La economía de Las Vegas, dependiente del turismo, es propensa a grandes crisis.
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Los casinos de Nevada no necesitarán ajustar sus planes de operación bajo la nueva guía emitida el martes por los reguladores de juegos.
La economía del estado se beneficiará al evitar otro cierre, aunque las nuevas restricciones de capacidad pondrán más presión en el motor económico del estado , la industria de los juegos de azar y sus bares y restaurantes.
Los negocios de Nevada no se verán forzados a cerrar de nuevo bajo las nuevas restricciones del gobernador Steve Sisolak, pero los casinos y otros tendrán que reducir el número de clientes permitidos dentro de sus puertas en una economía ya muy golpeada.
Hace seis meses, el Strip estaba a sólo un viaje en avión para la gente que buscaba espectáculos, deportes, conciertos y exposiciones de primera categoría.
El 18 de junio, Las Vegas Sands Corp. actualizó su plan de salud y seguridad para pedir a los jugadores y espectadores de juegos de mesa que se abstengan de fumar o vapear.
“El hecho de no portar un cubrebocas en el trabajo será motivo de despido”, dicta un mensaje interno del director general de Caesars, Tony Rodio.
Mientras que algunos huéspedes dijeron que se sentían completamente seguros en las piscinas de los complejos, otros afirman que se decepcionaron por los nuevos protocolos.
La Junta de Control de Juegos del Estado no está reconsiderando la exigencia del uso de cubrebocas por parte de los clientes de casinos, pero lo haría si los nuevos casos de COVID-19 sobrecargan los hospitales del sur de Nevada.
Incluso a medida que los complejos turísticos están cambiando sus planes y alegan que están listos para reabrir el jueves, los visitantes de todo el país indican que no pueden esperar a llegar a Las Vegas para divertirse.