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El dueño acusado de operar un burdel dentro de Can Can Room aparece en la corte

La licencia comercial del Can Can Room fue revocada y el club de striptease de Las Vegas ha cerrado, según los registros, pero la batalla legal entre el dueño y el propietario del terreno solo se está calentando.

El equipo legal del dueño del club, Sam Aldabbagh, declaró el martes en una presentación judicial que “operó legalmente el famoso establecimiento” durante más de 40 años y que su nuevo propietario acusó a Aldabbagh en una demanda el mes pasado de dirigir un burdel ilegal allí con motivo de lanzar una “campaña de hostigamiento” contra él y el club.

Los abogados alegaron que el arrendador “admitió” que su objetivo es expulsar el Can Can Room “del edificio a toda costa” y ha “pedido a la gente que mienta por ello” y “amenazó” a aquellos que se negaron a aceptar su “injustificado ataque al club”.

Según la demanda del propietario contra él, Aldabbagh estaba operando un “negocio ilegal” en violación de la ley estatal y su contrato de arrendamiento, así como a negarse a abandonar la propiedad.

En la corte el jueves por la mañana, el juez de distrito Mark Denton, programó otra audiencia para el 29 de octubre.

Sean Thueson, abogado general del arrendador The Siegel Group, mencionó después que tal vez no se decida en esa audiencia si Can Can Room deberá abandonar su edificio justo al oeste del Strip.

Aldabbagh, cuyo nombre también se escribe como Aldabagh y AlDabbagh, compareció el jueves ante el tribunal luciendo gafas polarizadas, un bigote delgado y una larga cola de caballo. No hizo ninguna declaración durante la audiencia. Cuando un reportero del Review-Journal intentó hablar con él, pasó sin decir nada.

El abogado Thomas Boley mencionó más tarde en un comunicado que el dueño del club “ha sido un empresario respetado en Las Vegas por más de 40 años”.

“Confiamos en el producto de trabajo de los abogados en este caso y esperamos que se sepa toda la verdad”, afirmó Boley.

Cuando se le pidió una respuesta a las acusaciones contra el arrendador, el vicepresidente sénior del Grupo Siegel, Michael Crandall, notificó lo siguiente en un comunicado del jueves: “Si bien no comentamos sobre litigios pendientes, no hace falta decir que las falsas afirmaciones del señor Aldabbagh simplemente están destinadas a desviarse de sus actividades comerciales ilegales”.

En mayo, el fundador del Grupo Siegel, Steve Siegel, adquirió el edificio comercial de 62 mil pies cuadrados que alberga el Can Can Room, ubicado en 3155 Sammy Davis Jr. Drive, detrás del complejo en construcción Resorts World Las Vegas.

El propietario demandó a Aldabbagh el 5 de septiembre a través de la sociedad de cartera de la propiedad. La demanda incluye acusaciones de que las bailarinas tuvieron que participar en actos sexuales con Aldabbagh y sus clientes; que Aldabbagh empleó a una “Madam” que seleccionó a mujeres para entrevistas y recaudó dinero de clientes para actos sexuales; y que el club contaba con salas VIP con camas donde las empleadas realizaban actos sexuales “a cambio de una compensación”.

La policía de Las Vegas realizó una operación encubierta en el Can Can Room en las primeras horas del 19 de julio, lo que llevó, en parte, a dos empleadas a ser arrestadas bajo sospecha de solicitar prostitución, según una carta del Departamento de Policía Metropolitana (LVMPD) al Grupo Siegel, la cual se adjuntó a la demanda.

Una vocera de LVMPD le notificó al Review-Journal el mes pasado que tres mujeres fueron arrestadas: dos bajo sospecha de solicitar o participar en la prostitución y una bajo sospecha de posesión de parafernalia de drogas.

Después de que el Review-Journal informó sobre la demanda el mes pasado, el abogado Joshua AlDabbagh, socio de Boley, reveló que no arrestaron a ninguna empleada.

Una contratista independiente, una bailarina, fue arrestada, expuso, “completamente independiente de este caso”.

Joshua AlDabbagh también incluyó, en referencia al cargo de narcotráfico, que tal arresto no ocurrió en el club.

Según los abogados de Sam Aldabbagh, el club de striptease fue “obligado a cerrar” en julio. Los registros del Condado de Clark muestran que su licencia comercial ha sido revocada.

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