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Buscan controlar el cumplimiento de sanidad por parte de las empresas

Esto está claro: los dueños de negocios de Nevada deben hacer cumplir un rígido conjunto de reglas dentro de sus establecimientos si quieren reabrir (o permanecer reabiertos) bajo el plan de recuperación económica de la pandemia de la Fase Uno del gobernador.

Según el Gobernador Steve Sisolak, un negocio debe tener empleados y clientes que practiquen el distanciamiento social, operar a un máximo de la mitad de su capacidad y requerir que los empleados usen cubrebocas.

“Aunque la mayoría de nuestras empresas están haciendo un gran trabajo”, mencionó Sisolak en una conferencia de prensa el viernes, “sabemos que hay algunas que no están cumpliendo en este momento. Desafortunadamente, su negligencia pone a los nevadenses en riesgo, y por lo tanto habrá repercusiones”.

Pero lo que no está claro es cómo se están llevando a cabo esas repercusiones.

La directiva de reapertura de la Fase Uno dejó la ejecución de reglas a una variedad de agencias según lo consideren conveniente. Pero no hay dos agencias que hagan cumplir la directiva de la misma manera, lo que lleva a diferentes sanciones por la misma infracción y a diferentes maneras de controlar a las empresas.

Los inspectores de la ciudad de Las Vegas y la Junta de Cosmetología visitan diariamente los negocios para comprobar su cumplimiento. Mientras tanto, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por su sigla en inglés) y la ciudad de North Las Vegas están esperando que las quejas o remisiones lleguen a su atención antes de enviar a los inspectores.

El vocero de North Las Vegas, Patrick Walker, comentó que este enfoque es en respuesta a los negocios que hasta ahora han “cumplido mucho” con la directiva. La ciudad ha recibido sólo dos quejas hasta el jueves.

Probablemente” habría más quejas si la gente supiera dónde quejarse, aunque el primer instinto de la gente es a menudo llamar a la policía, que tendría que pasar la información a la agencia apropiada, sugiere William Sousa, el director del Centro para la Política del Crimen y la Justicia de la UNLV.

“Nadie me dijo nada…”

Las empresas de Nevada generalmente entienden lo que se espera de ellas y que la gente y los competidores pueden delatarlas si están rompiendo las reglas, anunció Randi Thompson, director estatal de la Federación Nacional de Empresas Independientes.

La propietaria de una empresa en Henderson, Michele Walker, dijo que asume que podría ser la destinataria de una queja si un cliente la sorprende sin un cubrebocas o desobedeciendo otra parte de la directiva.

Pero Walker enunció el jueves que no sabía a qué penalidades específicas su negocio, Imaginations Unlimited, 19 S. Water St., podría enfrentarse.

“Nadie me dijo nada” sobre las sanciones, y agregó que asumía que las autoridades simplemente cerrarían su tienda.

En la práctica, las penalizaciones varían según la agencia.

Según las entrevistas y la información de múltiples agencias de aplicación de la ley, la respuesta más común a un negocio que no sigue las reglas parece ser una advertencia verbal o alguna forma de llamada de atención.

Los infractores de North Las Vegas pueden enfrentarse a multas de hasta mil dólares al día, a la revocación de su licencia o incluso a cargos por delitos menores que podrían llevar a alguien a la cárcel hasta seis meses, anunció Walker, el vocero de la ciudad.

La OSHA puede imponer una multa de hasta 13 mil 494 dólares si una empresa no sigue las directrices del gobernador o las normas COVID-19 de la OSHA, mencionó una vocera de la OSHA.

En Las Vegas, las multas se determinan caso por caso, explica el vocero de Las Vegas, Jace Radke.

La ciudad suele recordar primero las reglas a los empresarios y pedirles que se ocupen de la violación. Si los problemas persisten, comentó Radke, la ciudad puede multar a un negocio o suspender su licencia.

No está claro si algún negocio ha recibido una multa o una suspensión de licencia por desobedecer las reglas de reapertura. Tampoco está claro cuánto tiempo puede tardar un negocio en ser reprendido.

La comisionada del Condado Clark, Marilyn Kirkpatrick, que forma parte de un panel asesor encargado de ayudar a los negocios a reabrir, mencionó el viernes que la aplicación ha sido “efectiva”.

“Todas las agencias estuvieron de acuerdo en que nuestro primer método sería educar a la gente”, dijo. “Nadie está tratando de salir y multar a todos primero. Eso es lo último que intentamos hacer. Estamos tratando de ayudarlos”.

Quejas

Henderson y la Junta de Cosmetología de Nevada indicaron que algunas estéticas han luchado con los requisitos de distanciamiento social. Los dueños de salones de belleza que no cumplían con los requisitos en Henderson no entendían que los clientes no podían esperar en los vestíbulos y que no podían atender a quienes no tenían una cita, mencionó la vocera de la ciudad, Kathleen Richards.

Dijo que los problemas de cumplimiento son limitados, aunque la ciudad no está siguiendo de cerca los datos, en parte porque algunas quejas se duplican, son de segunda mano o se reportan a través de diferentes canales.

“Creo que la mayoría de los negocios, una vez que han sido visitados por nosotros, han sido muy comprensivos”, estimó Richards.

De las 24 quejas del 9 de mayo al jueves recibidas por la Junta de Cosmetología, al menos dos de ellas no tenían mérito alguno y nueve se abordaron a través de llamadas de atención, informó la coordinadora de cumplimiento, Leah Easter.

Las Vegas recibió 28 quejas entre el 8 de mayo y el martes, anunció Radke. La ciudad ha recibido varias llamadas sobre salones de belleza, salones de fumadores y empleados que no usan cubrebocas, reportó.

En el Condado Clark, los funcionarios han recibido 40 quejas hasta el martes sobre negocios que no han seguido la directiva del gobernador, señaló el vocero Dan Kulin.

También hasta el martes, la OSHA de Nevada había recibido 10 quejas de incumplimiento en la Fase Uno. Ocho de ellas eran del sur de Nevada. La vocera Teri Williams indicó que los detalles de esas quejas eran confidenciales.

Agencias

Sisolak declaró el viernes que la “gran mayoría” de las empresas están cumpliendo con las directrices de reapertura.

Pero, una agencia no puede abordar una violación específica que no sabe que existe, advirtió Sousa de la UNLV. Las juntas de licencias y los gobiernos dependen de las quejas, denuncias o controles proactivos para encontrar tal problema, apuntó.

“¿Habrá algunos que no lleguen a la atención de una agencia? Claro, pero es más probable que los más graves presenten quejas”, expresó Sousa.

En cierto nivel, agregó Sousa, depende de los negocios el vigilarse ellos mismos.

Parte de ello se debe al hecho de que hay muchos menos inspectores que empresas, en consecuencia, las ciudades y las juntas de regulación deben ser exigentes con sus esfuerzos de aplicación de la ley.

Mientras un oficial de policía patrulla los “puntos calientes” de la delincuencia conocida en lugar de barrios o calles al azar, Sousa analogizó, un inspector visita los negocios que podrían estar en mayor riesgo de una violación.

“Muy raramente es tan aleatorio como: Hay que revisar el primer negocio que nos topemos hoy’”, concluyó Sousa.

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