Nuevo honor del Death Valley: El mes más caluroso jamás registrado en la Tierra
El Death Valley National Park, conocido por mover –y derretir– la aguja de los récords mundiales de calor, alcanzó otro nuevo hito.
El mes de julio del parque fue el más caluroso jamás registrado en la Tierra, con una temperatura promedio de 108.5 grados. Las Vegas también rompió su récord de julio, con un promedio de 99.9 grados, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
El nuevo récord del Death Valley pone en tela de juicio cuánto más puede calentarse el lugar más caluroso del planeta, mientras los científicos dan la voz de alarma sobre el cambio climático provocado por las emisiones de carbono. Se trata de un récord no oficial, dijo un portavoz del servicio meteorológico, ya que la Organización Meteorológica Mundial tiene que ratificar los resultados.
En un comunicado, el superintendente del parque, Mike Reynolds, llamó la atención sobre cómo este intenso calor muestra el cambio a lo largo del tiempo.
“Seis de los 10 veranos más calurosos se han producido en los últimos 10 años, lo que debería servir como una llamada de atención”, dijo Reynolds. “Los meses que rompen récords como este pudieran convertirse en la norma a medida que seguimos viendo cómo se elevan las temperaturas globales”.
El anterior récord de temperaturas promedio en julio del Death Valley fue de 108.1 grados en 2018, mientras que el de Las Vegas fue de 97.3, establecido el año pasado.
Aunque el Death Valley no ha superado este verano su récord histórico oficial y disputado de 134 grados, Las Vegas batió su récord histórico con una temperatura de 120 grados.
Climate Central, una empresa de comunicación formada por científicos, reportó que el nuevo récord de Las Vegas era cinco veces más probable debido al cambio climático. También ha incluido a Las Vegas y Reno entre las ciudades que más rápido se están calentando del país.
A medida que aparecen nuevos récords cada vez con más frecuencia, muchos llaman la atención sobre los esfuerzos tanto de Nevada como del país para mitigar el cambio climático y proteger a los habitantes de Las Vegas más expuestos, ya sean trabajadores al aire libre o indigentes.
Parque enfrenta emergencias mortales
Cualquier temperatura superior a 120 grados en el Death Valley pone a los guardaparques a trabajar a la defensiva.
Durante nueve días de julio, el parque alcanzó los 125 grados en su Centro de Visitantes de Furnace Creek, y solo siete días no llegaron a los 120 grados.
El personal no recomienda permanecer fuera del aire acondicionado más de cinco minutos seguidos en verano, y todas las excursiones a baja altitud deben hacerse por la mañana temprano.
Este verano, en particular, el parque ha sido noticia en todo el país.
Un motociclista murió en medio del calor antes de que pudiera ser rescatado, y otro que necesitaba tratamiento tuvo que esperar a ser trasladado por las fuerzas militares a Las Vegas después de que un contratista se negara a volar con un helicóptero de rescate a causa del calor.
En otra emergencia, un turista que perdió sus chanclas sufrió quemaduras de tercer grado en los pies tras caminar sobre las dunas.
El Servicio de Parques Nacionales no ha llegado al punto de desaconsejar el turismo durante las temperaturas extremas, pero los guardaparques insisten en la importancia de permanecer a menos de 10 minutos a pie de un vehículo con aire acondicionado, beber agua, comer tentempiés salados y llevar sombrero y protector solar.