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Juez ruso condena a Brittney Griner a nueve años de prisión

KHIMKI, Rusia - La estrella del básquetbol estadounidense Brittney Griner fue condenada el jueves en Rusia por posesión de drogas y sentenciada a nueve años de prisión tras un juicio con tintes políticos que se produjo en medio de las crecientes tensiones entre Moscú y Washington por Ucrania y que podría llevar a un intercambio de prisioneros de alto nivel entre las dos potencias mundiales.

Griner, de 31 años, dos veces campeona olímpica de Estados Unidos y ocho veces estrella de Phoenix Mercury de la Women’s National Basketball Association (WNBA), escuchó con un rostro inexpresivo la traducción del veredicto de la jueza Anna Sotnikova por parte de un intérprete. La jueza también le impuso una multa de un millón de rublos (unos 16,700 dólares).

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, denunció el veredicto y la sentencia como “inaceptables”.

“Pido a Rusia que la libere inmediatamente para que pueda estar con su esposa, sus seres queridos, sus amigos y sus compañeros de equipo”, dijo Biden, y añadió que seguiría trabajando para traer a casa a Griner y a Paul Whelan, un estadounidense encarcelado en Rusia por una condena de espionaje.

Fuera del tribunal, la encargada de negocios de la embajada de Estados Unidos, Elizabeth Rood, catalogó al veredicto “un error de la justicia”.

Antes de que se emitiera el inusual y rápido veredicto, Griner de manera emocional pidió disculpas a su familia, a sus compañeras de equipo y a la ciudad rusa de Ekaterimburgo, donde jugaba en la temporada baja de la WNBA, “por el error que cometí y la vergüenza que les hice pasar”.

Con la voz entrecortada, añadió: “Espero que en su sentencia no acabe con mi vida”.

La condena suele ser un requisito previo para organizar un intercambio de prisioneros y también permite a Griner solicitar un indulto presidencial. El viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, dijo el mes pasado que deben completarse los “procedimientos judiciales necesarios” antes de dar cualquier otro paso.

La revelación en julio de que el gobierno de Estados Unidos estaba buscando un intercambio de prisioneros que implicara a Griner reflejaba la creciente presión sobre el gobierno de Biden para que hiciera más por traerla a casa. El Departamento de Estado de Estados Unidos había declarado anteriormente que Griner estaba “detenida injustamente”, una acusación que Rusia ha rechazado tajantemente.

Griner, reconocida como una de las mejores jugadoras de la historia de la WNBA, lleva detenida desde el 17 de febrero después de que la policía dijera que había encontrado cartuchos de vapeo que contenían aceite de cannabis en su equipaje al aterrizar en el aeropuerto moscovita de Sheremetyevo. Regresaba a Rusia, donde compite desde 2014.

Cuando subió al estrado en su juicio el 7 de julio, Griner dijo: “Me gustaría declararme culpable de los cargos que se me imputan. Pero no tenía intención de infringir ninguna ley rusa”. Añadió que llevó los cartuchos de vapeo a Rusia porque había hecho la maleta con prisas para su vuelo.

En un testimonio posterior, Griner describió una escena confusa mientras estaba retenida en el aeropuerto, diciendo que un intérprete proporcionado por las autoridades tradujo solo una parte de lo que se le decía y que los funcionarios le dijeron que firmara documentos, pero “nadie me explicó nada de eso”. También dijo que no se le informó de sus derechos.

Sus abogados presentaron pruebas de que Griner usaba el cannabis medicinal para el dolor crónico y las lesiones sufridas durante su carrera e incluyeron una carta de su médico. Griner declaró que era consciente de que el aceite de cannabis estaba prohibido en Rusia y que no tenía intención de infringir la ley ni de “planear el contrabando de algo en Rusia”.

Los juicios en Rusia siguen avanzando incluso después de la admisión de culpabilidad, y se ha especulado que sus acciones fueron un intento de hacer avanzar el proceso legal con la esperanza de un posible intercambio de prisioneros.

La lentitud del caso de Griner y sus casi seis meses entre rejas han suscitado fuertes críticas entre sus partidarios en Estados Unidos, entre ellos su esposa, Cherelle, por considerar que el presidente Joe Biden no estaba haciendo lo suficiente para conseguir su libertad.

Griner envió una petición personal a Biden, y más de 1,100 líderes femeninas afroamericanas instaron a la administración a “llegar a un acuerdo para que Brittney regrese a casa de forma rápida y segura y que pueda reunirse con su esposa, Cherelle, inmediatamente”. Biden llamó posteriormente a Cherelle Griner “para asegurarle que está trabajando para conseguir la liberación de Brittney lo antes posible”, declaró la Casa Blanca el 6 de julio.

Cherelle Griner, que también habló con la vicepresidenta Kamala Harris, dijo más tarde que estaba “agradecida con ambos por el tiempo que pasaron conmigo y por el compromiso que expresaron de llevar a BG a casa”, usando las iniciales de su esposa.

El 27 de julio, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que Washington había ofrecido un acuerdo a Rusia para traer a casa a Griner y Whelan, en un astuto cambio de la política anterior. No se anunciaron los detalles de la propuesta, aunque una persona familiarizada con el asunto dijo que Estados Unidos ofreció intercambiar al traficante de armas ruso condenado Viktor Bout por Whelan y Griner. La persona insistió en el anonimato para hablar de una investigación en curso.

Su detención se hizo pública solo después de que las tropas rusas se movieran a Ucrania, cuando las relaciones entre Rusia y Estados Unidos alcanzaron nuevos niveles de tensión después de que Washington liderara a Occidente en la imposición de sanciones contra Moscú.

La difícil situación de Griner ha sido destacada por sus partidarios en su país, incluidos los mejores atletas, especialmente después de que surgieran pocas noticias de sus primeras semanas de detención en Rusia, donde tuvo un acceso limitado a los funcionarios de la embajada de Estados Unidos. Fue solo en mayo cuando el Departamento de Estado la designó como detenida injustamente, moviendo su caso bajo la supervisión de su Enviado Presidencial Especial para Asuntos de Rehenes, efectivamente el principal negociador de rehenes del gobierno.

Elizabeth Rood, encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos, asistió al juicio en el suburbio moscovita de Khimki, donde está ubicado el aeropuerto, y dijo que los funcionarios estadounidenses están monitoreando su caso de cerca, junto con los de todos los ciudadanos estadounidenses detenidos o en prisión en Rusia.

En los premios ESPY del mes pasado, la jugadora de fútbol Megan Rapinoe se refirió a Griner como “una prisionera política”, y la gran tenista Billie Jean King dijo: “Primero, traigan a BG a casa. Tienen que hacerlo”.

El MVP (Jugador más valioso) de las NBA Finals, Stephan Curry, usó la camiseta de Griner bajo su traje en la entrega de premios y pidió “a toda la comunidad deportiva mundial a que siga manteniendo la energía en su nombre. Ella es una de nosotros, el equipo de atletas que está en esta sala esta noche y en todo el mundo. Un equipo que no tiene nada que ver con la política ni con los conflictos mundiales”.

Griner, una pívot de seis pies y nueve pulgadas de altura, tiene 12 de los 15 clavados de la temporada regular en la historia de la WNBA y estableció el récord de bloqueos en un año con 129 en 2014. Fue líder de la liga en anotaciones en dos ocasiones. Fue dos veces jugadora del año del basquetbol universitario de Associated Press y llevó a Baylor a una temporada de 40-0 y al título de la NCAA en 2012. Fue la elegida número uno por Phoenix en el draft de 2013.

Los medios de comunicación rusos han especulado repetidamente la posibilidad de intercambiar a Griner por Bout, apodado “el Mercader de la Muerte”, que cumple una condena de 25 años en Estados Unidos tras ser declarado culpable de conspiración para matar a ciudadanos estadounidenses y de proporcionar ayuda a una organización terrorista. Rusia lleva años presionando por la liberación de Bout.

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