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Es retirada la acusación de asesinato contra la mujer de Las Vegas arrestada por la muerte de bebé

Los fiscales desestimaron el miércoles un cargo de asesinato contra una mujer de Las Vegas arrestada en 2019 en relación con la muerte de su bebé.

Kristina Kerlus enfrentó inicialmente cargos por delitos graves de asesinato y abuso infantil, negligencia o poner en peligro a niños con resultado de daños corporales sustanciales en relación con la muerte de su hijo, Jocai Davis, de dos meses.

La vicefiscal en jefe del distrito, Michelle Jobe, anunció el miércoles durante una audiencia que el Estado retiraba voluntariamente ambos cargos después de que una investigación demostrara que los fiscales no podían probar los cargos.

Estaba previsto que el caso fuera a juicio el 3 de enero, según los registros judiciales.

Jobe pidió que los cargos fueran desestimados sin perjuicio, lo que significa que los fiscales podrían acusar a Kerlus de nuevo en el futuro. El abogado defensor de Kerlus, Ryan Helmick,le dijo a la jueza de distrito, Carli Kierny, que podría presentar una petición el próximo mes para que el caso sea desestimado sin perjuicio, de modo que Kerlus no podría ser acusada de nuevo.

“La ciencia médica aquí es absoluta en lo que respecta a la causa de la muerte de este bebé”, dijo Helmick.

En una declaración enviada a Review-Journal, Helmick dijo que Kerlus había sido acusada injustamente con la teoría de que Jocai había muerto a causa del “síndrome del bebé sacudido”.

Kerlus se negó a hablar con Review-Journal después de la audiencia, pero más tarde envió una declaración a través de su abogado. Kerlus escribió en la declaración que el “síndrome del bebé sacudido” a menudo conduce a “condenas erróneas”.

“Después de cuatro años de luchar por mi verdad, de luchar por mis hijos, mi caso fue desestimado y ahora puedo trabajar en la sanación de este trauma”, dijo en el comunicado.

Jobe declinó hacer comentarios sobre el caso y dirigió las preguntas al fiscal de distrito del Condado Clark, Steve Wolfson, quien no respondió a una solicitud de comentarios.

En julio de 2019, la oficina forense del Condado Clark dictaminó la muerte de Jocai como un homicidio causado por un traumatismo contundente en la cabeza y el cuello. La oficina forense confirmó el miércoles que la causa y forma de muerte del niño no han cambiado.

La oficina forense determinó que Jocai tenía hemorragias en el cerebro, en la zona de los ojos y en la médula espinal, hinchazón en el cerebro y fracturas nerviosas en proceso de cicatrización, según el reporte de arresto de Kerlus.

Pero Helmick dijo durante la audiencia que la defensa habló con múltiples expertos médicos que creían que Jocai murió de causas naturales como complicación de la anemia falciforme, una enfermedad que provoca glóbulos rojos de forma anormal.

Helmick dijo que el corazón de Jocai estaba dilatado y que sufrió la rotura de una arteria en el cerebro, lo que le provocó falta de riego sanguíneo y un paro cardíaco.

El reporte del arresto indica que Jocai nació prematuro y con bajo peso. Era portador de anemia falciforme y tenía cita con un especialista en esta enfermedad poco antes de morir, según el reporte.

Jocai murió en el University Medical Center el 7 de octubre de 2018, dos días después de que el bebé fuera trasladado de urgencia al Summerlin Hospital Medical Center con un paro cardíaco y se le diagnosticara una hemorragia cerebral, según un reporte policial.

El padre del niño se había despertado esa mañana con el bebé acostado sobre su estómago y notó que Jocai estaba “llorando y parecía irritado”, dice el reporte. Cuando Jocai dejó de reaccionar, le echó agua en la cara al bebé y llamó a Kerlus, que le dijo que llamara al 911.

Kerlus fue arrestada e ingresada en el Centro de Detención del Condado Clark después de que la oficina forense reglamentara la muerte de Jocai como homicidio. El agente que redactó el reporte del arresto no indicó qué, si es que hay algo, es lo que hace creer a la policía que Kerlus hizo algo para causar las heridas de Jocai.

Tras el arresto de Kerlus, su hermana declaró a Review-Journal que Kerlus era inocente y que el bebé había sufrido lesiones dos semanas antes de su muerte en una guardería.

El 4 de octubre, un día antes de que Jocai fuera trasladado al hospital, Kerlus declaró a la policía que el bebé había pasado la noche junto a ella en un colchón sobre el piso de alfombra de la casa a la que acababan de mudarse. En un momento dado, se despertó y encontró a Jocai en el suelo “como si se hubiera caído rodando”, pero él se comportaba “completamente bien”, según el reporte del arresto.

El padre de Jocai le dijo a la policía que Kerlus le había enviado un video de Jocai esa noche y luego envió una foto en la que parecía que el bebé estaba durmiendo, según el reporte.

El agente que redactó el reporte y vio la foto observó que en la imagen Jocai “estaba inclinado hacia delante y su color parecía raro”, decía el reporte.

Kerlus quedó en libertad tras pagar una fianza de 100 mil dólares poco después de ser arrestada, según los registros judiciales.

Se le vio llorando tras la audiencia del miércoles, alterada por la posibilidad de que los fiscales pudieran presentar cargos contra ella en el futuro. Helmick dijo durante la audiencia que el caso no estaba prescrito.

“Ella tiene esta nube gris que todavía va a rondar sobre su cabeza por el resto de su vida”, le dijo a la jueza.

La jueza dijo que no creía tener autoridad para ordenar a los fiscales que cambien la forma en que se desestimó el caso.

“Ya obtuvo un resultado bastante milagroso al acceder a desestimarlo voluntariamente”, dijo Kierny.

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