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Cómo evitar esguinces, distensiones y desgarros en la parte superior del brazo

Pregunta: Estoy tratando de ponerme en forma para el verano, y un área que siempre ha sido un reto ha sido la parte superior de mis brazos. Hace poco empecé una rutina de ejercicios, pero un amigo me advirtió del riesgo de lesiones. ¿Tiene algún consejo para evitar problemas?

Respuesta: Tener unos brazos bien definidos y musculosos suele ser el objetivo de cualquiera que busque un aspecto en forma y tonificado. Pero estos músculos son mucho más que una buena apariencia.

Los principales músculos de los brazos son el bíceps, el músculo de la parte anterior del brazo, y el tríceps, el de la parte posterior. Son los que hacen el trabajo más duro al flexionar o extender el brazo y al hacer movimientos de torsión.

A pesar de su fuerza, estos músculos pueden dañarse por sobrecarga o lesiones forzadas, como levantar un objeto pesado de la plataforma de un camión o usar incorrectamente pesas en el gimnasio. El uso excesivo puede irritar los tendones, que conectan los músculos a los huesos, provocando dolor e inflamación. Una lesión fuerte puede desgarrar o romper los tendones del bíceps o del tríceps.

Las lesiones de los músculos y tendones de la parte superior del brazo son más frecuentes en hombres de 30 a 50 años, pero las mujeres también pueden sufrirlas.

Aunque los hematomas y la hinchazón son signos evidentes de una lesión, muchas personas pueden experimentar simplemente un fuerte dolor en el brazo, así como debilidad en el hombro y el brazo. Dependiendo de la situación, también puede producirse un abultamiento.

Roturas de tendón

Una de las lesiones más comunes es la rotura de tendón. Si sufres una rotura de tendón, puedes notar una sensación de desgarro y escuchar un chasquido. Esto suele ocurrir alrededor del codo, pero a veces también en el hombro. El músculo tiende a hacerse bola, formando un abultamiento tipo “Popeye” que no mejora. Suele ir acompañada de hinchazón, hematomas, calambres y dolor extremo, así como de pérdida de funcionalidad.

Cuanto antes se trate una rotura, mejor será la recuperación, ya que puede formarse tejido cicatricial y los músculos del brazo pueden empezar a debilitarse o atrofiarse. Consulta a un cirujano ortopédico para conocer las opciones quirúrgicas y no quirúrgicas.

Tratamiento de las lesiones

Algunos pacientes optan por renunciar a la cirugía. Sin embargo, el dolor, la función del brazo y el aspecto no mejorarán con el tiempo.

Si se rompe un tendón, la primera opción del tratamiento consiste en volver a unirlo al hueso usando suturas y anclajes. Esta cirugía suele ser ambulatoria.

La recuperación puede durar tres meses o más. Tras la intervención, el brazo se inmoviliza con una férula con una flexión de 90 grados en el codo y un cabestrillo durante varias semanas, para dar tiempo a que cicatrice la reparación.

La terapia pasiva, en la que alguien mueve el brazo por ti, está diseñada para ayudarte a recuperar la amplitud de la petición y evitar que el codo se endurezca. Es posible que desees seguir usando el cabestrillo para mayor protección y comodidad.

A las cuatro o cinco semanas de la operación, el movimiento activo te ayuda a recuperar la fuerza. En ese momento, podrás realizar actividades ligeras, como vestirte, cuidar de ti mismo y trabajar con la computadora. A los tres meses, habrás recuperado gradualmente la fuerza mediante un aumento de la actividad.

Prevención de lesiones

Para evitar lesiones en los músculos y tendones de la parte superior del brazo, mantén la fuerza general, evita sobrecargar los músculos del brazo y asegúrate de usar la técnica adecuada cuando trabajes con pesas en casa o en el gimnasio. Si no estás seguro de lo que significa una técnica adecuada, considera la posibilidad de acudir a un especialista en medicina deportiva o a un experto en medicina física.

Si te preocupa una lesión, no tardes en buscar atención médica.

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