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La SBA prometió 10 mil dólares, ahora no parece ser así

Los recientes cambios en el programa para las pequeñas empresas dejarán a los propietarios y a los contratistas independientes con mucho menos dinero en sus bolsillos de lo esperado.

Debido a la alta demanda, la Administración de Pequeñas Empresas de Estados Unidos (SBA, por su sigla en inglés) redujo la cantidad que dará a los solicitantes de una oferta original de hasta 10 mil dólares por solicitante a mil dólares por empleado hasta un máximo de 10 mil dólares para su Anticipo de Préstamo de Emergencia por Desastres Económicos. El anticipo no tiene que ser devuelto.

“Para asegurar que el mayor número de solicitantes puedan recibir asistencia durante este tiempo difícil, la cantidad de su Anticipo será determinada por el número de sus empleados antes del desastre (es decir, a partir del 31 de enero de 2020)”, según un correo electrónico de la SBA enviado a un solicitante de Las Vegas, obtenido por el Review-Journal y confirmado por la oficina de la SBA de Nevada.

No está claro cuándo la SBA cambió los límites de financiación, ya que aún no ha anunciado el cambio o la información de la liberación en su sitio web.

Ayuda en caso de desastre

La SBA lanzó su programa de Préstamo de Desastre por Daños Económicos a mediados de marzo, antes de que el proyecto de ley de estímulo económico de 2.2 billones de dólares se convirtiera en ley el 27 de marzo, convirtiéndolo en uno de los primeros programas de ayuda a las pequeñas empresas afectadas por la pandemia del coronavirus.

Los préstamos federales de bajo interés para catástrofes de hasta dos millones de dólares están abiertos a pequeñas empresas, organizaciones privadas sin fines de lucro de cualquier tamaño, pequeñas cooperativas agrícolas y pequeñas empresas de acuicultura, así como a contratistas independientes que han sido afectados financieramente como resultado directo del COVID-19 desde el 31 de enero.

El 29 de marzo, la SBA volvió a presentar la solicitud, permitiendo a cada solicitante tramitar una subvención de 10 mil dólares. Las empresas que ya habían solicitado un préstamo para catástrofes tuvieron que volver a solicitar el anticipo. La medida tenía por objeto acelerar la entrega de fondos a las pequeñas empresas “a los pocos días de haber sido aprobada la solicitud”, según las normas de elegibilidad de la SBA.

El préstamo tiene una tasa de interés del 3.75 por ciento para las pequeñas empresas y del 2.75 por ciento para las organizaciones privadas sin fines de lucro. Los préstamos con largos plazos de reembolso están disponibles hasta un máximo de 30 años y para entidades sin capacidad financiera para compensar el impacto adverso sin dificultades.

Leaha Crawford, residente de Las Vegas, manifestó que se dio cuenta del cambio la semana pasada, cuando pensó que recibiría 10 mil dólares, pero se enteró por su prestamista que serían solo mil dólares por empleado.

“Honestamente, ellos (la SBA) afirmaron que este programa estaba evolucionando”, señaló Crawford, quien recibió su adelanto de préstamo para empleados la semana pasada. “Mil dólares por empleado no es mucho dinero, pero es justo porque quieren dar dinero a todos”.

Se negó a revelar cuántos empleados tiene.

“Decepcionado”

El director de distrito de la SBA de Nevada, Joseph Amato, puntualizó que el cambio en la financiación se aplica a los nuevos solicitantes. No dio una fecha límite, y agregó que el cambio no se aplica a los solicitantes que ya fueron aprobados.

El contratista independiente Tom Cartwright apuntó que solicitó el adelanto de emergencia hace dos semanas y aún está esperando el estado de aprobación de la SBA.

El conductor del Uber de Las Vegas mencionó que estaba decepcionado al enterarse del cambio; recibió un correo electrónico el martes de la SBA con esa información.

“Estoy muy decepcionado”, recalcó. “Es igual que todo lo demás, lo estropearon desde el principio y no fue muy bien pensado. Creo que las mejores intenciones están ahí, pero todo recae en la ejecución, así que tenemos que sentarnos y esperar”.

Crawford añadió que la discrepancia entre el anticipo del préstamo (que no tiene que ser devuelto) y el préstamo en sí (que sí tiene que ser devuelto), hace que el proceso de solicitud de programas de préstamo relacionados con el coronavirus sea confuso.

“Estas cosas cambian a diario”, concluyó, y a menos que reciba los documentos del préstamo, ahora asume que todo está sujeto a cambios. “Yo sugeriría que cuando salgan de esto, hagan los negocios de manera diferente”.

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