1ª vacuna contra COVID-19 para bebés y pre-escolares autorizada
Los organismos reguladores de Estados Unidos autorizaron el viernes las primeras inyecciones de COVID-19 para bebés y niños en edad preescolar, abriendo el camino para que las vacunas comiencen la próxima semana.
La Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) actúa tras la recomendación unánime de su panel asesor para las vacunas de Moderna y Pfizer. Esto significa que los niños estadounidenses menores de cinco años -aproximadamente 18 millones- son elegibles para las vacunas, aproximadamente 1½ años después de que las vacunas estuvieran disponibles por primera vez en Estados Unidos para los adultos, que han sido los más afectados durante la pandemia.
Queda un paso más: Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan cómo usar las vacunas, y sus asesores en materia de vacunas tienen previsto debatir las vacunas el viernes y votar el sábado. El visto bueno final lo dará la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC.
En una audiencia en el Senado el jueves, Walensky dijo que su personal estaba trabajando durante el fin de semana de la fiesta federal del 19 de junio “porque entendemos la urgencia de esto para los padres estadounidenses”.
Dijo que las muertes pediátricas causadas por el COVID-19 han sido mayores que las que generalmente se observan por la influenza cada año.
“Así que en realidad creo que debemos proteger a los niños pequeños, así como proteger a todos con la vacuna y especialmente proteger a los ancianos”, dijo.
La FDA también autorizó la vacuna de Moderna para niños y adolescentes en edad escolar. Las vacunas de Pfizer habían sido la única opción para esas edades.
Durante semanas, el gobierno de Biden ha estado preparando el despliegue de las vacunas para los niños pequeños, con estados, tribus, centros de salud comunitarios y farmacias autorizados a prepedir millones de dosis. La autorización de uso de emergencia de la FDA permite a los fabricantes empezar a enviar la vacuna a todo el país. Las vacunaciones podrían comenzar a principios de la semana que viene.
Aunque los niños pequeños no suelen enfermar tanto con el COVID-19 como los niños mayores y los adultos, sus hospitalizaciones aumentaron durante la oleada de ómicron y los asesores de la FDA determinaron que los beneficios de la vacunación superaban los riesgos mínimos. Los estudios de Moderna y Pfizer mostraron que los efectos secundarios, como la fiebre y la fatiga, eran en su mayoría menores.
“Como hemos visto con los grupos de mayor edad, esperamos que las vacunas para los niños más pequeños proporcionen protección contra los resultados más graves del COVID-19, como la hospitalización y la muerte”, dijo el comisionado de la FDA, Robert Califf, en un comunicado.
Las dos marcas de vacunas usan la misma tecnología, pero hay diferencias.
La vacuna de Pfizer para niños menores de cinco años tiene una décima parte de la dosis para adultos. Se necesitan tres inyecciones: las dos primeras se administran con un intervalo de tres semanas y la última al menos dos meses después.
La de Moderna son dos inyecciones, cada una de ellas una cuarta parte de la dosis para adultos, administradas con un intervalo de unas cuatro semanas para los niños menores de seis años.
Las vacunas son para niños de hasta seis meses. Moderna tiene previsto estudiar a continuación sus vacunas para bebés de hasta tres meses de edad. Pfizer no ha ultimado los planes para las vacunas en bebés más pequeños. Una docena de países, entre ellos China, ya vacunan a los niños menores de cinco años.
La doctora Beth Ebel, profesora de pediatría de la Universidad de Washington en Seattle, dijo que las vacunas de tamaño total serían especialmente bien recibidas por los padres de Estados Unidos con hijos en guarderías, donde los brotes pueden apartar a los padres de sus trabajos, lo que aumenta la presión financiera.
“Mucha gente se va a alegrar y muchos abuelos también, porque hemos echado de menos a esos bebés que crecieron mientras no podías verlos”, dijo Ebel.
