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Estudio halla relación física entre el frío y la gravedad de los resfriados

Actualizado December 22, 2022 - 6:52 pm

Resulta que la nariz sí que sabe.

Una nueva investigación ha revelado un vínculo físico entre el frío y la gravedad de los resfriados, y está justo debajo —o, mejor dicho, dentro— de nuestras narices.

Investigadores del Massachusetts Eye and Ear y de la Northeastern University descubrieron una respuesta inmunitaria en el interior de la nariz que combate las infecciones cuando hace suficiente calor.

Según un estudio publicado este mes en la revista Journal of Allergy and Clinical Immunology, este órgano es un formidable defensor de primera línea contra el resfriado común y otros patógenos, excepto cuando hace frío.

“Convencionalmente, se pensaba que la temporada de resfriados y gripe se producía en los meses más fríos porque la gente está más tiempo encerrada en casa, donde los virus transmitidos por el aire pueden propagarse más fácilmente”, dijo en un comunicado el doctor Benjamin Bleier, director de Investigación Traslacional de Otorrinolaringología en Mass Eye and Ear y autor principal del estudio.

“Nuestro estudio, sin embargo, apunta a una causa biológica fundamental de la variación estacional de las infecciones víricas de las vías respiratorias superiores que vemos cada año, demostrada más recientemente a lo largo de la pandemia de COVID-19”.

Inhalamos patógenos por la nariz, o nos frotamos la nariz y transferimos gérmenes de las manos a las fosas nasales. Luego se abren camino hacia el interior del organismo. Los investigadores se basaron en los hallazgos de un estudio de 2018, que determinó que las células en la parte frontal de la nariz liberan miles de millones de “vesículas extracelulares” (EV), pequeños sacos llenos de líquido, que combaten a los invasores.

“Es parecido a si das una patada a un avispero y todos los avispones salen y atacan”, explicó Bleier.

El experimento de 2018 se hizo con bacterias. Para el estudio actual, Mansoor Amiji, profesor distinguido de ciencias farmacéuticas e ingeniería química en Northeastern, lo probó con virus y luego lo llevó un paso más allá, estudiando los efectos de la temperatura en esta respuesta inmune.

Usando células cultivadas de voluntarios, el equipo descubrió que el número de EVs disminuía cuando la temperatura dentro de la nariz bajaba tan solo nueve grados F. Con menos EVs que se unan a las partículas del virus e impidan su entrada, es más fácil que arraigue la infección.

Los investigadores esperan usar esta información para reforzar la inmunidad o tratar las infecciones de las vías respiratorias altas. Los investigadores también señalaron que las mascarillas pueden ayudar a mantener caliente el interior de la nariz.

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