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Sisolak critica a burócratas que se ‘saltaron la fila’ para vacunarse

El gobernador Steve Sisolak ha criticado duramente las prácticas de distribución de vacunas en el sur de Nevada que permitieron a los empleados jóvenes de las agencias gubernamentales locales recibir las vacunas contra COVID-19 antes que los nevadenses de más edad con mayor riesgo de contraer enfermedades graves.

El gobernador declaró que se sintió “muy ofendido” por lo que describió como un “salto de fila” por parte de los burócratas de la ciudad y del condado que, bajo la estrategia del estado para la distribución de las vacunas, no debieron haber sido elegibles para el acceso temprano a la vacuna.

“Lo más ofensivo de todo esto es que… no hubo vacunas para alguien que realmente las necesitaba”, mencionó el gobernador en una entrevista con el Review-Journal a última hora del viernes.

“No hubo vacuna para alguien de 80 años con una enfermedad subyacente porque un joven de 22 años que no la necesitaba de inmediato fue a recibirla porque trabajaba para la ciudad o el condado”, continuó.

“Eso no es justo. Y yo me opuse a ello”.

Prioridad a los trabajadores del gobierno

El 18 de enero, la elegibilidad de las vacunas en el Condado Clark se extendió más allá de los trabajadores de la salud y los primeros auxilios a los maestros y algunos miembros de una categoría ocupacional llamada “continuidad de la gobernanza”, definida por la estrategia como incluyendo el estado, locales y otros funcionarios electos y personal de apoyo. La medida se produjo unos días después de que los mayores de 70 años pudieran ser elegibles.

Un cuello de botella en ese momento hizo que las citas de vacunación fueran frustrantemente difíciles de conseguir, con los residentes de edad avanzada relatando largas e infructuosas búsquedas en los portales de citas en línea a todas horas del día y de la noche.

La intención declarada en la estrategia es que no todos los empleados de la administración pública tienen derecho a un acceso temprano a las vacunas. Indica que un empleado que puede trabajar a distancia o socialmente distanciado no es recomendable para recibir el acceso inicial a la vacuna. A cada gobierno se le da la discreción de decidir si un empleado realmente no puede evitar el contacto cercano y prolongado con otros, buscando conservar las asignaciones limitadas de vacunas para los individuos que enfrentan un mayor riesgo.

Sin embargo, a principios de febrero, se habían ofrecido dosis a todos los empleados de los gobiernos del Condado Clark y de la ciudad de Las Vegas, incluidos los que trabajan a distancia, junto con la mayoría de los trabajadores de la ciudad de Henderson y al menos la mitad de la plantilla de North Las Vegas. El gobierno del condado emplea a más de 10 mil personas, y la ciudad de Las Vegas a unas dos mil 700. A las personas de 65 a 69 años no se les ofreció la vacuna hasta el 22 de febrero. Las personas más jóvenes con condiciones de salud subyacentes todavía no son elegibles.

Los funcionarios de la ciudad de Las Vegas dijeron que habían hecho un esfuerzo de buena fe para seguir las normas.

“Todo lo que puedo asegurar es que, en la medida de nuestras posibilidades y mientras he sido alcaldesa, nos hemos adherido absolutamente a los edictos de nuestro gobernador”, declaró el martes la alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman.

Los funcionarios del Condado Clark no respondieron a las solicitudes de comentarios sobre las declaraciones del gobernador.

“Muy flexible” en cuanto a las normas

El distrito de salud ha sido “muy flexible” a la hora de determinar quién es elegible como trabajador de “primera fila” siempre que su industria sea elegible, explicó el lunes en una entrevista el doctor Fermín Leguen, director de salud del distrito.

Una vez que una industria es elegible, “hemos estado proporcionando una vacuna a todas las personas que provienen de esa industria, en su mayor parte”, dijo. “Hemos, diría, ampliado los criterios en cuanto a la administración de la vacuna cuando las personas se presentan y afirman pertenecer a cualquiera de esas industrias”.

En cuanto a los trabajadores de la administración pública, se les puede pedir que participen en la respuesta de primera línea a la pandemia, independientemente de su cargo, agregó Leguen. A todos los empleados del distrito de salud se les ofreció un acceso inicial a la vacuna por este motivo.

“Para que una persona ajena como el distrito sanitario tome esa determinación, si la ciudad está vacunando a alguien indebidamente o no, es muy difícil”, comentó. “Así que eso es algo que deben controlar desde dentro”.

En un correo electrónico el martes, Sisolak sonó conciliador. Elogió a los líderes locales por trabajar con el estado para implementar la mayor campaña de vacunación en la historia del estado.

“Sé que nuestros líderes locales no quieren otra cosa que vacunar a las poblaciones vulnerables, además de garantizar que los trabajadores de primera fila del gobierno local que prestan servicios críticos a los nevadenses durante esta crisis también tengan acceso”, escribió.

“La realidad es que todos los estados están tratando de navegar por la distribución y administración de vacunas en una situación sin precedentes con un número limitado de dosis, y todos están haciendo lo mejor que pueden”.

“Saltarse la fila”

Sisolak denunció por primera vez el “salto de fila” el 5 de febrero, diciendo en un video de YouTube que “las personas que han podido trabajar desde casa no deberían acceder a la vacuna antes que los trabajadores de primera fila o las personas mayores”.

“Es sencillo. La estrategia lo deja muy claro”, continuó. “No culpo a los que se les ha ofrecido la vacuna por aprovechar esa oportunidad. La culpa recae directamente sobre los hombros de quienes ocupan puestos de liderazgo”.

El gobernador señaló entonces que ni él ni su personal habían recibido aún la vacuna. “No lo haremos hasta que seamos elegibles. Tienen mi palabra al respecto. No nos hemos saltado la fila ni lo haremos, y otros tampoco deberían hacerlo. Los funcionarios elegidos deberían marcar el camino”.

Más recientemente, la oficina del gobernador llevó a cabo una revisión interna para determinar quiénes, entre los funcionarios, tendrían prioridad para la vacunación. Alrededor del 70 por ciento del personal fue considerado elegible, reveló la portavoz Meghin Delaney en un correo electrónico. Las vacunas comenzaron a administrarse al personal elegible en el norte de Nevada el 25 de febrero. La programación de la vacunación para el personal en el sur de Nevada comenzó la semana pasada.

“La Oficina del Gobernador entiende que tiene la obligación de operar bajo los más altos estándares cuando se trata de vacunar a los miembros del personal de acuerdo con la estrategia del estado”, aseveró Delaney.

El gobernador, que tuvo un caso leve de coronavirus en noviembre, aún no ha recibido la vacuna.

“El gobernador, que es elegible tanto por su edad como por su ocupación, anunciará dónde y cuándo se vacunará en un futuro próximo”, anunció la oficina del gobernador en un comunicado de prensa el viernes.

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