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Jueza trata con demandas del cierre ordenado de bares por Sisolak

La jueza que decidió una recusación legal de los dueños de los bares del Condado Clark que buscaban revertir la orden del gobernador Steve Sisolak de cerrar sus negocios para luchar contra la propagación de COVID-19, prometió un rápido fallo el jueves después de una audiencia de 90 minutos.

En el caso ante la jueza de distrito, Kerry Earley, 62 demandantes sostienen que la directiva del gobernador del 10 de julio que ordenó el cierre de los bares en Clark, entre otros condados, apunta injustamente a sus negocios a pesar de su cumplimiento con las directivas sobre el uso de cubrebocas y otras directivas de distanciamiento social.

Lo que surgió en la audiencia del jueves fue la rápida evolución de los esfuerzos del estado para frenar y combatir el virus y la cuestión de si el tribunal puede pronunciarse sobre un asunto que se ha convertido en un blanco móvil.

Desde que los propietarios de los bares presentaron su recusación el 14 de julio, el gobernador ha establecido un nuevo conjunto de criterios para determinar las aperturas y cierres de negocios en todo el estado sobre una base más estrecha y localizada.

El abogado de los demandantes, Dennis Kennedy, aprovechó ese turno como equivalente a una admisión por parte del gobernador de que su directiva original fue impuesta de manera inapropiada. Kennedy también destacó el comentario del gobernador en una reunión informativa del 27 de julio donde Sisolak declaró en “retrospectiva” que cerrar todos los bares no era “la manera más justa de lidiar con todo porque tengo muchos bares que me afirman que fueron extremadamente proactivos y efectivos en términos de mitigar y tomar estos protocolos apropiados”.

“Esta demanda no cuestiona la autoridad del gobernador para actuar en emergencias”, señaló Kennedy. “La cuestión es que la constitución no le permite hacer cosas que realmente no tienen ninguna base racional y que no tienen ningún apoyo probatorio o de hecho”.

A medida que los esfuerzos del estado por combatir y contener el virus han ido evolucionando, y a medida que se han obtenido más datos sobre el virus, Sisolak y sus asesores de salud han determinado que gran parte de la continua propagación se debe al retorno al trabajo de las personas infectadas y a las grandes reuniones familiares.

Cualquiera que sea la causa real de los brotes, agregó el procurador general adjunto, Craig Newby, en representación del estado, el gobernador no está limitado a tomar cualquier acción que se considere necesaria para contener el virus.

Lo ideal, indicó Newby, sería que las regulaciones se hubieran elaborado bajo los procedimientos normales de elaboración de leyes y normas en lugar de establecerlas bajo orden ejecutiva, pero “no tenemos ese nivel de perfección al tratar de tener este virus bajo control”.

Añadió que el estado no discute el potencial de “daño económico significativo” al que se enfrentan los bares, pero que Nevada tenía que equilibrar eso con el “daño irreparable asociado a permitir una mayor propagación de COVID-19, retrasando la eventual reapertura total de la economía de Nevada frente al inicio y la parada que nos tiene hoy aquí en los tribunales”.

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