Oso grande en Lake Tahoe irrumpe en hogares y elude su captura
SOUTH LAKE TAHOE, California - ¡”Hank The Tank” ataca de nuevo!
Este oso negro de 500 libras ha causado daños en más de 30 propiedades en los alrededores del Lago Tahoe, y la semana pasada irrumpió en otra casa en una búsqueda interminable de una comida rápida.
Conocido por los residentes como “Hank The Tank”, el oso gigante ha eludido su captura durante más de siete meses, según Peter Tira, portavoz del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California.
“Lo problemático de este oso es su tamaño”, dijo Tira al SF Gate el domingo. “Ha aprendido a usar ese tamaño y esa fuerza para entrar en varias residencias ocupadas, irrumpiendo en la puerta del garaje o en la puerta principal. Es bastante aterrador”.
El oso es responsable de más de 150 reportes de incidentes en la región que abarca el norte de California y Nevada. El robo del viernes en una residencia del vecindario de Tahoe Keys es el más reciente, según CBS Sacramento.
El oso rompió una ventana y se coló en la casa de Catalina Drive mientras los residentes estaban en casa. La policía respondió y golpeó el exterior de la casa hasta que Hank salió por la puerta trasera y desapareció en el bosque.
También conocido como “Jake” o “Yogi” o simplemente “Big Guy”, el oso es lo que Tira describió como uno “severamente enfocado a buscar comida” que ha “perdido todo el miedo a las personas” y piensa en ellas como una fuente de alimento.
Una asociación de propietarios acordó, durante una reunión celebrada la semana pasada, permitir que el personal de la fauna estatal capturara al oso. Los esfuerzos de captura anteriores, que suelen tener más éxito en entornos boscosos, han resultado inútiles en zonas residenciales donde el oso se ha aclimatado, reportó SF Gate.
Tras el suceso del viernes, los funcionarios recogieron pruebas de ADN para hacer una comparación precisa si capturan al oso. Si se captura a Hank, los funcionarios dijeron que el oso podría ser reubicado en instalaciones acreditadas, como zoológicos y santuarios de vida salvaje, dijo Tira.
“Si lo reubicas en la naturaleza, se mueren de hambre porque no están acostumbrados a cazar para comer”, dijo Tira.
Matar al oso es, con suerte, el último recurso, dijo Joby Cefalu, miembro de la junta directiva de la asociación de propietarios.
“Nadie en nuestra junta se tomó a la ligera la situación de depredación”, dijo Cefalu a Los Angeles Times. “Estamos destinados a coexistir. Por desgracia, se trata de un problema con humanos”.
