Mayor número de personas optan por la arquería como su deporte favorito
mayo 22, 2015 - 4:30 pm
Kale Mitsunaga,es originario de Kilua-Kona, The Big Island Hawai y actualmente reside en Las Vegas. quien ahora se dedica de manera profesional a la arquería. Mitsunaga compartió con
El Tiempo su historia sobre cómo se fue adentrando al deporte de las flechas y el arco.
Cuando era un niño a la salida del colegio, Mitsunaga dedicaba el resto de sus hora libres a un deporte salvaje, que lo mantenía ocupado y lejos de el mundo civilizado.
Sus días transcurrieron entre la abundante caza y pesca de una geografía que acompañaba en sus sueños de libertad, relató el deportista.
“En Hawai no existe una ley que determine una temporada donde se pueda cazar o pescar, como en el resto del continente americano. Hasta hoy, una persona puede alimentarse de lo que pueda cazar, ya sea en el monte o a orilla de mar”, comentó Kale, quien sonríe cuando al momento que se le preguntó si comía todo lo que cazaba.
“En realidad yo lo hacía por deporte, pero cuando mataba un ciervo o un cabrito salvaje, lo llevaba a casa y lo comíamos”, agregó Mitsunaga .”Mi familia es apasionada de la arquería. Desde que tenía 7 años comencé la práctica activa de este deporte” manifestó mientras acomoda las flecha que va a volver a usar en uno de sus entrenamientos, una y otra vez como si fuera una obsesión por perfeccionar la puntería y para dar en el blanco.
El arquero de hawaiano dedica 10 horas por semana a la práctica de esta disciplina y acude a torneos regionales donde participan mil quinientos arqueros.
Durante la estancia de El Tiempo en uno de sus ensayos, se pudo comprobar el alto profesionalismo y la tecnología aplicada para lograr la precisión con la que se cuenta en la actualidad.
“Este equipo consiste de varias partes y componentes. El arco de fibra de vidrio, los soportes que apoyan en mi hombro, la mira telescópica y el encordado cuestan más de $3.000 dólares. Las flechas por fuera son de aluminio muy delgado y por dentro están rellenas de carbón activado para que se desplacen con mucha velocidad, y penetren en el objeto a donde van dirigidas”.
“La docena cuesta $160 dólares y son muy frágiles sin no se almacenan bien”; sentenció Mitsunaga.
En Las Vegas Archers, 80 miembros de este club concurren en diferentes horarios y días, a practicar un deporte que ha alcanzado llegar a los Juegos Olímpicos, donde el equipo mexicano ha conseguido varias medallas de oro.