Los pobres mueren antes que los ricos en EE.UU: una verdad a medias
abril 15, 2016 - 11:23 am
El dinero ayuda a vivir más. Un estudio publicado este lunes en The Journal of the American Medical Association lo confirma, pero con matices.
La clase alta estadounidense mejoró su esperanza de vida entre 2011 y 2014 más que la clase baja. Sin embargo, las familias más pobres viven más o menos en función de dónde vivan, de qué hábitos tengas y qué asistencia sanitaria consigan en sus áreas.
“Las diferencias en la esperanza de vida se han incrementado con los años”, destaca el informe. Aquí algunas revelaciones más de la investigación:
- La diferencia entre pobres y ricos se ensanchó. Mientras que las personas con menos ingresos no han casi aumentado su esperanza de vida media, los de mayores ingresos han ganado tres años de vida entre 2001 y 2014.
- Las zonas con inmigrantes suelen tener mejor esperanza de vida. El estudio publicado este lunes indica que la presencia de inmigrantes en zonas pobres como un factor positivo. Se le suma que en los barrios de bajos ingresos haya más graduados universitarios que la media y que los costos de vivienda sean superiores.
- En los extremos, la desigualdad se cuenta en décadas. El 1% de los hombres estadounidenses más ricos vive de media 15 años más que el 1% más pobre. Entre mujeres, la diferencia es de 10 años, según el estudio.
- Hay pobres con una esperanza de vida similar a un país subdesarrollado. Las ciudades donde más duro es ser pobre en términos de esperanza de vida se situán en el Medio Oeste y en el Sur. Aparecen ciudades como Las Vegas, Indianapolis, Detroit, Oaklahoma City y Cincinnati.
- Los pobres en grandes áreas urbanas viven casi tanto como la clase media. Es el caso de Nueva York, Los Angeles, San José, San Francisco, Miami, Newark, Boston y otras ciudades de las costas Este y Oeste.
- Los hábitos y la salud pública afectan a los años que uno vive. De hecho, para los autores del estudio, la desigualdad se revela como un problema no solo nacional: las políticas locales y de barrio pueden contribuir de forma decisiva a lidiar con la situación.
- No se vive más solamente por tener mejor asistencia sanitaria. Los ricos tienen mejor esperanza de vida también porque sus hábitos son más saludables, fuman menos, hacen más ejercicio y tienen menos problemas de obesidad.
- Las políticas públicas contribuyen a una vida larga. El estudio científico dibuja una relación positiva entre la esperanza de vida de la clase baja de un lugar con lo que se gasta en el programa Medicare y con el porcentaje de ciudadanos con seguro médico.