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Las cardiopatías requieren cuidados especiales durante el embarazo

Pregunta: Tengo 32 años y he vivido con un problema cardíaco congénito desde la infancia. Estoy recién casada y me gustaría tener hijos, pero entiendo que un embarazo podría ser de alto riesgo para mí. ¿Cómo afecta el embarazo al corazón? ¿Hay algo que pueda hacer para reducir el riesgo de complicaciones si concibo?

Respuesta: El embarazo provoca muchos cambios que pueden aumentar la carga de trabajo del corazón. Durante el embarazo, el volumen de sangre aumenta entre un 30 y un 50 por ciento para alimentar al bebé en crecimiento. El corazón bombea más sangre por minuto y la frecuencia cardíaca aumenta. Durante el parto también ocurren cambios rápidos que afectan al corazón y aumentan aún más la carga de trabajo. Después del parto, el cuerpo tardará varias semanas en volver al estado anterior al embarazo.

El aumento de la carga de trabajo durante el embarazo y el parto puede causar complicaciones. Sin embargo, muchas mujeres con cardiopatías dan a luz a bebés sanos. Si padeces una cardiopatía, necesitarás cuidados especiales durante el embarazo para reducir el riesgo de complicaciones para ti y tu bebé.

Las complicaciones derivadas de una cardiopatía materna se producen en aproximadamente entre el uno y el tres por ciento de todos los embarazos. Los riesgos dependen de la naturaleza y gravedad de tu cardiopatía.

Dado que naciste con una cardiopatía congénita, tu bebé tiene un mayor riesgo de desarrollar también algún tipo de defecto cardíaco. También puedes correr el riesgo de sufrir problemas cardíacos durante el embarazo y de tener un parto prematuro, dependiendo de tu anomalía cardíaca específica.

Dependiendo de tu anomalía cardíaca específica, un embarazo puede complicar otros problemas que puedas tener, entre ellos:

Problemas de ritmo cardíaco: Las anomalías leves del ritmo cardiaco son frecuentes durante el embarazo. No suelen ser motivo de preocupación. Si necesitas tratamiento para una arritmia, es posible que te administren medicación. Si tienes antecedentes de anomalías del ritmo cardiaco antes del embarazo y estás tomando medicación para ello, deberás hablar con tu cardiólogo sobre los medicamentos adecuados que debes usar durante el embarazo. Si ya llevas un marcapasos o un desfibrilador, aún puedes tener un embarazo sano.

Problemas en las válvulas cardíacas: Tener una válvula cardiaca que no funciona normalmente puede complicar el embarazo, dependiendo de la gravedad de la disfunción valvular. Un estrechamiento grave de la abertura de las válvulas, o estenosis, puede no tolerarse bien durante el embarazo. Si se te ha sustituido una válvula cardíaca por una válvula cardíaca mecánica, esto plantea un problema especial durante el embarazo porque la medicación oral, que suele ser necesaria para evitar que la válvula se coagule, puede afectar al desarrollo del bebé. Existen anticoagulantes inyectables alternativos que pueden usarse durante parte del embarazo, pero las pacientes deben ser monitoreadas de cerca por un especialista durante todo el embarazo y el parto.

Insuficiencia cardíaca congestiva: La insuficiencia cardíaca congestiva ocurre cuando el corazón no puede funcionar con eficacia. Si el corazón no puede funcionar eficazmente antes del embarazo, le resultará difícil enfrentar las mayores exigencias del embarazo, y la insuficiencia cardíaca puede empeorar. Esto puede provocar un aumento de la hinchazón, dificultad para respirar o intolerancia al ejercicio. En los casos graves, el bebé puede no crecer adecuadamente, lo que provoca un parto prematuro.

Aneurisma aórtico: El agrandamiento, o aneurisma, de la aorta en mujeres en edad fértil suele estar relacionado con una enfermedad genética, como el síndrome de Marfan o el síndrome de Loeys-Dietz. Si padeces una de estas afecciones, puedes correr un mayor riesgo de sufrir una mayor dilatación de la aorta o complicaciones aórticas, como la disección, durante el embarazo y en las semanas posteriores al parto. El tratamiento de estas afecciones durante el embarazo puede requerir la obtención de imágenes de la aorta a intervalos durante el embarazo para ver si el tamaño está cambiando, y puede ser necesaria medicación para reducir la tensión en la pared aórtica.

Antes de intentar concebir, puede ser conveniente que hagas una cita con un cardiólogo materno con experiencia en el tratamiento de cardiopatías durante el embarazo. Este especialista trabajaría conjuntamente con el profesional de la atención a la salud que se encargue de tu embarazo.

Un cardiólogo materno evaluará tu enfermedad cardiaca actual, hablará del riesgo de embarazo específico para ti y tu enfermedad y te dará recomendaciones sobre cambios de tratamiento antes del embarazo.

Algunas cardiopatías deben tratarse antes del embarazo para que sea de menor riesgo. Esto puede incluir la cirugía cardíaca, por ejemplo, para tratar una afección valvular cardíaca como la estenosis aórtica. El embarazo es de alto riesgo para las mujeres con presiones arteriales pulmonares elevadas, o hipertensión pulmonar, o una función cardiaca gravemente reducida. En estos casos, es aconsejable evitar el embarazo.

Además, como algunos medicamentos pueden afectar al bebé en el útero, ciertos medicamentos para tratar afecciones cardiacas no se usan durante el embarazo. Si necesitas medicación para controlar tu cardiopatía, el especialista puede hacer los ajustes necesarios. Es posible que haya que modificar la dosis o que necesites un medicamento alternativo.

Durante el embarazo, es posible que te remitan a un especialista en medicina materno-fetal, que es un obstetra especializado en embarazos de alto riesgo. También se te puede enviar a un genetista médico, un neonatólogo y un anestesista obstétrico para que te ayuden a controlar el embarazo y el parto.

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