pensaba que los fiscales actuaron con más rapidez porque su cliente había sido acusado de un delito de odio. “Creo que eso es parte de eso”, dijo.

Wolfson dijo que su oficina presentó cargos porque “sentimos que la evidencia (inicial) era suficiente”.

Probablemente no haya forma de saber con certeza cómo o si la acusación de crimen de odio se tuvo en cuenta, pero es un recordatorio sobre los peligros de apresurarse a emitir un juicio.

Sullivan dijo que ningún funcionario electo se acercó para disculparse con su cliente. Las oficinas de Sisolak y Ford no respondieron a una solicitud de comentarios.

Démosle crédito al comisionado del Condado Clark (y demócrata) Michael Naft, quien expresó cuando se le preguntó: “Lamento haber reaccionado” a la información incorrecta. Es “vergonzoso” que alguien “utilice el escudo del racismo para proteger sus acciones”, dijo.

Es vergonzoso, pero no encaja en la narrativa del racismo sistémico de los demócratas, así que no espere que Sisolak y Ford lo condenen de manera proactiva. Cuando se trata de responsabilizar a los perpetradores de fraudes de crímenes de odio, su silencio es ensordecedor.

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