Para muchos empleados de los Raiders de Las Vegas, trabajar para la organización de la NFL significa vivir sus sueños.
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Mediante un evento abierto solo a medios de comunicación, el gobernador de Nevada, Steve Sisolak, emitió su Informe de Gobierno (State of the State) resaltando optimismo por la recuperación del estado tras los estragos causados por la pandemia de COVID-19; además de exponer sus planes para los próximos meses.
El enfoque conservador que la Autoridad del Estadio de Las Vegas tomó para retirar los bonos para pagar la construcción del estadio está dando sus frutos en la nueva era del miedo al coronavirus.
Un funcionario de Henderson llamó el nuevo centro de práctica de los Raiders un “proyecto catalizador”, aunque los desarrolladores con otros proyectos cercanos al área dieron respuestas mixtas sobre si la llegada del equipo ha provocado cualquier otra construcción cercana.
El jueves, los equipos de construcción continuaron el lento proceso de levantar una red de cables de acero de varias toneladas que soportarán un techo translúcido en el estadio de fútbol de dos mil millones de dólares y 65 mil asientos que se convertirá en el hogar de los Raiders el próximo año.
La incursión en el ámbito del marketing deportivo es parte de un esfuerzo concentrado de Allegiant Air, con sede en Las Vegas, para ayudar a implementar su marca en mercados más grandes.
La aerolínea con sede en Las Vegas solicitó una marca comercial separada para una instalación deportiva.
Se cree que Allegiant, con sede en Las Vegas, está cerca de firmar un acuerdo de derechos de nombre con el estadio de Las Vegas de 1.9 mil mdd valorado en alrededor de 25 mdd al año.