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Capacitación para salvar vidas

La resucitación cardiopulmonar (CPR, por sus siglas en inglés), es un método básico para mantener con vida a una persona que ha dejado de respirar o lo hace con dificultad, “lo que se ve en las películas es siempre la respiración de boca a boca, por lo dramático, el CPR ya oxigena la sangre y hace trabajar a los pulmones con el aire”, manifestó a El Tiempo, la paramédico Callie Fraser.

Como parte de una campaña a nivel nacional, se dedicó el 23 de mayo a entrenar –masivamente- a civiles para conocer el método de resucitación, además de la enseñanza en la aplicación de torniquetes para evitar la muerte por desangrado: Salva un corazón con tus manos, fue como se designó al reto de capacitar al mayor número de personas posible.

Paramédicos y estudiantes de medicina, llevaron todo lo necesario al centro comercial Town Square, tales como muñecos inflables, utensilios y cintas para hacer los torniquetes no profesionales, para dejar más en claro que, en caso de emergencia, la persona que asiste puede utilizar cualquier camiseta, toalla o lo que esté a su alcance.

Callie Fraser, paramédica, fue la encargada del entrenamiento en Las Vegas, “después de la tragedia del primero de octubre en el Mandalay Bay, las personas se dieron cuenta que debemos estar más preparados. Lo primero que hay que hacer es llamar al 911, luego de inmediato aplicar el CPR, que es una técnica muy sencilla para salvar la vida de un familiar, vecino o alguien en la calle”.

El ritmo del CPR debe oscilar entre 100 a 120 pulsaciones por minuto, de acuerdo con el ritmo cardiaco, y se puede ir, por ejemplo, al ritmo de una canción en la mente de quien asiste; así también se recomienda hacerlo con la cabeza fría, concentrarse solamente en ayudar, sin caer en un ataque de pánico, al saber que la persona necesitada está perdiendo la vida o con un sangrado profuso, intenso y peligroso.

“Una persona tiene un promedio de 5 litros de sangre, y en 3 minutos, se puede perder hasta 2 litros, ya que el corazón la bombea con intensidad, una herida de bala o una cortada pronunciada, también provoca hemorragias internas que no se pueden ver y en este caso el derrame se efectúa por dentro; un trozo de camisa puede salvar una vida”, explicó Fraser.

Para el torniquete, debe de introducirse un pedazo de la tela en la herida, para que ahí se empiece a detener el sangrado, y luego atar alrededor de la herida, y darle vuelta al sobrante de la tela e ir apretando, sujetándolo en la forma de nudo. Hay cintas para hacer torniquetes, que se pueden encontrar en botiquines básicos y no es necesario esperar a un médico”, destacó Fraser.

Rosabel Vázquez asistió al entrenamiento, y comentó, “es muy importante aprender algo como esto, yo tengo un hijo pequeño y con los niños nunca sabes si se están ahogando o cualquier otro accidente, en caso de los torniquetes, aunque pueda ser muy impresionante por la sangre, si yo tengo la preparación, sé que puedo ayudar y lo haría sin meditarlo”.

Las clases de CPR, fuera de esta capacitación nacional, se ofrece al público con regularidad. www.amr.net/cpr.

Cabe mencionar que este curso es distinto al que se otorga para adquirir una licencia a paramédicos o personal de seguridad, que es más especializado.

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