La UNLV da la bienvenida a los residentes del campus para el curso 22-23
Holly Rutt apretó una almohada contra su cuerpo mientras veía a los de la mudanza organizar sus cosas desde la parte trasera de su auto en cajas de mudanza en las plataformas con ruedas.
Ella siguió mientras el equipo llevaba el equipaje al complejo estudiantil Dayton de la UNLV. Su madre la siguió, luchando contra las lágrimas que brotaban de sus ojos al entrar en la habitación que sería el nuevo hogar de su hija.
“Estoy deseando salir de donde estoy, para empezar de nuevo”, dijo Rutt. “Como un nuevo comienzo”.
El martes, la UNLV comenzó a dar la bienvenida a unos 1,500 estudiantes nuevos y que regresan a la universidad. Entre ellos, había estudiantes de primer año con sentimientos encontrados por haberse mudado de casa.
“Estoy muy triste, voy a extrañar a todos mis amigos”, dijo Gianna Paroline, una estudiante de primer año entrante de San Diego. “Pero estoy muy emocionada, es momento de vivir nuevas experiencias”.
Mientras los estudiantes se instalaban, los padres lidiaban con la idea de que sus hijos se mudaran por primera vez.
“Estoy emocionado”, dijo el padre de Paroline, Mike. “Gianna, creo, está en una posición realmente buena mental y emocionalmente”.
Paroline es la tercera hija de su casa que se muda a la universidad. Sus padres consideraron que la UNLV fue la mudanza más fácil, en gran parte gracias a los profesionales de la mudanza que descargaron el auto de los Paroline cuando llegaron a Dayton Complex, hogar designado para los estudiantes de primer año.
Desde 2019, la UNLV se asoció con Zippy Shell, una empresa de mudanzas de Las Vegas, para ayudar a los estudiantes a llegar al campus. Brian Linsey, director ejecutivo de la compañía, llamó a la asociación “un sueño”.
Desde que surgió el cambio temporal a la enseñanza a distancia en 2020 a causa de la pandemia, este año el 75 por ciento de las clases de la UNLV se ofrecen en el campus, mientras que el 25 por ciento de las clases siguen siendo exclusivamente por internet. La universidad también reabrió por completo las viviendas para estudiantes, ofreciendo más de 400 camas a los estudiantes de primer año en Dayton Complex.
“Estamos realmente completos”, dijo Micheal Amesquita, coordinador de vida residencial.
Otros cambios en la UNLV este año incluyen la incorporación de 200 nuevos estudiantes veteranos y familiares de militares, con alojamiento aislado para prevenir posibles brotes de coronavirus y viruela del mono, según Amesquita.
“La gente está lista”, dijo Amesquita. El martes, ya había visto grupos de estudiantes explorando el campus, algo que no suele ver hasta el fin de semana.
Mientras llegaban los nuevos estudiantes, Mike Paroline miraba a su hija mientras desempacaba una caja de ganchos y los colocaba en su nuevo armario.
“Está lista. Me siento bastante bien, tengo confianza”, dijo. “Creo que se sentirá el golpe emocional cuando nos vayamos en el auto”.
