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Declaran a mujer californiana como la 59ª víctima de la masacre de 2017 en Las Vegas

SAN BERNARDINO, California — Una mujer del sur de California se ha convertido oficialmente en la víctima número 59 de la masacre del festival Route 91 Harvest en Las Vegas, casi tres años después del tiroteo masivo más mortífero de la historia moderna de Estados Unidos.

El viernes, un médico forense del Condado San Bernardino atribuyó la muerte el 15 de noviembre de Kimberly Gervais, de 57 años, a las complicaciones de las lesiones en la columna vertebral que sufrió en el tiroteo, según Mike Sutcliffe, investigador forense adjunto supervisor del Departamento del Alguacil del Condado San Bernardino. El fallo se produce más de nueve meses después de su muerte en el Hospital Comunitario de Redlands, en el sur de California.

Pero el Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas (LVMPD) no editará el número oficial de muertes.

“El número no va a cambiar”, afirmó el lunes el vocero, Larry Hadfield.

Se negó a explicar la decisión del departamento, aunque añadió: “Creo que deben analizar todo un poco más. Esa es la respuesta tal y como está ahora mismo”.

Cincuenta y ocho personas murieron inicialmente y cientas más resultaron heridas en el tiroteo, que tomó lugar en la última noche del Route 91, un festival de música country de tres días de duración en el extremo sur del Strip.

Ni la policía de Las Vegas ni el FBI pudieron determinar el motivo del tiroteo, el pistolero se suicidó.

La última de las 58 víctimas fue declarada muerta el 3 de octubre de 2017, y el número oficial de muertos no ha aumentado desde entonces. Al momento de la muerte de Gervais, el departamento declaró que cualquier cambio en el número de muertos dependería de la causa oficial de la mujer y de la forma de morir.

“Quiero que sea recordada”

“Siento que finalmente puedo respirar profundamente”, confesó la hija mayor de la mujer, Amber Manka, que no sabía que se había dictado un fallo del forense del Condado San Bernardino hasta que un periodista del Las Vegas Review-Journal la llamó el lunes.

En una entrevista exclusiva un día antes en Corona, California, Manka dijo que no saber durante más de nueve meses si su madre sería considerada la víctima número 59 de alguna manera.

“Por supuesto que quiero que sea recordada”, mencionó Manka el domingo al acercarse el tercer aniversario del tiroteo. “Pero soy muy cautelosa de no querer dañar a las otras 58 familias de alguna manera si se sienten de cierta manera al respecto”. Manka no pudo ser localizada el lunes por la noche para opinar sobre la decisión de LVMPD de dejar el número de muertos sin cambios.

Gervais quedó cuadrapléjica por una bala que se alojó en su vértebra C7 durante el tiroteo masivo del 1º de octubre de 2017. Metralla se le esparció de hombro a hombro, y durante los dos años siguientes Gervais estuvo entrando y saliendo de hospitales y centros de tratamiento, según Manka.

En una entrevista en su oficina el lunes, Sutcliffe explicó la demora en llegar a conclusiones sobre la muerte, que fue declarada como un homicidio.

“En un sentido general, cuando estamos viendo casos de heridas de bala remotas, típicamente hay otros problemas médicos que pueden complicar la causa real de la muerte”, comentó. “Así que aunque hubiera un montón de otras lesiones y condiciones, ninguna de esas cosas habría ocurrido si no fuera por la lesión original”.

Sutcliffe comentó que el Departamento del Alguacil del Condado San Bernardino había estado en contacto con LVMPD y con la oficina forense del Condado Clark desde la muerte de Gervais. El Departamento del Alguacil se puso en contacto con LVMPD el viernes por la tarde sobre su decisión pero no había tenido noticias de la policía de Las Vegas hasta el lunes por la mañana.

“Fuerza sobrehumana”

Gervais, fan de la música country, asistió al Route 91 con sus amigas Dana Smith y Pati Mestas, una de las 58 víctimas originales.

Cuando el tiroteo estalló durante el set de Jason Aldean, Gervais cayó al suelo. Dos hombres corrieron a su lado y, usando un pañuelo con la bandera estadounidense, presionaron su herida para controlar la hemorragia.

Momentos después, uno de los hombres recibió un disparo en la pierna mientras se arrodillaba junto a Gervais. Según Manka, si el desconocido no se hubiera detenido a ayudar a su madre, esa bala habría golpeado a Gervais en la cabeza.

Los hombres usaron un trozo de una valla rota para sacar a Gervais, que no podía mover sus piernas y brazos, del recinto del concierto.

Pasó las dos semanas siguientes en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital y Centro Médico Sunrise, una estancia en el hospital que marcaría la pauta para sus próximos dos años de su vida.

Gervais, que antes era una mujer ferozmente independiente que pasaba los fines de semana montando cuatrimotos en el desierto de California, ahora dependía de una silla de ruedas y de sus dos hijas para realizar las tareas cotidianas: lavarse los dientes, comer, bañarse.

Sin embargo, Manka ha dicho que su madre demostró una “fuerza sobrehumana” durante los dos últimos años de vida.

Gervais fue puesta a descansar el mes pasado a las afueras de su ciudad natal de Kansas City, en el pequeño pueblo de Malta Bend, en Missouri, donde la familia de su abuela fue una vez propietaria de una granja.

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