La ciudad de Las Vegas trabaja para legitimar a los vendedores ambulantes de comida
Los vendedores de comida pueden ser vistos en las calles y vecindarios del valle, vendiendo bocadillos como mazorcas de maíz o fruta fresca picada desde sus puestos ambulantes.
Esta práctica era ilegal hasta que se aprobó la Ley 92 del Senado en la Legislatura de Nevada de 2023.
En la ciudad de Las Vegas, los vendedores de comida pronto podrán salir de la sombra para obtener permisos y ser regulados.
La ciudad está en proceso de redactar una ordenanza para cumplir con la ley estatal y seguir el ejemplo del Condado Clark en la legitimación de los negocios.
El miércoles, funcionarios de la ciudad esbozaron el trabajo de base necesario antes de que el Concejo de la Ciudad pudiera votar sobre una ordenanza, en principio a finales de diciembre.
Darcy Adelbai-Hurd, gerente de licencias de negocios de la ciudad, dijo el miércoles que no estaba claro cuántos vendedores operan actualmente dentro de los límites de la ciudad, pero dijo que la ordenanza no limitaría cuántos tienen licencia.
La ciudad otorgaría licencias a los negocios, y el Distrito de Salud del Sur de Nevada los regularía.
Las autoridades municipales están realizando un estudio de impacto comercial para determinar cómo podría afectar la ordenanza a la ciudad.
Está previsto que el proyecto de ley se presente al Concejo de la Ciudad a mediados de noviembre, se envíe a la comisión de recomendaciones a principios de diciembre y se someta a una votación final provisional el 20 de diciembre.
Por ahora, la ciudad está celebrando sesiones informativas y de escucha, siendo la del miércoles la primera a través de un seminario en internet.
Los comisionados del Condado Clark votaron a principios de este mes la aprobación de la ordenanza del condado, con lo que la jurisdicción se pone en fila con la ley estatal.
Reglas y licencias
Los vendedores no incorporados al Condado Clark tendrán prohibido operar a menos de 1,500 pies de un hotel resort, o de grandes espacios para eventos, como el Allegiant Stadium.
Las mismas distancias se aplicarían a los dueños de negocios en Las Vegas e incluirían separaciones de mil pies de Fremont Street Experience y el distrito de entretenimiento del centro de Las Vegas.
Las mismas distancias se aplicarían a los casinos que no sean resorts, a las instalaciones escolares mientras se impartan clases y a los parques y centros recreativos públicos.
Habría una restricción de 500 pies de distancia de los mercados de agricultores, y eventos especiales a menos que se permita específicamente.
Los vendedores no podrán operar a menos de 150 pies de restaurantes mientras los locales estén abiertos.
Aunque podrían operar en vecindarios residenciales, los vendedores tendrían que desplazarse y no permanecer en un mismo lugar, según el concejo.
El horario de funcionamiento estaría limitado de 7 a.m. a 11 p.m., según el concejo.
Las licencias comerciales costarían 150 dólares al año, con una tasa única de solicitud de 50 dólares, según el concejo de la ciudad.
El Distrito de Salud regularía las normas sanitarias.
Los vendedores necesitarían un permiso del Departamento de Salud, que costaría unos 900 dólares el primer año, con renovaciones anuales posteriores de 300 dólares, dijo Nikki Burns-Savage, supervisora del Departamento de Alimentación Especializada del Distrito de Salud. Añadió que habría una opción de plan de pago.
El permiso inicial se concederá en virtud de un conjunto de reglamentos ya establecidos, pero el Distrito de Salud elaborará normas específicas para 2025, dijo.
Cada empleado también tendría que obtener una tarjeta de salud, y la comida no podría prepararse en casa, dijo Burns-Savage.
Los vendedores podrían comprar y vender los alimentos el mismo día o rentar un espacio en el economato, dijo.
Mientras tanto, la Secretaría de Estado anunció el miércoles los nombramientos del Grupo de Trabajo sobre Vendedores Seguros en las Aceras. En virtud de la ley estatal, la oficina se encargó de proporcionar información actualizada a las futuras Legislaturas.
El colectivo está formado por funcionarios locales y estatales, un activista, vendedores y un representante de la policía de Las Vegas.
