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• Jóvenes estudiantes protestan en el Capitolio por un alto a las deportaciones y son detenidos

En un acto de esperanza y que muchos llamarían de fe, un grupo de estudiantes de diferentes partes del país, todos menores entre las edades de 11 a 17 años, viajaron al Capitolio para protestar para pedir un cese a las deportaciones.

Estos jóvenes, en vez de estar en las aulas, estudiando y dedicando su tiempo a seguir sus metas y sacar buenas calificaciones, decidieron tomar las calles y pedir en una marcha pacífica que se apruebe una reforma migratoria justa y comprensiva.

Fue un total de 11 estudiantes que se manifestaron con pancartas en donde se leían mensajes como “Paren de separar familias”. Entre ellos, dos eran originarios de Las Vegas. Elías González de 15 años de edad quien actualmente cursa el octavo grado y Talia González de 16 años quien cursa el décimo grado, viajaron hasta Washington, D.C. con el propósito de ser escuchados por el presidente de la cámara de representantes John Boehner, quien hasta la fecha no ha mostrado interés en traer a votación un proyecto de reforma. La historia de Elías era como la de cualquier otro niño. Creció dentro de una familia conformada por seis hermanos, contaba con dos padres amorosos, estabilidad económica y todo parecía marchar bien, hasta que en el año 2007, la madre de Elías aplicó para el ajuste de estatus migratorio de su esposo. Debido a que él había ingresado al país de forma ilegal, el proceso indicaba que tenía que salir de Estados Unidos y aplicar por un perdón. Desafortunadamente, el perdón fue negado y se le prohibió la entrada al país por 10 años. La familia de Elías quedó completamente devastada, ya que su padre era el soporte económico; en la deseperación, su padre intenta reingresar de nuevo para poder estar con su familia pero es detenido, y esta vez las autoridades le dan un castigo de prohibición de entrada a Estados Unidos por 20 años.

Astrid Silva, organizadora en los temas de inmigración de la Alianza de Liderazgo Progresista (PLAN por sus siglas en inglés), viajó con los estudiantes y nos comenta como este jóven que en ese entonces solo contaba con 8 años de edad, tuvo que hacerse cargo de sus seis hermanos, vestirlos, darles de comer y llevarlos a la escuela para que su madre pudiera trabajar y proveer economicamente para ellos. “Un niño que tuvo que tomar el papel de jefe de familia, de soporte para su madre y que perdió años importantes de su niñez porque el gobierno de su propio país no le permitió la entrada a su padre”, afirmó Silva.

Una historia similar es la de la estudiante de Talia Gonzalez, quien desde el año 2010 no ha podido convivir de una forma normal con su padre. La madre de Talia, quien es ciudadana americana, aplicó por el ajuste de estatus migratorio y de la misma forma que en el caso de Elias, el padre de Talia tuvo que salir del país para pedir un perdon. La madre de Talia, ilusionada y emocionada, preparó una maleta para solo una semana, sin imaginarse que una semana se iba a tornar en años. En el 2010, el padre de Talia viajó a Ciudad Juaréz, para pedir el perdon y poder regresar a Estados Unidos pero las autoridades migratorias se lo negaron, castigándolo con 10 años sin poder ingresar de nuevo. La madre de Talia, trabaja manejando camiones del distrito escolar y junta su dinero para llevar a sus dos hijas durante los meses de agosto y diciembre a ver a su padre a México. El viaje solamente es toda una odisea, ya que el camión tarda de 2 a 3 dias en llegar a su destino, ven a su padre por solo 3 dias, y el viaje de regreso es 2 dias mas. Todo el dinero que su madre junta, se gasta durante el camino. En algunas ocasiones el padre de Talia viaja a la ciudad de Mexicali que esta en la frontera para que de esa forma no tengan que viajar tantos dias. A pesar de esto, la mamá de Talia tiene miedo, ya que la situación de violencia que se vive en México hace que sea un peligro viajar con sus hijas de 8 y 16 años de edad. Talia tiene la esperanza de volver a ver a su padre, ella soñaba con que el estuviera presente en su graduación se secundaria, ahora esta a punto de graduarse de la preparatoria y ese sueño aún no se cumple.

El Viaje:

Los jóvenes salieron de la ciudad de Las Vegas el dia 28 de abril hacia Washington, D.C., la protesta se llevó a cabo precisamente el dia del niño, el 30 de abril. La manifestación se realizó enfrente del capitolio, exactamente en el área donde se encuentra la cámara de representantes. Fuera del edificio, en plena calle, los estudiantes bloquearon el acceso al tráfico sentandose en medio de la carretera. Un total de 7 jóvenes entre 11 y 17 años de edad se encontraban ahi, entre ellos Talia y Elias. Bajo una lluvia incesante, los niños no se movieron, se qudaron ahí y de ninguna manera se rindieron. A pesar de que ellos conocian los riesgos de esta marcha, se sintieron inspirados y motivados a realizar la protesta. El miedo no los venció, ellos necesitaban que su voz se escuchara. Estuvieron alrededor de 45 minutos antes de que la policía los empezara a arrestar. 20 adultos fueron arrestados con ellos también.

Astrid Silva, nos comentó en entrevista para El Tiempo, el ejemplo tan importante que estos jóvenes nos dejan. “Todos estos niños estan tocados por la reforma, la historia que tienen en común es precisamente esa, un alto a las deportaciones y la aprobación de una reforma migratoria. Estos jóvenes esperaban que el Presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, los escuchará, el no quiere darle la cara a nuestras familias y decirnos las razones por las cuales no nos quiere dar un voto” señaló. “Esto es lo más cerca que hemos estado de una reforma migratoria en décadas, lo único que falta es que John Boehner ponga la reforma a voto, mañana mismo si el quisiera. La comunidad hispana no se da cuenta del poder tan grande que tiene, estos dos niños son un ejemplo de eso. Ellos estan haciendo todo lo posible para poder ver de nuevo a sus padres, lo menos que nosotros podemos hacer es escribir cartas a nuestros congresistas”, enfatizó Silva.

Desde el punto de vista legal, la abogada Katia Pereira nos comentó que es muy importante que llamemos a nuestros líderes, a nuestros congresistas, involucrarnos mandandoles correos electrónicos, cartas y hacer conciencia de que nuestra voz cuenta en las decisiones que se tomen de aqui en adelante. “Las marchas o protesas son una forma de sensibilizar al pueblo, cuando un congresista vota a favor o en contra, el sigue la voz de su pueblo, y para que nuestros líderes sientan la necesidad de votar, la mayoría de la población debe estar a favor de la reforma, y el hacer protestas o marchas es para sensibilizar al resto de nuestra población y que hagan conciencia” indicó Pereira.

Estos jóvenes son ciudadanos americanos, los cuales estan perdiendo parte de sus derechos al no poder tener una familia unida y donde por razones de las deportaciones y la separación de familias tienen que tomar el papel de jefes de la casa, abandonar o descuidar sus estudios para poder ayudar en la casa, y que la madre o el padre que se han quedado de este lado de la frontera puedan mantenerlos economicamente. ¿Es este en realidad el panorama que queremos para nuestra juventud?, ¿Es en realidad un método justo de tratar a nuestros jovenes y niños?, ¿Estan los representantes de nuestro gobierno concientes de el daño emocional e inclusive físico que estas deportaciones y la falta de una reforma migratoria les estan ocasionando? Estan son preguntas que nos tenemos que hacer nosotros también y tomar acción. En las próximas elecciones es crucial votar por los líderes que esten a favor de una reforma, independientemente de el partido al que pertenezcan.

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