corazón y garra

Jason tiene el corazón de un guerrero; pese a la distrofia cardiaca que padece. El jovencito de 15 años tiene una fuerza arrolladora, que logra sobreponerse a los diagnósticos negativos de la ciencia. Dicha enfermedad con la que ha sido diagnosticado no ha podido detener a Jason para acudir a la cancha de footgolf cada semana; dejando con la boca abierta a sus compañeros de equipo y quienes lo admiramos desde afuera del campo.

Minutos antes de ingresar al verde césped del Anthem Hills Park, El Tiempo platicó con los padres de Jason, Claudia Margarucci y Alberto Gómez, quienes explicaron en detalle cual es la condición física actual del pequeño, y lo que ha sufrido desde su nacimiento.

“Al nacer Jason fue diagnosticado con hipertrofia cardíaca, una enfermedad que consiste en un aumento del grosor del músculo cardíaco, y produce la estrechez de la apertura de la válvula que regula el paso de la sangre hacia los pulmones. Junto con el Síndrome de Noonan, causa un trastorno que se caracteriza por talla baja, cardiopatía, y rasgos faciales típicos”, explicó Gómez, antes de comenzar la práctica sabatina.

Por su parte, Claudia agregó que, “Debido a sus problemas cardíacos, Jason debió hacer “home school” los primeros años. Actualmente, acude al Colegio Sunrise Mountain, donde ha hecho muchos amigos, pero al salir de clase, los demás niños se van a practicar algún deporte y Jason no. Es por eso que hemos encontrado en el footgolf, la posibilidad de una actividad divertida sin un solo acto de violencia”, dijo la madre de Jason quien no dejaba de observar a su hijo, con sus ojos llenos de lágrimas.

Durante la jornada, Jason se tomó un descanso después del tercer hoyo; se mojó la cabeza y comentó que, “Por medio de la fundación Make a Wish, mi mamá y yo fuimos a Argentina para cumplir mis sueños de visitar la cancha de Boca, equipo del que soy hincha”, manifestó el jovencito.

El padre de Jason reveló por las situaciones que ha tenido que pasar su hijo.

“Ya tuvo tres operaciones de corazón abierto, testículos, apéndice y en la boca. Pese a esto, Jason consigue caminar 15 mil pasos en un período de 3 horas y media, compitiendo con los mejores jugadores del circuito”, relató Gómez.

Se le preguntó a Jason si le gusta alguna muchacha del colegio y prontamente respondió; “Me gusta una morocha latina, pero ella todavía no sabe nada”; se sonrió, y con la ternura de un niño se alejó preocupado por el próximo hoyo a jugar.

Para concluir, el director de Nevada Footgolf Association, Pablo Rodríguez, destacó que parte de los logros conseguidos en la vida diaria de Jason, se deben a la práctica de este deporte.