México incluye a los inmigrantes en su presupuesto 2017, pero en el pasado usó el dinero para frenar su paso
En su presupuesto para 2017, el gobierno mexicano contempla varios programas en migración, uno de ellos es para la atención y se espera que cuente con más de 137 millones de pesos (7.3 millones de dólares). A eso se suman recursos internacionales; sin embargo, no es claro a dónde va a parar ese dinero, pues los migrantes que pasan por México siguen sufriendo abusos.
El paquete económico –que será aprobado por el Congreso de la Unión- presenta varios recortes, pero donde no escatimará dinero es en la mejora de servicios migratorios, a cargo de la Secretaría de Gobernación y del Instituto Nacional de Migración (INM).
En la actualidad no se han visto mejoras, a pesar que el INM tiene un presupuesto de más de 2,000 millones de pesos (107 millones de dólares). Los centros migratorios, donde se retiene a los migrantes, son la evidencia de la desatención y el olvido.
En los últimos seis años, cuatro migrantes se han suicidado dentro de las estaciones migratorias en México, de acuerdo con un requerimiento de transparencia del Instituto Nacional de Migración. Tres de los casos sucedieron entre 2015 y 2016, fechas en que ya estaba activado el Plan Frontera Sur, cuya misión es proteger a este sector vulnerable.
Según los datos, dos salvadoreños se suicidaron en Chiapas (2015-2016), un ecuatoriano en Michoacán (2015) y un dominicano en Yucatán (2010).
La hermana Leticia Gutiérrez Valderrama, directora general de Scalabrinianas Misión para Migrantes y Refugiados (SMR), dijo a Univision Noticias que esos centros sirven más como cárceles que albergues.
Ahí, comentó, los migrantes sufren hacinamiento, falta de atención médica o psicológica e incluso sufren hambre. Hay ocasiones donde los retienen por meses, sin que los migrantes sepan cuál es su condición migratoria. No se les brinda ningún tipo de cuidado, aseveró Gutiérrez Valderrama.
El encierro genera un importante impacto psicoemocional, agravado por el uso de cuartos de castigo. Es común que las personas sufran una tortura psicológica derivada de la incertidumbre y el desconocimiento del procedimiento administrativo migratorio. La desorientación y el lenguaje coercitivo de algunos custodios o del personal del Instituto Nacional de Migración parecen orientados a generar miedo y a evitar nuevos intentos de migración, dice un informe de la organización Sin Fronteras, la cual desde 2005 hace un monitoreo de estos lugares.
Desde hace tres años se incrementó el número de detenciones de migrantes en México. En el periodo de julio de 2013 a julio de 2014 se detuvieron a 97,000 personas, para el siguiente periodo en 2015, la cifra subió a 168,000.
Esta explosión de detenciones se da de manera paralela al inicio del Plan Frontera Sur.
Al Plan Frontera Sur se le suma el Plan Mérida, el cual surgió para combatir el crimen organizado, pero también tiene el objetivo de fortalecer fronteras y mejorar estaciones migratorias. Ambas iniciativas fueron firmadas entre México y Estados Unidos.
El gobierno estadunidense, encabezado por Barack Obama, le ha dado a México más de 2,300 millones de dólares para el Plan Mérida. Con ese dinero, el gobierno mexicano han comprado armamento, tecnología de vigilancia, inteligencia y hasta helicópteros y vehículos de mar y tierra para cuidar sus fronteras.
La anterior es una cifra dada a conocer por el Congreso de los Estados Unidos, pero una investigación del diario The Washington Post refirió que el monto asciende a 3,500 millones de dólares en 2015.
El periódico citó a Íñigo Guevara Moyano, un consultor de defensa mexicano, y a otro funcionario estadunidense quien guardó anonimato. De acuerdo con las fuentes, con ese dinero México adquirió 24 helicópteros Blackhawk, 2,200 vehículos Humvees, entre otros artículos.
El dinero del Plan Mérida es también usado para el Plan Frontera Sur, eso lo mencionó en un informe la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a finales de 2015. La preocupación del organismo es que a pesar que la misión es proteger a los migrantes, los recursos se han utilizado para desplegar cuerpos de seguridad en las fronteras.
El despliegue del Plan Frontera Sur ha supuesto un aumento desproporcionado de la presencia coordinada de cuerpos de seguridad en los estados del sur de México, empleados en el refuerzo del aseguramiento de la región con fines de control fronterizo y migratorio, que tiene efectos en la vida y derechos de las personas migrantes y refugiadas que viven o transitan por la región, pero también de las personas de origen local, refiere el informe de la CIDH.
Dónde queda el dinero
En México no se sabe a ciencia cierta cuánto dinero es utilizado para el Plan Frontera Sur: en diversos requerimientos de transparencia, Gobernación y el Instituto Nacional de Migración han referido que no hay registro de esos recursos, o al menos esos montos no fueron etiquetados como tal, sino que entraron catalogados de otra manera o entraron a una cuenta global donde no hay forma de seguir su destino.
Realizada la consulta a la Dirección de Recursos Financieros de este Instituto, esta se pronuncia manifestando, que el Instituto Nacional de Migración es un Órgano Desconcentrado de la Secretaria de Gobernación, cuyo presupuesto se encuentra sectorizado en el Ramo 04, Gobernación, y los recursos que utiliza para su ejecución se registran de manera global con base en el clasificador por objeto del Gasto para la Administración Pública Federal vigente, bajo los distintos niveles de agrupación, capitulo, entidad federativa y partida que tiene autorizado como Unidad Responsable; por Io que no se asigna presupuesto para Plan Frontera Sur, dice una respuesta –vía transparencia- del Instituto Nacional de Migración.
En otro requerimiento de transparencia, Gobernación negó tener registro de los montos destinados al Plan Frontera Sur, aunque anexa un avance presupuestal, el cual detalla que en 2015 destinó más del 95% del dinero a pagos administrativos y sólo el 0.023% para labores en campo y de supervisión.
