Homenajearon a la Morenita del Tepeyac
diciembre 16, 2016 - 2:57 pm
“Desde el cielo una hermosa mañana, la guadalupana, la guadalupana, bajo al Tepeyac”, era el coro que el mariachi Colima de Las Vegas, entonó en la iglesia católica de Santa Anna, en la misa del medio día, el pasado lunes 12 de diciembre, aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe, patrona de México y Emperatriz de la Américas.
Con al menos 3 misas diarias durante todo el fin de semana y el lunes 12 de diciembre, las diversas iglesias católicas celebraron con la comunidad hispana y sobre todo mexicana, la aparición de la virgen morena, que se le apareció al indígena San Juan Diego, en el año 1531 en el cerro del Tepeyac, donde actualmente se sitúa la Basílica de Guadalupe.
Un ambiente solemne y de atención a las palabras del monseñor Greg Gordon cuando narraba la historia de la Virgen de Guadalupe, fue el mensaje de la misa del mediodía.
La celebración y júbilo comenzó cuando finalizó su intervención Gordon, al grito de ¡Viva la Virgen de Guadalupe!, ¡viva!, respondieron los creyentes.
Tomás Cayetano, originario de Puebla, México, adjudicó a la guadalupana, el milagro de estar vivo luego de haber cruzado la frontera entre su país y Estados Unidos. Durante todo el trayecto dejó su vida en manos de su santa madre.
“Hoy (12 de diciembre) son 4 años de vivir en Las Vegas, tener trabajo y salud, todo gracias a la Virgen” manifestó el fiel religioso.
“Mi devoción fue inculcada desde muy chico por mis padres, y desde entonces sigo la tradición. Las misas han sido muy bonitas, para mí es algo maravilloso agradecer año tras año, soy creyente, es milagrosa, por eso estoy aquí, le he pedido más cosas y si me las ha cumplido, por eso estoy con ella celebrando”, agregó Cayetano.
Las tradicionales mañanitas no pudieron faltar en esta festividad, además de la danza folklórica por parte del grupo “Santa Cruz”.
Aidé Castor, bailarina del grupo “Santa Cruz”, dijo ser guadalupana, y su grupo solamente se presenta en iglesias para la fiesta de la virgen. Desde la misa de las 5 de la mañana, hasta las nocturnas de las 10 de la noche realizaron su danza al ritmo de los tambores y cascabeles.
“Bailamos por la devoción, es una forma de evangelizar”, afirmó Castor.
El monseñor de la iglesia de Santa Anna, Greg Gordon expresó que el 12 de diciembre de cada año es la fiesta más importante, la de la Virgen de Guadalupe, “es un milagro presente y real su aparición a San Juan Diego, hay que orar por María y Juan Diego en nuestras vidas, hoy las familias vienen por ayuda espiritual y traen flores, disfrutan del mariachi y las danzas”.
Gordon, originario de Pennsylvania, Estados Unidos, confesó que en sus inicios en la vida religiosa se mostró sorprendido por la devoción de los mexicanos a la virgen del Tepeyac, “es un ejemplo que no se ve en otras comunidades, ni para ninguna otra virgen o santo, eso me impulsa a que mi propia fe sea más fuerte por la madre de Jesús”.