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Sitio de implosión de casino de Las Vegas sigue a la espera de nuevo proyecto

Cuando se produjo la implosión del New Frontier en 2007, el espectáculo incluyó un espectáculo de fuegos artificiales, vítores de los espectadores y una cuenta regresiva coreada hasta la destrucción del resort.

Casi 17 años después, la propiedad del Strip sigue esperando a que un nuevo resort tome forma, y no se sabe cuándo podría ocurrir.

El operador de casinos Wynn Resorts, que adquirió el sitio hace varios años, dijo en una declaración de valores en febrero que la propiedad “puede ser usada para futuros desarrollos”. No dio más detalles.

“No tenemos ninguna actualización o cambio en nuestros planes para ese terreno”, dijo recientemente el portavoz de Wynn Michael Weaver.

La extensión de terreno de 38 acres de Wynn, entre el centro comercial Fashion Show y Resorts World Las Vegas, no es la única parcela vacía en el famoso corredor de casinos. Al igual que muchas otras propiedades del sur de Nevada, ha visto pasar a diferentes propietarios y grandes proyectos.

Este es un repaso a la historia poco aburrida de esta tranquila propiedad:

New Frontier

En 2007, Phil Ruffin, propietario del New Frontier, vendió el hotel-casino por mil 240 millones de dólares a inversionistas israelíes, que derrumbaron la torre de 16 plantas en noviembre.

Los compradores se propusieron sustituirlo por un proyecto multimillonario con la marca Plaza, como parte del grupo urbanizador propietario del hotel Plaza de Nueva York, según reportes de prensa.

Su visión de Las Vegas era enorme. Los planes del proyecto preveían 4 mil 100 habitaciones de hotel, 2 mil 600 viviendas y más de un millón de pies cuadrados de espacio para convenciones, comercios, restaurantes y casinos, según los registros del Condado Clark.

Pero la entonces inflada burbuja inmobiliaria de Las Vegas no tardó en estallar, la economía se desplomó y el proyecto nunca llegó a construirse.

Alon Las Vegas

En 2014, el multimillonario australiano James Packer y sus socios adquirieron la propiedad vacante. Ellos también tenían grandes planes para el lugar.

Su proyecto de hotel-casino de mil 100 habitaciones, Alon Las Vegas, iba a tener dos torres de gran altura e incluiría bares, restaurantes, piscinas y un lago artificial, según muestran los registros del condado.

Pero, al parecer, Packer tuvo problemas para recaudar fondos para el proyecto, y su anterior empresa de casinos Crown Resorts abandonó el proyecto en 2016 y puso los terrenos a la venta.

Wynn Resorts

A finales de 2017, Wynn anunció que adquiría el antiguo sitio de Alon y algunas propiedades adyacentes por 336 millones de dólares. La extensión incluía 16 acres arrendados a Wynn por los antiguos propietarios, la familia Elardi.

El fundador de Wynn Resorts, Steve Wynn, dijo a analistas en enero de 2018 que quería avanzar rápidamente en un proyecto allí.

Días después, The Wall Street Journal informó que el jefe del casino tenía un patrón de mala conducta sexual de décadas.

Wynn, que calificó las acusaciones de “absurdas”, pronto renunció como presidente y director ejecutivo de su compañía homónima, citando “una avalancha de publicidad negativa”.

Aunque aún no está claro qué hará la empresa con los terrenos, los archivos de valores muestran que la adquisición no se limitó a una gigantesca extensión de bienes inmuebles en Las Vegas Boulevard.

Como parte del acuerdo, la empresa ha declarado que adquirió aproximadamente 24 acres-pies de derechos de agua, el equivalente a más de 7.8 millones de galones de agua.

No está nada mal en una ciudad construida en el desierto.

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