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“Alguien dijo mi nombre”: Pareja reaviva la llama tras décadas de separación

Una tarde de principios del año pasado, Florrine Enns estaba esperando que el ascensor la llevara al primer piso de la residencia asistida Prestige, en Henderson, mientras Jimmie Joe Monroe subía las escaleras.

Habían pasado casi seis décadas desde la última vez que hablaron. Solo que no se dieron cuenta inmediatamente.

“Alguien dijo mi nombre, Flo. Y él dijo: ‘Solía tener una novia llamada Flo’, y me dijo que su verdadero nombre era Florrine”, dijo Enns, de 85 años. “Entonces dije: ‘Bueno, ese era mi nombre hace mucho tiempo’”.

Más tarde, le picó la curiosidad, así que tocó a su puerta.

Monroe, que ahora tiene 88 años, abrió la puerta, y cuando Enns dijo que tenía cuatro hijos, recitó sus nombres: Mike, Mark, Vicki y Cindy.

Se quedó inmediatamente sorprendida y llamó a su hija, Vicki Lahgan.

“Me llamó y me dijo: ‘Cariño, creo que acabo de encontrarme con mi Jim’”, dijo Lahgan.

Lahgan, con la piel de gallina en los brazos, le dijo que colgara el teléfono y hablara con Jim.

“Cuando recordó aquello de hace unos 58 años”, recordó Enns, “le dije: ‘Tenemos que sentarnos y hablar’”.

Los dos se habían conocido como vecinos en Cypress, California, a mediados del siglo pasado. Ambos estaban casados entonces, pero se hicieron amigos.

Por aquel entonces, Enns tenía cuatro hijos y un esposo que trabajaba hasta altas horas de la noche.

Se alegraba de que su vecina pudiera estar al lado de su familia cuando esta necesitaba ayuda. Como el día que tuvo que llevar a su hijo menor a urgencias.

Monroe la acompañó y se quedó hasta que llegó su esposo.

Una conexión

Enns, que entonces se hacía llamar Florrine Shelton, y Monroe empezaron a sentir una conexión.

Se separaron de sus cónyuges.

Él se divorció de su primera esposa, y ella dejó en suspenso su matrimonio durante un año mientras salía con Monroe.

El primer matrimonio de Monroe se arruinó por dificultades económicas, y no quiso arriesgarse a casarse de nuevo. Pero el entonces esposo de Enns aún tenía la esperanza de salvar su relación.

“Le dije a Flo que no podía prometerle que me casaría con ella”, le dijo Monroe a un periodista recientemente. “Y su esposo la quería de vuelta. … Así que eso fue lo que hizo”.

El romance se interrumpió a finales de 1963, y no se hablaron durante 58 años.

Enns volvió con su primer esposo durante 26 años, antes de que le diagnosticaran leucemia a los 50 años y muriera a los 56.

Monroe volvió a casarse tres años después de separarse de Enns.

Ambos permanecieron en California, criando a sus hijos por separado, que llegaron a ser adultos.

Tras la muerte del primer esposo de Enns, ella estuvo soltera durante cinco años antes de casarse con otro hombre, cuyo nombre no reveló.

Las hijas tenían casas en Las Vegas

Avanzamos varios años más. Ambos tenían hijas que eran dueñas de casas en Las Vegas, lo que tal vez encendió, sin saberlo, las brasas de una llama que llevaba mucho tiempo dormida.

El segundo esposo de Enns falleció mientras ella vivía en Las Vegas, y su hija la mudó a la residencia de ancianos en septiembre de 2019.

Monroe se mufó a la residencia de ancianos con su segunda esposa en febrero de 2020. Ella murió unos meses después.

“Mi madre tenía demencia, y a mi padre le resultaba cada vez más difícil cuidarla”, dijo su hijastra, Debra Hurd.

Después de que Enns y Monroe volvieran a conectarse, se reunían casi todos los días y hablaban del pasado y de cómo habían acabado en el mismo lugar después de todos esos años, tomándose su tiempo con su renovado noviazgo.

Y el 19 de marzo, en una ceremonia en casa de su hija, Lahgan, en Las Vegas, Enns tomó la mano de Monroe y pronunciaron sus votos.

Comprometidos de por vida

“Ahora estamos comprometidos el uno con el otro de por vida”, dijo Enns.

Su amor les hace sentirse jóvenes de nuevo, dijeron, aunque la vieja llama no sea tan ardiente.

Antes de conocer a Monroe por segunda vez, la artritis de Enns le dificultaba caminar, y se movía casi siempre en silla de ruedas.

“Estoy increíblemente feliz por ellos, no quiero que esté solo”, dijo Hurd. “Tener una compañera con la que pueda hablar y conversar y disfrutar en compañía del otro es increíble. Mi corazón está lleno”.

Estos días, se las arregla con la ayuda de su andador y de su esposo para arreglarse el cabello y decorar su casa.

“Seguimos queriéndonos y a lo largo de los años me he preguntado qué le había pasado y dónde estaba”, dijo Monroe. “Pero nunca me imaginé que llegaría a encontrarla. Fue todo un milagro”.

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