Nueve millones de libras de patas de cangrejo después, empleados del Bellagio desde el día 1 mantienen el resort en marcha
Miles de empleados del Bellagio, incluidos algunos de los 1,221 que llevan en el resort desde el primer día, el 15 de octubre de 1998, celebraron el éxito del complejo del Strip con una fiesta el viernes en el comedor de empleados de la propiedad.
Los empleados festejaron las 24 horas del día durante todos los turnos, y recibieron sudaderas con capucha del 25 aniversario, pins por sus años de servicio, una cabina de fotos y artistas que dibujaban caricaturas de los empleados que posaban.
Los trabajadores también disfrutaron de una cena como parte de la celebración.
“Es una gran celebración”, dijo Kahosha Kimwanga, que lleva menos de un año en el resort como representante de la Bellagio Gallery of Fine Art, una de las muchas atracciones que atraen a más de 15 mil personas al día al resort del Strip.
Otras cifras son igualmente asombrosas. El resort cuenta con seis mil empleados (tenía 1,200 cuando se inauguró en 1998), se han presentado 183,700 espectáculos en las fuentes del Bellagio desde su apertura y 13,508 parejas se han casado en el Bellagio desde su inauguración.
Los meseros han ofrecido 27,375 libras de caviar, 9.1 millones de libras de patas de cangrejo y 547,500 botellas de champán descorchadas en 25 años.
El Bellagio alberga “O”, un espectáculo del Cirque du Soleil que se presenta en un escenario líquido, una maravilla tecnológica que alterna una superficie sólida con una piscina.
Se han vendido 19.1 millones de entradas para 11,345 representaciones de un espectáculo con 1,200 trajes y tocados para 77 artistas.
El teatro “O” cuenta con 26 altavoces y 14 técnicos y 222,069 pies -más de 42 millas- de cable para iluminar el teatro.
Pavelko dirige el teatro
El teatro de “O” es obra de Rhonda Pavelko, directora de entretenimiento del Bellagio y empleada desde el primer día.
“Para mí, es mi hogar, y no lo digo por ser un cliché ni nada parecido”, dijo Pavelko en una entrevista durante la celebración. “Para mí es mi hogar. Siento que cada día me voy de casa y luego vuelvo a casa. Hay una sensación especial cuando sabes que entras en un lugar en el que vas a formar parte de los recuerdos de alguien, de una forma u otra. Siempre espero un buen recuerdo, y eso es lo que pretendemos, pero entras en la memoria de alguien. Incluso al pasar por un pasillo, al saludar, al mirar a alguien a los ojos, al hablar con alguien en un ascensor. Es algo indescriptible”.
Dice que disfruta yendo a trabajar cada día.
“Creo que lo que más me emociona de venir a trabajar es que incluso cuando entras por primera vez, para mí, huele a verano”, dijo Pavelko, que trabajó para Caesars Entertainment en sus primeros años, y luego abrió The Mirage y MGM Grand antes de venir a Bellagio.
Rodaje de ‘Ocean’s 11’
Uno de los días más emocionantes para Pavelko fue cuando se rodaba “Ocean’s 11” en el hotel.
“Tuve la oportunidad de cruzarme con ellos”, explica. “Cuando rodaron, crearon una fachada de un ascensor justo delante de la taquilla. Es la parte en la que Julia Roberts y Andy García bajan y hablan. Si miras a la izquierda, puedes ver la taquilla al fondo. Íbamos y veníamos fuera de la oficina. Tuve que volver a mi despacho y pedirle a Andy García que me disculpara para poder superarle y entrar por la puerta. Y yo estaba como, ‘¡Woo! Tengo que ver a Brad Pitt irse”.
Pavelko dice que le fascinan los famosos que se inspiran en el Cirque du Soleil, como Celine Dion y Pink. Han asistido a múltiples espectáculos, a veces con sus familias.
Dijo que se sintió orgullosa de su compañía cuando atravesó algunos momentos oscuros el mes pasado, sabiendo que su “familia” sobreviviría a la crisis de un ciberataque.
“Para serte sincera, es un liderazgo increíble (el que sacó adelante a la empresa). Y no lo digo solo yo. La comunicación fue muy transparente, honesta y abierta. Y enseguida tuvieron un plan de acción. Y todo caló hondo, y solo sabíamos que todo iba a salir bien”.
“Que esta información llegara incluso a mí o a mi equipo es un liderazgo extraordinario”, afirmó. “Porque eso me da algo por lo que luchar. Quiero hacer lo mismo con mi equipo. Ellos me dicen que yo se lo voy a decir. Sabemos que estamos a salvo. Sabemos que estamos bien. Nuestros invitados van a estar bien. Podemos cuidar de ellos. Todavía van a tener la experiencia que se supone que deben tener. Y ahí está la clave”.
Una de sus nuevas posesiones más preciadas es una etiqueta especial con su nombre que la identifica como empleada desde el primer día.
“Inicia muchas conversaciones con nuestros clientes”, dice. “Me hacen algunas de las mismas preguntas que usted me hizo, sobre cómo era cuando abrimos por primera vez”.
