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La Reserva Federal recorta su tasa de interés clave en medio de incertidumbre poselectoral

WASHINGTON — La Reserva Federal recortó el jueves su tasa de interés clave en un cuarto de punto en respuesta a la disminución constante de la inflación, que antes había sido alta y que había causado molestia entre los estadounidenses y ayudó a impulsar la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales esta semana.

El recorte de la tasa sigue a una reducción mayor de medio punto en septiembre, y refleja el renovado enfoque de la Fed en apoyar el mercado laboral además de combatir la inflación, que ahora apenas supera el objetivo del 2 % del banco central.

La medida del jueves reduce la tasa de referencia de la Fed a aproximadamente 4.6 %, bajando de un máximo en cuatro décadas de 5.3 % previo a la reunión de septiembre. La Fed mantuvo su tasa en ese nivel alto por más de un año para enfrentar la peor racha inflacionaria en cuatro décadas. Desde entonces, la inflación anual ha caído de un pico de 9.1 % a mediados de 2022 a un mínimo de 3 años y medio de 2.4 % en septiembre.

En un comunicado tras finalizar su última reunión, la Fed señaló que “la tasa de desempleo ha aumentado, pero se mantiene baja”, mientras que la inflación se ha acercado al objetivo del banco central, aunque “permanece algo elevada”.

Después del recorte de tasa en septiembre –su primera medida de este tipo en más de cuatro años–, los encargados de la política de la Fed habían proyectado que realizarían más recortes de un cuarto de punto en noviembre y diciembre, y cuatro más el próximo año. Sin embargo, con una economía en su mayoría sólida y Wall Street anticipando un mayor crecimiento, déficits presupuestarios más grandes y una inflación más alta bajo la presidencia de Trump, los recortes adicionales de tasas pueden ser menos probables.

La elección de Trump también ha suscitado el temor de una posible interferencia de la Casa Blanca en las decisiones de política de la Fed, ya que Trump ha proclamado que como presidente debería tener voz en las decisiones de tasas de interés del banco central. La Fed ha defendido históricamente su papel como una institución independiente capaz de tomar decisiones difíciles sobre las tasas de préstamo, libre de interferencia política. Sin embargo, durante su mandato anterior en la Casa Blanca, Trump atacó públicamente al presidente Jerome Powell después de que la Fed subiera las tasas para combatir la inflación, y podría hacerlo de nuevo.

La economía está nublando el panorama al mostrar señales contradictorias, con un crecimiento sólido pero una desaceleración en la contratación. Sin embargo, el gasto de los consumidores ha sido saludable, lo que genera preocupaciones de que no sea necesario que la Fed reduzca los costos de endeudamiento, ya que hacerlo podría sobreestimular la economía e incluso acelerar nuevamente la inflación.

Los mercados financieros están presentando otro desafío para la Fed: los inversionistas han aumentado significativamente los rendimientos de los bonos del Tesoro desde que el banco central recortó las tasas en septiembre. Esto ha resultado en costos de endeudamiento más altos en toda la economía, reduciendo así el beneficio para los consumidores del recorte de medio punto en la tasa de referencia de la Fed, anunciado tras la reunión de septiembre.

Las tasas de interés generales han aumentado debido a que los inversionistas anticipan una inflación más alta, déficits presupuestarios federales mayores y un crecimiento económico más rápido bajo el presidente electo Trump. El plan de Trump de imponer al menos un arancel de 10 % sobre todas las importaciones, así como impuestos significativamente más altos sobre bienes chinos, y de llevar a cabo una deportación masiva de inmigrantes indocumentados, casi con certeza aumentaría la inflación. Esto haría menos probable que la Fed continúe reduciendo su tasa clave. La inflación anual medida por el indicador preferido del banco central cayó a 2.1 % en septiembre.

Economistas de Goldman Sachs estiman que el arancel propuesto del 10 % de Trump, así como sus impuestos propuestos sobre importaciones chinas y autos de México, podrían hacer que la inflación vuelva a subir a aproximadamente 2.75 % a 3 % para mediados de 2026.

Los recortes de tasas de la Fed típicamente llevan con el tiempo a menores costos de endeudamiento para los consumidores y las empresas. Sin embargo, en esta ocasión, las tasas hipotecarias bajaron en anticipación de recortes de tasas, pero luego volvieron a subir a medida que la economía ha crecido con fuerza, impulsada por el gasto de los consumidores. Los altos costos de endeudamiento no solo para hipotecas, sino también para préstamos de automóviles y otras compras importantes, incluso cuando la Fed está reduciendo su tasa de referencia, plantean un posible desafío para el banco central: su esfuerzo por apoyar la economía mediante la reducción de los costos de endeudamiento podría no dar frutos si los inversionistas están elevando las tasas de interés a largo plazo.

La economía creció a una tasa anual sólida, apenas por debajo de 3 %, en los últimos seis meses, mientras que el gasto de los consumidores –impulsado por compradores de mayores ingresos– aumentó fuertemente en el trimestre de julio a septiembre.

Sin embargo, las empresas han reducido la contratación, y muchas personas que están sin trabajo enfrentan dificultades para encontrar empleo. Powell ha sugerido que la Fed está reduciendo su tasa clave en parte para fortalecer el mercado laboral. Si el crecimiento económico continúa a buen ritmo y la inflación vuelve a subir, sin embargo, el banco central enfrentará una presión creciente para frenar o detener sus recortes de tasas.

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