Exceso de decesos demuestra que COVID provocó un año muy mortífero en Nevada
abril 12, 2021 - 4:27 pm
En Nevada se produjeron más de 5,200 muertes en exceso entre marzo de 2020 y enero, la mayoría atribuidas al COVID-19, según una nueva investigación académica.
El estudio de 50 estados, publicado en The Journal of the American Medical Association este mes, encontró que aproximadamente 2.8 millones de personas murieron en todo el país durante ese lapso. Unas 522 mil se consideraron muertes excesivas.
El estudio muestra que la pandemia tuvo un “efecto catastrófico en la salud pública estadounidense”, declaró el autor principal, el doctor Steven Woolf, director emérito del Centro de Sociedad y Salud de la Universidad Virginia Commonwealth.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) definen el exceso de muertes como el número de decesos que se producen en un periodo de tiempo superior al previsto. Cada año, los funcionarios federales de salud prevén cuántas muertes esperan que se produzcan cada semana, basándose en datos históricos.
Normalmente, la tasa de exceso de muertes no supera el dos por ciento del año anterior, señaló Woolf. En el lapso de 10 meses que examinó el estudio, se observó un aumento del 23 por ciento en todo el país.
“Ese tipo de aumento en el número de muertes es algo que este país no ha visto probablemente desde la Segunda Guerra Mundial”, aseveró.
En todo el país, la tasa de mortalidad excesiva fue mayor entre la población de descendencia africana no hispana que entre la población blanca no hispana o la hispana, según el estudio.
Alrededor del 68 por ciento de las muertes excesivas de Nevada tenían COVID-19 citado como una causa subyacente o contribuyente, según datos de los CDC citados en el estudio.
Woolf agregó que la proporción real es probablemente mayor y que se redujo artificialmente porque la enfermedad respiratoria no figuraba en los certificados de defunción de algunas personas.
El epidemiólogo de la UNLV, Brian Labus, anunció estar de acuerdo con la evaluación de Woolf. La mayor cantidad de muertes en Nevada se produjo durante la ola de COVID-19 más grave del estado durante el invierno.
“Esta es una enfermedad grave”, dijo Labus. “Más grave que la gripe, más grave de lo que la gente quería creer que era, y claramente mató a muchos nevadenses”.
Las autoridades de salud de Nevada consideran una muerte por COVID-19 a cualquier persona que muera por causas naturales dentro de los 30 días siguientes a la prueba positiva de la enfermedad respiratoria. El certificado de defunción de la persona no está obligado a enumerar específicamente un término relacionado con COVID-19 como causa subyacente de la muerte.
Utilizando su definición, el estado registró más de 5,300 muertes por COVID-19 desde el inicio de la pandemia
Otros excesos de muertes estuvieron probablemente relacionados con la pandemia, añadió Woolf.
Algunas personas pudieron haber retrasado la búsqueda de tratamiento médico de urgencia por temor a contraer el COVID-19 en un hospital, dijo. Otros pudieron no haber controlado enfermedades crónicas, como la diabetes o el VIH, durante los periodos en que los consultorios médicos estaban cerrados o si perdieron su empleo y no pudieron pagar los medicamentos. Y otros pudieron haber sufrido sobredosis de drogas o haberse suicidado, indicó.
“Es probable que la pandemia siga cobrando vidas hasta dentro de uno, dos o tres años”, aseveró. “Un ejemplo sería una mujer que aplaza su mamografía durante la pandemia y descubre una masa mamaria avanzada tiempo después”.
A Nevada no le fue peor en el Oeste. Según el estudio, Arizona y Nuevo México se encontraban entre los 10 estados con la mayor tasa de muertes por habitante.