La soberbia derrotará a AMLO
junio 19, 2015 - 4:02 pm
López Obrador ya se siente en Los Pinos porque su partido ganó la mayoría en la Asamblea del DF y a nivel nacional obtuvo ocho y medio puntos.
Se trata de un buen arranque, pero el propio López Obrador se va a encargar de sabotearlo. Ya empezó.
Con esa votación cree tener la fuerza para prescindir del PRD y Movimiento Ciudadano, partidos a los que insultó en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula.
Esa fue su reacción: en lugar de tender puentes luego de una jornada victoriosa para él, se encargó de dinamitarlos. Está en su naturaleza.
Se va a repetir la historia de 2006: su soberbia lo va a derrotar.
En esta ocasión su partido tuvo una alta votación porque López Obrador dividió a la izquierda. Ahí están los números.
“Gran triunfo de Morena en el Distrito Federal”, se dice, y con razón. Pero lo que hubo fue una gran mordida al pastel de la izquierda.
Para alcanzar la Presidencia, como es su meta, López Obrador tiene que acercar al resto de la izquierda.
A Movimiento Ciudadano, que se alzó con una elevada votación de seis por ciento, le dijo que era un partido de buscapuestos, es decir, oportunistas. Eso es verdad, pero los tiene que sumar.
¿A poco Dante Delgado y compañía se volvieron unos oportunistas en estas elecciones, y antes eran luchadores sociales?
Siempre han sido la misma cosa, pero antes eran aliados de AMLO. Con el 8.5 por ciento de su lado, el caudillo de Morena se insufló de soberbia.
Para los perredistas sólo tuvo frases de desprecio en esa entrevista, y para que no quedara duda dijo que “Morena siempre irá solo”.
Es una buena noticia para el país, pero mala para él. Va a volver a perder, teniendo todo para ganar.
Si se suman Morena, PRD, Movimiento Ciudadano y PT, sería un conglomerado difícil de vencer en 2018, con un candidato conocido como él, o algún otro que conecte con la población.
El PRI perdió 2.5 millones de votos entre las elecciones intermedias pasadas y éstas. El PAN perdió dos millones 200 mil votos en ese mismo periodo. Quiere decir que hay un desencanto con los dos partidos que han gobernado al país.
¿Qué hace López Obrador ante ese escenario tan favorable para la izquierda? Dividirla. Atomizar el voto que lo haría ganar.
El PRD tiene el 11 por ciento de los votos, y no los quiere. MC el 6, y los desprecia.
¿Qué van a hacer esos dos partidos, que tienen fuerza propia? Van a buscar sus propias alianzas para alcanzar la Presidencia, tal vez con el PAN, y no se van a dejar regañar por un iluminado que cree que ya ganó.
La soberbia hizo perder a López Obrador en 2006. Ella, su vieja compañera, se encargará de derrotarlo otra vez.