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La autoridad del agua presenta un plan del río Colorado para proteger el Lago Mead y el Lago Powell

La Autoridad del Agua del Sur de Nevada tiene un plan para que los siete estados que dependen del Río Colorado puedan proteger al Lago Mead y al Lago Powell.

Pero si los otros seis estados tienen algún interés en apoyar ese plan aún está por verse.

La autoridad del agua explicó el martes cómo cree que los estados de la cuenca del Colorado y el gobierno federal pueden recortar drásticamente el uso del agua a lo largo del decreciente Colorado el año próximo con el fin de evitar que los niveles de agua en sus dos principales embalses se desplomen aún más y pongan en peligro su capacidad para suministrar agua río abajo y generar energía hidroeléctrica.

El plan, presentado al Departamento de Interior, pide alteraciones significativas de las directrices actuales de la sequía para los dos principales embalses de almacenamiento del río y recortes en toda la cuenca de más de dos millones de acres-pies en el uso del agua a partir del año próximo.

“Aunque la magnitud de la reducción del uso del agua es sorprendente, es necesaria, alcanzable, equitativa y eficaz”, escribió la autoridad del agua en su carta presentada el martes.

En concreto, la propuesta de la autoridad del agua pide:

- Contabilizar los más de 1.5 millones de acres-pie de agua que se pierden a lo largo del sistema fluvial cada año por evaporación y otras pérdidas del sistema que actuarían efectivamente como reducciones en la cuenca baja, aproximadamente la mitad de las cuales procederían de la asignación de California.

-Recortes anticipados obligatorios del suministro de agua en los estados de la cuenca baja de Nevada, Arizona y California, con recortes adicionales si el gobierno federal lo considera necesario.

- Continuación de la descargas desde los embalses aguas arriba del Lago Powell y nuevas modificaciones de los desembalses en la presa Glen Canyon Dam cuando se prevea que las elevaciones del Lago Powell se acerquen a niveles que pondrían en peligro la generación de energía hidroeléctrica.

- Recortes obligatorios adicionales de 500 mil acres-pies en los cuatro estados de la cuenca alta: Colorado, Nuevo México, Utah y Wyoming.

Dos décadas de reducción

Desde el año 2000, el río, afectado por la sequía, ha sufrido una reducción sustancial de sus aguas. Las directrices actuales se basan en un río por el que fluyen unos 15 millones de acres-pies al año, pero los caudales de los últimos 20 años se acercan más a los 12.2 millones de acres-pies, subraya la autoridad en su carta.

Estas décadas de bajos caudales en el río Colorado, combinadas con la continua sobrecarga del sistema por parte de sus usuarios, han “llevado al río a un punto de quiebre”, escribió la autoridad.

Recientes modelos de la Oficina de Recuperación muestran que los niveles de agua en el Lago Mead podrían descender por debajo de la elevación mínima necesaria para que la presa Hoover genere energía hidroeléctrica en 2024, y caer a su elevación de “dead pool” (estanque muerto) de 895 pies en 2025, lo que significa que el agua ya no sería capaz de pasar a través de la presa aguas abajo hacia California, Arizona y México.

“Ya es hora de prohibir el suministro, la aplicación o el uso ineficientes del agua en todos los sectores y por todos los usuarios; sencillamente, no queda agua en el sistema del río Colorado para desperdiciar y cada usuario industrial, municipal y agrícola debe cumplir los más altos estándares de la industria en el manejo, uso y deshecho del agua”, escribió la autoridad.

Hasta ahora, los Estados solo han propuesto planes menores para reducir el consumo a lo largo del río. Recientemente, California declaró que, a partir del próximo año, conservará hasta 400 mil acres-pies de agua, es decir, alrededor del nueve por ciento de su asignación anual. Y la Comisión del Alto Colorado puso en marcha la semana pasada un plan de 125 millones de dólares para pagarle a los agricultores y otros usuarios del agua por conservarla, aunque los estados no dijeron cuánta agua se espera que conserve ese programa.

“Ya era hora”

Kyle Roerink, director ejecutivo de Great Basin Water Network, dijo que “ya era hora de que aumentara el coro a favor de recortes obligatorios en la cuenca alta”.

“No tiene precedentes no solo escuchar a una agencia adoptar una perspectiva realista, sino también observar a la cuenca alta para decir que hay que hacer más entre Colorado, Utah, Wyoming y Nuevo México”, dijo.

En octubre, la Oficina de Recuperación inició el proceso de revisión de las directrices actuales sobre la sequía y ha encargado a los estados de la cuenca que presenten propuestas para reducir el uso de agua a lo largo del río entre dos y cuatro millones de acres-pies anuales a partir del año próximo.

Funcionarios del Departamento de Interior han dicho que los estados tienen hasta finales de enero para llegar a un acuerdo consensuado que podría ser revisado por las agencias federales para determinar si es una solución viable para mantener a flote el sistema fluvial, del que dependen 40 millones de personas para obtener agua potable.

Pero si para entonces no se ha llegado a un consenso, el gobierno federal dice estar preparado para seguir adelante con un plan separado en el que los funcionarios podrían imponer mandatos a los estados para evitar que los niveles de agua en Mead y Powell alcancen puntos que amenazarían el suministro de agua y la capacidad hidroeléctrica de las presas de Hoover y Glen Canyon.

La autoridad es optimista

Según Colby Pellegrino, subdirector general de recursos de la autoridad del agua, ésta aún espera trabajar con los demás estados de la cuenca y con los usuarios del agua para perfeccionar las propuestas.

“Seguimos pensando que la mejor manera de avanzar en esta cuenca es que los estados y los usuarios del agua se reúnan, pongamos manos a la obra y, durante el próximo mes, decidan qué es exactamente lo que tienen que hacer”, declaró Pellegrino. “Me siento más optimista que hace tiempo. Los estados siempre se presentan mejor cuando hay un plazo y una dirección claros”.

En circunstancias normales, Nevada recibe anualmente unos 300 mil acres-pies de agua del río Colorado, que suministra aproximadamente el 90 por ciento del agua del sur de Nevada.

Desde que comenzó la sequía hace más de dos décadas, la autoridad del agua ha aplicado con éxito diversas medidas de ahorro, reduciendo el consumo de agua de la región en casi 100 mil acres-pies anuales, mientras que se incorporaban unos 750 mil nuevos residentes.

Pellegrino afirma que en los últimos años la autoridad ha encontrado obstáculos para conseguir que otros estados vean la necesidad de usar menos agua.

“Acordar usar menos agua es un gran reto para todos en el río. Creo que todos reconocen el problema, todos reconocen la magnitud del problema”, dijo. “No sé si todos están de acuerdo con la urgencia del problema”.

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