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La policía proporciona detalles sobre el cuerpo de un niño encontrado en congelador

Actualizado February 24, 2022 - 11:51 am

Un hombre acusado de secuestrar a su novia y matar a su hijo de cuatro años permaneció en prisión sin derecho a fianza el miércoles, un día después de que se encontrara el cadáver del menor dentro de un congelador en una casa del noreste de Las Vegas.

El niño era Mason Domínguez, según un obituario publicado en internet por la familia del menor. Los fiscales identificaron al novio de la madre como Brandon Toseland, de 35 años, que fue arrestado el martes e ingresado al Centro de Detención del Condado Clark por dos cargos de secuestro y un cargo de asesinato, según los registros de la cárcel.

Aunque las autoridades no han dicho cómo murió el niño, el fiscal Tim Fattig dijo el miércoles en el tribunal que Mason tenía “lesiones visibles” cuando se encontró su cuerpo.

La policía descubrió los restos del niño en una casa el martes por la mañana en la cuadra 4300 de Saddle Brook Park Drive, después de que su hermana acudiera al colegio con varias notas de su madre. La nota decía que la madre estaba retenida contra su voluntad y que no había visto a Mason desde el 11 de diciembre. Sospechaba que el niño estaba muerto.

Según el reporte de arresto del Departamento de Policía Metropolitana, Mason fue encontrado en una bolsa de basura dentro del congelador de un garaje, escondido bajo un falso fondo de cartón y múltiples artículos de comida.

Su madre le dijo a la policía que Mason enfermó el 11 de diciembre y que quería buscar atención médica, pero que Toseland, su novio desde hacía 11 meses, le dijo que no podía. Entonces, Toseland se llevó a Mason al dormitorio principal y puso una barricada en la puerta “impidiéndole entrar durante un tiempo considerable”, según el reporte.

Cuando la madre de Mason preguntó por él, Toseland le dijo que el niño había muerto y que no podía mostrarle su cuerpo “porque perdería su libertad”. La madre le dijo a la policía que Toseland la ataba y la desataba cuando quería y tomaba su teléfono, según el reporte.

“Si salían de la residencia, la esposaba dentro del vehículo”, decía el reporte.

Cuando la policía detuvo a un Nissan blanco que salía de la casa en Saddle Brook Park Drive el martes, se encontraron una esposas atadas al coche donde la mujer había estado sentada.

Detenido sin derecho a fianza

Cuando los detectives le dijeron a Toseland que se iba a ejecutar una orden de inspección de la casa, empezó a temblar y sus “respiraciones aumentaron”, según el reporte.

El congelador del garaje donde se encontró a Mason estaba rodeado de múltiples bolsas de absorción de olores, ventiladores y una unidad de filtración de aire, según la policía.

La mujer reveló que Toseland le dijo que la muerte de Mason fue un accidente y que encontró al niño en la cama cubierto de vómito y sin respirar. Dijo que intentó la reanimación cardiopulmonar, pero que no pudo reanimar a Mason. La policía señaló que Toseland no intentó ponerse en contacto con la policía ni con el personal médico, según el reporte.

La oficina forense del Condado Clark aún no había determinado la causa y la forma de la muerte del niño hasta el miércoles por la tarde.

La policía dijo que la muerte del niño estuvo relacionada con la inacción y porque Toseland no buscó atención médica y por “maltrato negligente”.

La jueza de paz de Las Vegas, Elana Lee Graham, ordenó que Toseland compareciera de nuevo ante el tribunal por los cargos de secuestro el 28 de febrero. Toseland deberá volver a comparecer ante el tribunal el jueves por el cargo de asesinato.

Toseland permaneció en el centro de detención el miércoles sin derecho a fianza, según los registros de la cárcel.

Los registros judiciales muestran que Toseland fue acusado anteriormente de agresión doméstica en 2013 y 2019, pero ambos casos fueron desestimados. En el caso de 2019, se exigió a Toseland que completara un servicio comunitario y asesoramiento sobre el control de impulsos antes de que se desestimara el caso.

Toseland mantuvo una batalla de tres años por la custodia de sus hijos con la madre, que tienen siete y cinco años, según los registros del Tribunal Familiar.

La madre defendió la custodia legal exclusiva de los niños, pero dijo que no había habido casos de violencia doméstica ni de intervención de los Servicios de Protección de Menores.

El tribunal le concedió a los padres la custodia compartida en agosto.

Un vecindario conmocionado

El obituario en internet de la familia de Mason decía que era un niño dulce e inteligente. La familia espera comprar el terreno de enterramiento junto a su padre, Elías Domínguez, que murió el 17 de enero de 2021 de neumonía.

“Su padre lo amaba tanto, que le hacía súper feliz que se pareciera y actuara igual que él”, decía la recaudación de fondos para Mason, que se publicó el martes por la noche. “Cuando mi familia o yo no podíamos ver a Mason lo extrañábamos mucho y a su hermana, pero saber que no volveremos a ver a Mason duele mil veces más a toda la familia. Siempre tuvimos la esperanza de poder volver a verlo, al menos una vez”.

La casa de la familia se encontraba en un vecindario de casas de estuco más nuevas cerca de los bulevares North Lamb y East Lake Mead, cerca de la Base Aérea de Nellis. A última hora de la mañana del miércoles, un agente de Las Vegas en una patrulla seguía vigilando la casa de Toseland, que permanecía acordonada con cinta de escena del crimen mientras los aviones de la Fuerza Aérea surcaban el cielo. También había un vehículo U-Haul estacionado frente a la casa. Se observó una calcomanía naranja de la policía en una ventana delantera de la residencia.

Los vecinos dijeron que estaban aturdidos por el descubrimiento de la muerte del niño.

“Conmoción”, dijo el vecino Miguel Salazar, que vive a una cuadra de la casa de Toseland. “Tengo hijos y cosas, y no sé quién vive a mi alrededor. No sabemos quién está alrededor (de aquí). Siempre hay silencio. Llevo aquí casi un año”.

Una mujer que vive a dos casas de distancia de la de Toseland se negó a dar su nombre, pero dijo que nunca notaron nada inusual, añadiendo que “todo parecía normal” y que “no sabíamos que faltaba nadie”.

Se creó una recaudación de fondos en GoFundMe para sufragar los costos del funeral y hasta el miércoles por la tarde se habían recaudado más de 2,300 dólares.

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