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La Caravana Migrante causa temor e incertidumbre en la frontera

La unidad deportiva Benito Juárez, se convirtió en un refugio improvisado para miles de centroamericanos que llegaron a la ciudad de Tijuana, con la intención de solicitar asilo político en los Estados Unidos.

Es el único albergue oficial, ya que se han establecido varios lugares donde los miles de migrantes reciben los servicios básicos, proporcionados por organizaciones no gubernamentales, muchas de ellas con objetivos bien delineados y estrategias que tienen el bienestar de los migrantes como prioridad.

El albergue Benito Juárez se localiza a 5.6 millas del cruce fronterizo, en San Ysidro, un trayecto que se hace en 16 minutos, pero con el tráfico vehicular y la presencia de los miembros de la Caravana Migrante, el trayecto se incrementa hasta 58 minutos.

Los otros dos centros de reunión -de los miembros de la caravana- son el Parque de la Amistad, donde empieza la patria mexicana, en Playas de Tijuana y la garita denominada como El Chaparral.

-Un éxodo humano, la caravana migrante

Ante un incesante flujo de información, que hizo plataforma estelar en las redes sociales, donde se criminaliza a muchos de los miembros de la Caravana Migrante, El Tiempo buscó al director de desarrollo social municipal del XXII Ayuntamiento de Tijuana, Manuel Figueroa Sandoval, para conocer de primera mano, lo que muchos consideran una catastrófica crisis humanitaria.

“Esta es una contingencia histórica, nunca antes vista en México. Tijuana es una tierra de migrantes, más de la mitad de ciudadanos locales son migrantes, entonces estamos acostumbrados al flujo, pero no en esta proporción y tan rápido. Pero la instrucción del gobernador Francisco Vega de Lamadrid y el alcalde de la ciudad de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, fue clara: hallar un lugar donde pudiéramos tenerlos, cuidarlos y darles las mejores condiciones en cuanto a salud, abrigo, alimentación e higiene. Eso es en lo que hemos trabajado desde hace ocho días”, comentó Figueroa, quien también es el encargado del albergue Benito Juárez.

Las cifras de migrantes, hasta el domingo 25 de noviembre eran 5,231, de los cuales 983 son mujeres, 3,297 hombres, 453 niños y 498 niñas. Y el flujo sigue incesante, se espera que llegue una cifra cercana a los 10,000 y el albergue será insuficiente para atenderlos a todos.

La respuesta, en opinión de muchos entrevistados en el campamento es extraordinaria, tienen lo básico, nada en abundancia, pero lo suficiente para esperar el siguiente paso. “Quiero precisar, ante una ola de desinformación que se vierte, sobre todo en redes sociales, que toda ésta gente viene a realizar un trámite ‘normal’, que se hace con regularidad, lo duro en esta oportunidad es la cantidad tan grande. Pero durante el tiempo que dure su proceso en Tijuana, serán atendidos y cubiertas sus necesidades primarias con toda diligencia por parte de las autoridades del municipio”, precisó, Figueroa agregando que “esto que usted ve aquí es por la seguridad de ellos mismos, de la gente de Tijuana y del pueblo estadounidense, que es finalmente el anhelado destino de casi todos ellos”.

Hay más de 5,000 personas en un espacio limitado, de ellos, menos de 200 han causado problemas o han alterado el orden. No son la mayoría, “esperamos que pronto se establezca una fuente de información clara para ellos y no hay que olvidar que esto es una responsabilidad cien por ciento federal, y bueno, es alentador que hoy tengamos la presencia del Director del Instituto Nacional de Migración, y pronto tengamos una respuesta al clamor que nuestro gobernador y el alcalde han hecho en ese sentido”, puntualizó el encargado del albergue.

El costo de mantener a los miembros de la caravana migrante asciende a más de medio millón de pesos diarios, sin contar que la totalidad del personal que opera bodegas de donación, registros, recolección de basura, baños portátiles, etc, son empleados del ayuntamiento o del estado.

“Reitero que mientras no sostengamos la indicación del alcalde, ellos ya se hubieran ido. Hay tranquilidad en el albergue. Ellos iniciaron una aventura con final incierto, desconocido, y nosotros estamos firmes en nuestro trabajo por humanidad y así quiero que lo vean en la federación que hasta ahora han hecho caso omiso de nuestras necesidades, la presidencia de Peña Nieto no ha mandado a nadie, ni siquiera para preguntar cuántas personas hay aquí”, confesó.

La Caravana Migrante eligió a Tijuana como destino en México, pudieron haberse ido a Tamaulipas, a Ciudad Juárez, San Luis Río Colorado u otros sitios fronterizos, “pero llegaron aquí porque la ley se los permitió, en otros estados los recibían pero rápido se marchaban, nosotros tenemos la capacidad laboral de absorber a muchos de la caravana, no tengo duda que algunos se quedarán aquí, pero tienen que cumplir las leyes, los que no tengan su documentación en orden, serán entregados a las autoridades para que sean trasladados a su país de origen”, dijo Figueroa.

Cabe destacar que el alcalde Juan Manuel Gastélum había llamado “vagos” y “marihuanos” a algunos de los migrantes y había exigido recursos del gobierno federal para enfrentar una crisis que amenazaba la “seguridad y tranquilidad” de Tijuana.

-La federación se ‘lava las manos’

Tonatiuh Guillén, académico tijuanense, designado por el nuevo gobierno de Morena, dijo “voy a estar cerca de la problemática, apenas me estoy enterando y viendo las situaciones que se viven aquí, es una situación extraordinaria para México, pero se ha respondido de una manera muy pronta y eficaz ante las circunstancias. Uno de los problemas más grandes es que ellos quieren permanecer concentrados, y eso dificulta nuestro trabajo, en cualquier lugar donde tengas grandes grupos en momentos imperará el caos, habrá desorden. Este es un desafío enorme, como tú podrás ver”, precisó.

Uno de los integrantes de la caravana, en tono amenazante manifestó rodeado de una veintena de jóvenes “este domingo (25 noviembre) nos vamos a ir a la frontera, el que se quiera quedar allí acostado, que lo haga, que esperen a ser deportados. Tenemos que hacer un esfuerzo por entrar de manera pacífica a las nueve de la mañana. Vamos a buscar a derechos humanos para que ellos vayan con nosotros. Los niños y mujeres irán adelante como escudo humano, a ellos no se atreverán a dispararles los oficiales de migración”. Sin embargo, su movilización no tuvo nada de “pacífica” y ocasionó el cierre –histórico- de la garita internacional más transitada del mundo, en San Ysidro, por casi seis horas, lo que generó un caos en ambos lados de la frontera.

Agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., capacitados para repeler manifestantes y contener a los miembros de la caravana, lanzaron gases lacrimógenos y dispararon balas de goma a los casi 300 elementos que se atrevieron a desafiar a las autoridades.

Cabe destacar que los miembros de la caravana no pudieron ser detenidos por las fuerzas federales que resguardan la frontera del lado mexicano, lo que pone de manifiesto que no están preparados para impedir que los manifestantes lleguen hasta el límite con los Estados Unidos.

Del lado estadounidense, fueron cerradas las autopistas 5 y 805 en ambas direcciones, lo que generó interrogantes en la ciudadanía que no estaba enterada de los disturbios en Tijuana.

-Asilo político ¿una alternativa?

En el albergue Benito Juárez una manta invitaba a los migrantes a sumarse a una movilización que se haría en la garita de San Ysidro el domingo 25 de noviembre, “no es la primera vez que algunos organizadores convocan a manifestaciones, son pocos, son unos cuantos los que acuden, son los que no tienen hijos, que vienen solos, pero muchas corremos más riesgos, al primer intento fueron menos de diez personas. Yo no acudo a las asambleas de los dirigentes, yo vengo con mi hijo y mi esposo y quiero seguir el protocolo del asilo, estamos esperando el resultado”, comentó Ubedis N, ciudadana hondureña que espera una audiencia con las autoridades de migración. “Nos dijeron que en unas tres semanas nos resuelven, y ese es el tiempo que como familia vamos a esperar. Luego de eso no sabemos que vaya a pasar. A la gente mexicana le quiero agradecer el trato, han sido maravillosos, los mexicanos son muy lindos, nos han dado todo lo necesario, suplementos básicos, pero más que eso, hemos recibido mucho cariño, les estamos muy agradecidos”, externó la señora, que desea ingresar a territorio norteamericano y dirigirse a Dallas, Texas.

Cuestionada sobre la decisión de haberse ido a Tijuana, en lugar de buscar la frontera en Tamaulipas, geográficamente más cercana a Centroamérica, externó que los dirigentes recomendaron hacerlo hasta Tijuana por cuestiones de seguridad.

La región fronteriza de Tamaulipas es muy peligrosa, la presencia de los narcotraficantes es sólida, un funcionario del Instituto Nacional de Migración asentado en Reinosa, fue comisionado, junto a un equipo de colaboradores para que fueran a Tijuana, comentó con la condición de no revelar su nombre por no estar autorizado a emitir declaraciones, que un comando del crimen organizado secuestró un par de autobuses con miembros de la caravana y los amenazó con matarlos si se atrevían a cruzar por allí.

“Nosotros no hemos padecido abusos, pero otros miembros de la caravana han sufrido de cosas atroces; un señor compartió que, en Veracruz, perdió a su esposa y su hija, a otros los violaron… lo feo es que fue a manos de otros miembros de la misma caravana”, destacó la señora Ubedis, quien nació en el Departamento de Santa Bárbara, limítrofe con Guatemala y que huyó de su país debido a que su esposo fue candidato a diputado de la oposición y, al ganar el partido en el poder, se inició una cacería de enemigos políticos.

“Yo tuve que dejar mi tierra, mis raíces, mi familia, vengo huyendo de la persecución, sólo le pido a Dios que me permita llegar con bien a mi destino”, terminó diciendo.

El investigador de El Colegio de la Frontera, Rafael Alarcón, manifestó que los casos de asilo aprobados son mínimos, el miedo y la persecución ya no son factores para los ciudadanos del triángulo norte centroamericano.

-Consecuencias desastrosas para la economía de la región

Guillermo Ceballos, en representación del grupo gastronómico Ara, que entre sus propiedades destacan los restaurantes Villa Marina, Sabor a Mí, El Campero, La Cayetana y Cook Master, externó su preocupación por la afectación que puede sufrir la economía del área. “Nos dedicamos también a dar servicio a comedores industriales; por ejemplo, atendemos en la maquiladora Samsun, donde laboran más de 6,000 trabajadores en temporada baja y, en alta, servimos hasta 11,000 personas. En tiempo extra tenemos hasta 9,000 consumos, en tres turnos y en ocho comedores diferentes. Como ves, el volumen de trabajo que manejamos es muy alto”, señaló en entrevista con El Tiempo el también director de operaciones del grupo Ara.

“La presencia de los miembros de la caravana en Tijuana nos causa incertidumbre. Ninguno de los tres niveles de gobierno ha dado la cara, se ha pedido explicación sobre el trato que tendrá esa caravana, cómo se organizarán, si se van a regresar o qué. Eso causa temor, porque si ellos andan en busca del ‘sueño americano’ como le llaman ellos al cruce a Estados Unidos, qué va a pasar con ellos, se quedarán entre nosotros como sucedió con los haitianos. Por otro lado, en cuanto a infraestructura laboral, Tijuana cuenta con recursos de absorción mayores a la cantidad de personas que vienen en la caravana, el problema es que ellos no han manifestado tener el deseo de quedarse a trabajar”, aseveró.

En la caravana se han integrado –mayormente- ciudadanos de tres países: Guatemala, Honduras y El Salvador, y detrás de ésta, se van armando otras, porque ya lo consideran una vía menos peligrosa a la acostumbrada por ellos en años pasados.

“Se ha sumado a la caravana gente con antecedentes delictivos, que han aprovechado las circunstancias y quizá quieren confundirse entre la gente buena para ingresar a los Estados Unidos. Hemos recibido reportes que en el albergue, algunos no quieren sumarse a las labores de limpieza, no levantan su propia basura, piensan que es una obligación de México alimentarlos y tratarlos con dignidad. A diferencia de los haitianos, que se iban a las calles a ofrecer sus servicios”, precisó.

Como se ha visto, no hay una solución inmediata a esta crisis, y si puede complicarse aún más. “A la gente que quiera quedarse le ofreceremos trabajo, el que no, éste es el momento de regresar a su lugar de origen. Una situación como esta se puede tornar catastrófica y los tijuanenses no merecemos esto”, terminó diciendo Ceballos.

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