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Las nuevas medicinas terapéuticas contra COVID-19 podrían cambiar el juego

Jullie Hoggan, residente de Henderson, sabía que existía un medicamento gratuito contra el COVID-19 que podía cambiar su vida. Su reto sería encontrarlo.

En diciembre, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) había autorizado Evusheld de AstraZeneca para su uso de emergencia en la prevención del COVID-19 en aquellas personas con un sistema inmunitario comprometido, como Hoggan. Los medicamentos que esta mujer de 50 años se toma para suprimir su sistema inmunitario tras un trasplante de riñón la sitúan en un alto riesgo de contraer la enfermedad.

Usando la herramienta en internet del gobierno federal para localizar el tratamiento para el COVID-19, encontró una empresa de infusiones a domicilio en el sur de Nevada que le dijo que le cobraría mil dólares por administrar la inyección intravenosa de anticuerpos monoclonales. La terapia, según el gobierno, está disponible para los pacientes de forma gratuita.

Ella escribió cartas a los gobernadores y al departamento de salud del estado.

“Mire, los pacientes no podemos conseguir este material”, recuerda haberles dicho. “Lo estamos intentando. … No podemos conseguirlo. Y sé que está aquí”.

En respuesta, la junta de farmacia del estado entregó Evusheld a su consultorio médico de forma gratuita a finales de enero.

Desde entonces, conectar a los pacientes con las nuevas terapias se ha vuelto más fácil. Hace un mes, el estado de Nevada abrió un centro de tratamiento en Las Vegas para administrar Evusheld y los tratamientos de anticuerpos monoclonales Sotrovimab y Bebtelovimab. Una línea telefónica estatal conecta ahora a los pacientes con proveedores de telesalud que pueden recetar el tratamiento.

Mientras tanto, el Distrito de Salud del Sur de Nevada ha empezado a dispensar pastillas antivirales, como Paxlovid y Molnupiravir, para tratar el COVID-19. Tanto los tratamientos con anticuerpos monoclonales como los antivirales deben tomarse al principio de la infección.

Excepto el Evusheld, que previene la enfermedad, estos otros tratamientos están autorizados para su uso de emergencia en el tratamiento de personas con COVID-19 de leve a moderado y tienen como objetivo mantenerlas fuera del hospital. Se reservan para aquellas personas con alto riesgo de progresión a enfermedad grave debido a la edad (mayores de 65 años) o a una condición de salud subyacente, como enfermedades cardíacas o pulmonares, diabetes u obesidad.

El estado autorizó el gasto de 19 millones de dólares para proporcionar las terapias gratuitas en Nevada. Todavía están en estudio y no han recibido la aprobación completa de la FDA.

El suministro de los nuevos medicamentos sigue siendo limitado, aunque algunas autoridades afirman que el problema mayor es el de hacer llegar los suministros disponibles a las personas que más los necesitan.

Un “enorme cuello de botella” para el medicamento

De los nuevos tratamientos, el Paxlovid de Pfizer es el que ha demostrado una mayor eficacia en los estudios, reduciendo las hospitalizaciones y las muertes en un 88 por ciento. Es necesario comenzar un tratamiento con el medicamento antiviral en los cinco días siguientes a la aparición de los síntomas.

La FDA autorizó su uso tanto en adultos como en niños de 12 años o más que pesen al menos 88 libras. Una de las ventajas es la facilidad de administración del medicamento, una combinación de dos píldoras diferentes que pueden tomarse en casa. Los proveedores deben advertir al recetar el Paxlovid porque puede reaccionar con otros medicamentos comunes.

“Me encantaría que todos recibieran Paxlovid”, dijo el doctor Jason Dazley, especialista en enfermedades infecciosas del VA Southern Nevada Healthcare System. “El problema que estamos viendo es que hay un enorme cuello de botella en la accesibilidad de ese medicamento”.

Dazley dijo que podría recetar el doble de la cantidad de medicamento que está disponible actualmente.

Otra píldora antiviral disponible para usar en pacientes externos, el molnupiravir, desarrollado por Merck y Ridgeback Biotherapeutics, resultó reducir las hospitalizaciones y las muertes en un 30 por ciento. La FDA autorizó el medicamento solo para adultos con riesgo de progresar a COVID-19 grave para los que los tratamientos alternativos autorizados son inaccesibles o médicamente inapropiados.

También hay dos nuevas terapias de anticuerpos monoclonales que han resultado eficaces contra la variante ómicron, causante de la más reciente oleada de COVID-19 que ahora está remitiendo en todo el país.

Se descubrió que el sotrovimab, desarrollado por GlaxoSmithKline y Vir Biotechnology y autorizado tanto para adultos como para niños, reduce las hospitalizaciones y las muertes en un 79 por ciento. Debe administrarse lo antes posible tras una prueba positiva y en los siete días siguientes a la aparición de los síntomas.

Se ha comprobado que un segundo tratamiento con anticuerpos monoclonales, el Bebtelovimab de Eli Lilly and Co, reduce los síntomas y la carga viral. La FDA ha autorizado su uso de emergencia para adultos y niños cuando otros tratamientos autorizados son inaccesibles o inapropiados.

“No tenemos datos realmente buenos que lo respalden”, dijo Dazley, que en este momento no está recetando Bebtelovimab. Sin embargo, los primeros datos sugieren que podría ser más eficaz contra la variante ómicron conocida como BA.2, dijo.

Los tratamientos con anticuerpos monoclonales de épocas anteriores de la pandemia ya no se usan porque no funcionaron contra la variante ómicron, según las autoridades de salud.

El VA local aún no está equipado para administrar Evusheld, la medicación preventiva previa a la exposición, dijo Dazley.

Abren un centro de tratamiento centralizado

El centro de tratamiento de Las Vegas, ubicado en Harmon Avenue, cerca del Strip, ofrece las terapias de anticuerpos monoclonales Evusheld, Sotrovimab y Bebtelovimab.

El equipo médico del centro puede evaluar a los pacientes para un posible tratamiento, y los médicos pueden recetar el tratamiento a sus pacientes, dijo el doctor Rashid Chotani, director médico global de AshBritt/IEM Health, que opera el centro de Las Vegas y otros similares en todo el país.

El centro tiene a su disposición 500 cursos de tratamientos por semana, cinco o más veces la cantidad que necesita para el volumen actual de pacientes.

Los tratamientos se proporcionan a los pacientes de forma gratuita, sin exigirles pruebas de seguro o documentación sobre su estatus migratorio, dijo Chotani, señalando que el centro cuenta con personal bilingüe.

“El problema es que muchos tienen miedo de venir a un centro, ya sea (para) una vacuna o una prueba o una infusión de anticuerpos monoclonales”, dijo.

Los tratamientos pueden proporcionar tranquilidad a una persona con riesgo de padecer COVID-19 grave, dijo. Y recibir Evusheld puede cambiar la vida de una persona inmunodeprimida.

“No estoy diciendo que estas personas puedan ir a lo loco y hacer fiestas”, dijo. “Pero no van a tener que estar completamente restringidos y vivir en una burbuja”.

Hoggan, la paciente de trasplante de riñón, no desarrolló ningún anticuerpo para protegerse del COVID-19 hasta que recibió cuatro dosis de la vacuna. Dos semanas después de su primera inyección de Evusheld, las pruebas mostraron que sus anticuerpos se habían duplicado, dijo.

Ahora se recomienda a los pacientes que reciban no una sino dos inyecciones de Evusheld. Después de su segunda inyección, administrada en el centro de tratamiento de Las Vegas, Hoggan dijo que experimentó una nueva sensación de libertad, tras haber pasado gran parte de la pandemia restringida a su casa, interactuando con pocas personas aparte de su esposo y su hija.

El fin de semana pasado, celebró su cumpleaños 50 invitando a unos cuantos amigos a pasar el rato en su patio trasero.

Y lo que es mejor, no llevaban cubrebocas.

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