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Aeroméxico aboga por la diversidad cultural y religiosa tras escándalo

Tras la polémica que generó el caso del actor y diseñador Waris Ahluwalia, a quien la aerolínea Aeroméxico le impidió abordar un vuelo por usar un turbante, la empresa mexicana se disculpó y enfatizó, mediante un comunicado de prensa, su orgullo por transportar a pasajeros de diversidad de razas y culturas.

“Nos disculpamos con el Sr. Waris Ahluwalia por la mala experiencia que vivió con uno de nuestros elementos de seguridad en el abordaje de su vuelo a Nueva York en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”, explicaron.

Agregó: “Este caso nos motiva a asegurarnos de que el personal de seguridad refuerce sus protocolos de atención, respetando en todo momento los valores culturales y religiosos de los clientes”

En el escrito, colgado en su sitio web, Aeroméxico dejó en claro que siempre van a tomar las medidas que sean necesarias para mantener la seguridad de sus pasajeros pero que, a su vez, van a respetar y valorar la cultura y las creencias de sus clientes.

Anoche, cuando el escándalo crecía en las redes sociales, la empresa había justificado su negativa esgrimiendo a que sus acciones estaban marcadas por el “estricto apego a los protocolos que indica la Administración de Seguridad en el Transporte de los Estados Unidos”.

Ahluwalia publicó en su cuenta de Instagram una foto de él, con su turbante y mostrando su boleto de avión: “Esta mañana en la Ciudad de México me dijeron que no podía abordar mi vuelo hacia Nueva York a causa de mi turbante”, denunció.

De acuerdo con Aeroméxico, al actor se le solicitó una “revisión” previa al abordaje de la aeronave, y a continuación se le “brindaron alternativas” para que pudiera llegar a su destino “a la brevedad”.

En una entrevista con el diario New York Daily News, Ahluwalia dijo que había colaborado con todos los chequeos pero que se rehusó a quitarse el turbante cuando se lo pidieron. Incluso enfatizó que nunca le ofrecieron la alternativa de entrar a una habitación para que pudiera hacerlo.

“No es algo que haría en público. Es como pedirle a otra persona que se quite la ropa”, explicó.

Ante el caos, Aeroméxico le ofreció otro boleto para volar sin necesidad de quitarse el turbante. Sin embargo, el actor dijo que que solo viajaría si se cumplen tres de sus condiciones: que Aeroméxico le brinde una disculpa pública, que sus elementos de seguridad sean entrenados sobre la comunidad sij y capacitación sobre sistemas de seguridad con turbantes religiosos.

El actor y diseñador tiene 41 años. Se convirtió en el primer modelo, seguidor del sijismo, una religión de la India en la que se acostumbra usar un turbante en la cabeza, en participar en una campaña publicitaria de la marca GAP.

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