Voluntario ayuda a desmantelar cartel mexicano en EEUU
mayo 24, 2017 - 3:30 pm
Luego de las condenas de más de 70 personas, las autoridades de Dakota del Norte dicen que prácticamente desmantelaron un violento cartel de traficantes de drogas mexicanos en una investigación que involucró cientos de agentes durante unos 12 años. Pero nadie incidió más, según afirman, que un investigador obstinado y meticuloso que trabajó gratis.
Brad Berg ayudó a vincular a un traficante mexicano que se instaló en Dakota del Norte con el cartel de los Arellano Félix y varias figuras importantes de esa banda. Ahora que el caso está casi cerrado, excepto por un sicario que está peleando para no ser extraditado a Estados Unidos, Berg está siendo elogiado por sus colegas tras circular documentos que salieron por primera vez a la luz pública y que revelan el papel vital que desempeñó.
Berg investigó todas las conexiones en un complejo caso que fue juzgado en tribunales federales de Dakota del Norte. Llegó a pasar semanas enteras de corrido en el sur de California, trabajando con agentes locales, interrogando sospechosos y examinando espantosas escenas de crímenes. Aprendió español y leyó diarios mexicanos cotidianamente. Un momento clave en la investigación fue cuando Berg identificó uno de los líderes del cartel a través de su apodo.
Agentes antidrogas de San Diego pronto se dieron cuenta de que los conocimientos de Berg sobre la banda eran invaluables, según comentó al agente del Departamento de Justicia de California Steven Duncan.
“Nos decía cosas que nosotros no sabíamos. Nos abrió muchas puertas y nos permitió dar con un nuevo grupo de gente”, indicó Duncan. “No podíamos creer lo organizado que era. Tenía acceso a toda la información, a todos los informes. Tenía cronogramas de todo. Eso le dio credibilidad inmediata”.
Lo que Duncan no sabía es que Berg trabajó gratis desde que comenzó a colaborar con las autoridades en 1995 hasta que se jubiló en el 2013. Berg calcula que donó más de 25,000 horas de trabajo a los organismos que luchan contra el narcotráfico, que le hubieran generado un millón de dólares en sueldos y beneficios.
“No sé de nadie que trabaje gratis”, dijo Chris Myers, fiscal federal de Dakota del Norte y quien dirigió la investigación del cartel. “Eso es lo que lo hace alguien tan especial”.
La lucha contra los carteles “se transforma en una obsession”, señaló Berg. “Y no siempre es una obsesión bien vista”.
La colaboración con la policía fue la última de varias actividades que tuvo Berg, quien vendió maquinaria agrícola, fue agente de bienes raíces, granjero y finalmente abogado, la profesión que menos le gustó.
Dejó de ejercer para poder pasar más tiempo con su esposa y sus hijos. Luego se puso a buscar alguna actividad benéfica y decidió ayudar a las autoridades. Le pareció “algo que podía hacer”, según comentó.
Ahora jubilado y viviendo en otro estado, Berg, de 65 años, empezó a trabajar como voluntario con la policía del condado de Cass en Fargo. A los 51 años fue a la academia policial y se unió al Departamento de Policía de West Fargo. Dijo que ganó valiosa experiencia entregando órdenes de arresto, algo que le enseñó cómo encontrar sospechosos y entablar relaciones con delincuentes. Pronto se ganó fama por su memoria y su capacidad para resolver problemas complejos.
“Es terriblemente inteligente. Casi autístico”, dijo el ex jefe de la policía de West Fargo Arland Rasmussen. “Puede tirarte nombres, fechas y números”.
James Fontaine, fiscal de California, destacó las aptitudes de Berg como investigador durante una audiencia sobre el cartel de los Arellano Félix. Fontaine notó que Berg leía a diario boletines policiales sobre los carteles mexicanos, incluidos los asesinatos del día, las detenciones y otras actividades ilícitas. Agregó que Berg pacientemente traducía artículos de la prensa mexicana sobre los carteles.
Berg comenzó a trabajar en el caso en el 2005, cuando Rasmussen lo recomendó a una fuerza de tareas de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos. La DEA, como se la conoce, estaba llevando a cabo la Operación Speed Racer cuando Jorge ‘Sneaky’ Arandas, un traficante de Tijuana que estaba operando en Red River Valley, ordenó el asesinato de un individuo de Minnesota en relación con el pago de poco más de dos kilos (cinco libras) de metanfetaminas. Berg, uno de los principales investigadores, ayudó a comprobar que el asesino estaba vinculado con la banda de los Arellano Félix y empezó a trabajar con los agentes de San Diego.
Intentó retirarse en el 2009, pero regresó en menos de un año. Lo llamaron hacia el final de la guerra entre los Arellano Félix y el cartel de Sinaloa encabezado por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, que posteriormente sería extraditado a Estados Unidos.
Berg declaró como testigo experto en el caso contra tres miembros de los Arellano Félix acusados en conexión con un asesinato que fue desbaratado. Al declarar en el juicio en el 2011, Berg soltó los nombres de colaboradores de la organización, como El Nalgón, Cotorro, Chollo, El Pit, El Gus, El Teo y Cinco-Cuatro.
Berg instruyó luego a agentes que investigan el narcotráfico y escribió un documento llamado “Una breve historia de la organización de los Arellano Félix” que ha sido muy usado por agentes antidrogas.
Berg dice que ahora pasa su tiempo construyendo muebles, investigando y escribiendo la historia de su familia. Le dedica todo el tiempo posible a sus ocho nietos. Aceptó ir a Fargo a declarar si la persona acusada del asesinato, Juan Francisco Sillas Rocha, va a juicio.
“Esperamos que sea extraditado por México y pueda ser juzgado en Fargo”, declaró Myers. “Esa sería una gran satisfacción”.