El personal de un hotel de Las Vegas no intervino en el tráfico sexual de una menor, según una demanda
Los empleados de un hotel franquicia en los suburbios de Las Vegas y un hotel-casino fuera del Strip no intervinieron en el tráfico sexual de una mujer, alega una nueva demanda civil presentada en el Tribunal de Distrito del Condado Clark.
La demanda alega que una adolescente cayó bajo el control de un traficante sexual a partir de mediados de 2019, cuando tenía 16 años. La demandante, a quien se le da un seudónimo en la demanda debido a la naturaleza sensible del caso, fue coaccionada regularmente para realizar trabajos sexuales, más comúnmente en el Hampton Inn Las Vegas/Summerlin, en el noroeste de Las Vegas, y a menudo con el mismo hombre varias veces a la semana.
Alega que el personal de recepción y de seguridad vio a la chica y al hombre llegar y marcharse más o menos a la misma hora, y debería haber comprendido lo que ocurría basándose en otros indicios como su edad, su ropa, su mal estado de salud y sus frecuentes visitas.
“De hecho, el personal pareció darse cuenta de su presencia, hasta el punto de que Sarah envió un mensaje de texto a sus traficantes contándoles que el recepcionista la miraba fijamente y lo asustada que estaba”, alegan los abogados de la demandante en la demanda. “Sin embargo, en ningún momento durante el año de sufrimiento de Sarah ningún empleado del Hampton Inn le preguntó siquiera qué hacía allí”.
Los abogados Michael Kane, Bradley Myers y Joel Hengstler de The 702 Firm representan a la demandante en la demanda presentada el lunes. Los demandados aún no han sido notificados, según consta en los registros judiciales.
“Creemos que la Legislatura de Nevada abordó un problema social importante al promulgar leyes contra la trata de personas”, dijo Kane en una declaración enviada por correo electrónico que hacía referencia a las leyes de Nevada que permiten a las víctimas de la trata de personas iniciar acciones civiles contra las personas y los hoteles que se benefician del presunto abuso sexual. “Nuestro objetivo es garantizar que estas leyes se cumplan fielmente”.
Un gerente de Hampton Inn no estaba al tanto de la demanda y no respondió a más solicitudes de comentarios una vez que el Review-Journal compartió la queja.
La demanda también describe un incidente de trata en el que la demandante y otras dos personas fueron invitadas a hacer una “sesión de fotos” con hombres que conoció en un concierto. Cuando llegaron a una habitación del Palms, los hombres intentaron convencer a las chicas de que hicieran una película pornográfica. Las amigas de la demandante huyeron y contaron a su madre lo que estaba ocurriendo, que llamó a la seguridad del complejo para que interviniera.
En la demanda se nombra a los dueños anteriores y actuales de la franquicia Hampton Inn, una marca de Hilton, y a sociedades de cartera relacionadas con Hilton. También nombra a Red Rock Resorts, que era propietaria del Palms en el momento del incidente, y a los actuales propietarios, la San Manuel Band of Mission Indians, que actualmente posee la propiedad como autoridad de juego. También nombra al presunto traficante. El Review-Journal no pudo encontrar pruebas de que se hubieran emprendido acciones penales contra el traficante mencionado.
Un portavoz de Red Rock Resorts no tenía conocimiento de la demanda y se negó a hacer más comentarios cuando se le facilitó la denuncia debido a la política de no discutir los procedimientos judiciales en curso.
La demanda solicita un juicio con jurado y una indemnización por daños y perjuicios.
