Muere a los 105 años un veterano de la Segunda Guerra Mundial
Joseph Rosa era un veterano de la Segunda Guerra Mundial, millonario hecho a sí mismo, jugador apasionado, ávido jugador de golf y mujeriego, según su familia y amigos. Pero quizá se le recuerde más por su transformación en los últimos años de su vida en un fan de gimnasio extraordinario.
Rosa, que murió a los 105 años el 15 de junio en Las Vegas, se hizo famoso por su recuperación tras un accidente en 2011 en el que se dio a la fuga a la salida de un supermercado Fresh and Easy en Sun City Summerlin. Quedó con la espalda y la pierna izquierda rotas, y los médicos le advirtieron que probablemente no volvería a caminar.
Pero Rosa, que entonces tenía 96 años, no se creía ese panorama tan sombrío.
Se inscribió a un gimnasio de 24 horas y en cuatro meses volvió a estar en pie.
“En seis meses, me enseñó a jugar golf”, recordaba esta semana Aaron Clay, amigo de Rosa y antiguo entrenador personal.
Aunque Clay se convirtió en agente inmobiliario y dejó el gimnasio, él y Rosa siguieron yendo a desayunar juntos durante años. Rosa siguió yendo al gimnasio tres veces por semana durante los siguientes nueve años y se convirtió en una celebridad local entre los socios que utilizaban el club cada mañana. El gimnasio de Summerlin celebró su 103º cumpleaños en 2018.
El mundo fitness supuso un cambio en los hábitos habituales de Rosa.
Nacido el 9 de diciembre de 1915, tres días antes que Frank Sinatra, Rosa atribuyó su longevidad a dos de los antojos favoritos del cantante: “alcohol y mujeres”.
Como uno de ocho hijos de dos inmigrantes italianos, Rosa creció en el vecindario de Watts, al sur de Los Ángeles, durante la Gran Depresión, comentó su sobrino Tim Rosa. De adolescente, trabajaba en Firestone Tire and Rubber Co., robaba pays a su madre para venderlos por 25 centavos y hacía cometas de papel con papel higiénico e hilo para venderlos por cinco centavos cada una.
“Era todo un personaje”, dijo Tim Rosa. “Podía ser despiadado y podía ser uno de los tipos más agradables que jamás hayas querido conocer”.
El mayor de los Rosa se alistó en la Guardia Costera poco antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial y finalmente fue comisionado en la Marina. Su barco, el USS Serpens, formó parte de la campaña de Bougainville durante las batallas terrestres y marítimas en el Pacífico Sur entre las fuerzas aliadas y Japón.
Rosa fue ascendido a contramaestre y transferido del Serpens en 1945, semanas antes de que el carguero explotara mientras la tripulación cargaba cargas de profundidad en las bodegas, matando a 250 hombres. Sigue siendo el peor desastre de la historia de la Guardia Costera.
Tras dejar el servicio, Rosa fundó una empresa de techos con sus hermanos Jimmie y Augie en Los Ángeles. En su apogeo, Rosa Bros. Roofing empleaba a 58 trabajadores y era la segunda empresa de tejados más grande de la ciudad.
Antes de vender el negocio en 1996, Rosa también invirtió en bienes raíces y en una granja de camarones en Ecuador, fue propietario de una agencia de viajes y abrió un negocio de mini-almacenamiento, lo que le permitió retirarse cómodamente en Las Vegas.
Autoproclamado bebedor y fumador hasta bien entrados los 70 años, Rosa jugó regularmente golf en Paiute Golf Resort hasta los 99. Sus amigos recuerdan que Rosa era conocido por sus generosas propinas a las camareras y por sus amistosas conversaciones con casi cualquier persona con la que se encontraba.
“Era increíble y era un hijo de **** rudo y fuerte”, dijo Clay. “Pero también tenía un lado más suave y realmente se preocupaba por la gente”.
A Rosa le sobreviven su hermano menor, Jimmie, tres hijos, ocho nietos y cuatro bisnietos.
Según sus deseos, Rosa será incinerado. Un servicio conmemorativo privado se llevará a cabo en una fecha y hora por determinar.
