‘El alma de la fiesta’: La comunidad se reúne para recordar a la excursionista fallecida en Valley of Fire
Jessica Rosalie Rhodes, que falleció en el Valley of Fire State Park junto a una amiga durante una reciente ola de calor, fue recordada el sábado como una persona vibrante, reverente y atlética que se dedicó a ver por las personas que padecían el virus del COVID-19.
Alrededor de 125 personas asistieron al servicio de celebración de la vida de Rhodes, de 34 años, dentro de un gran auditorio en su iglesia, Word of Life Christian Center en 3520 N. Buffalo Drive.
Rhodes, licenciada por el College of Southern Nevada y que trabajó como auxiliar de enfermería en los hospitales de Valley, Sunrise y Summerlin, se dedicó a trabajar con los residentes del Condado Clark durante la pandemia, incluso consolando a pacientes moribundos, según su amiga Shauntele Har.
“Decía que lo que más miedo le daba como proveedora de atención a la salud era no saber cómo tratar el virus que se estaba extendiendo tan rápidamente por nuestro país”, dijo Har.
Har recordó a Rhodes expresando lo doloroso que era ver cómo otros perdían a sus seres queridos a causa de las restricciones del COVID.
“Ella y su equipo tenían que ser la familia del paciente”, dijo. “Eran ellos los que daban consuelo al paciente tomándole la mano al final de su vida para que no estuviera solo y mientras fallecía”.
Otra amiga y compañera de congregación en la iglesia Word of Life, Destinee Thames, dijo que Rhodes era una devota de las carreras de obstáculos Spartan y del centro de capacitación y talleres de carreras de obstáculos Camp Rhino en Las Vegas.
“Jessica amaba el fitness, es un eufemismo”, dijo Thames. “Le encantaba y presionarse a sí misma”.
También amaba a su familia, el arte y los rompecabezas, pasando horas en un juego de Lego con su sobrino o dibujando, dijo Thames.
“Era el alma de la fiesta y siempre se preocupaba por los demás”, añadió.
Rhodes murió el 22 de julio -solo tres días antes de cumplir 35 años- mientras iba de excursión al Valley of Fire con su amiga Diana Matienzo Rivera, de 29 años.
Según Ruby Rhodes, hermana de Rhodes, la pareja comenzó la excursión alrededor de las 6 o 7 a.m. de aquel día.
Jonathan Brunjes, administrador adjunto de los Parques Estatales de Nevada, dijo que las mujeres habían estado caminando por el sendero Prospect, de 4.6 millas, y se quedaron sin agua cuando la temperatura aumentó a 118 °F.
Se reportó de la desaparición de las mujeres alrededor de las 10 a.m. y finalmente fueron ubicadas en zonas separadas, una alrededor del mediodía a un cuarto de milla del estacionamiento del sendero y la otra dos horas más tarde, más arriba en el sendero, dijo Brunjes.
La oficina forense del Condado Clark no había determinado la causa ni la forma de la muerte de las mujeres hasta el viernes.
“Dijo que, aunque era mentalmente agotador lo estresante, era un honor estar al servicio de quienes necesitaban ayuda”, recordó Har de Rhodes el sábado. “Y ese es solamente el tipo de persona que era, con su enorme corazón para servir a Dios, ayudando a los que la rodeaban”.
