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Pinball y caridad en “Sin City”

El nuevo Salón de la Fama del Pinball, el más grande del mundo, ya está abierto al público.

El sitio, que tiene semejanza a una bodega, fue creado por los miembros del Club de Coleccionistas de Pinball de Las Vegas y liderado por su presidente, Tim Arnold, para albergar y exhibir la colección de Pinball más grande del mundo.

“La ciudad de Las Vegas cuenta con grandes atractivos, además de los casinos del Strip, como lo son el Neon Museum, The Clown Factory, Elvis Museum, por eso era importante también tener el Salón de la Fama de Pinball más grande del mundo en ‘Sin City’”, expresó a El Tiempo Tim Arnold, propietario del lugar, y que comenzó este sueño en los años setenta.

- Un sueño de pinball

Arnold contaba con solo 16 años de edad en 1970 y vivía en Michigan; comenzó a operar una tienda de juegos de Pinball y se convirtió en fan del mismo. Además de que era un jugador muy ávido, conocía todos los trucos para poder ganar. Entonces decidió comprar su primera máquina de pinball y ponerla en su garaje. Los niños de su vecindario pagaban 10 centavos para poder jugar. Poco después Tim decidió ir más allá; comenzó a comprar más máquinas descompuestas, las reparaba y las ponía en su garaje. Poco después ya no solo las ponía en su garaje, sino que también las ponía dentro de lavanderías y tiendas de su ciudad.

Ya para 1982 el éxito del negocio de Tim era tan grande que todos en su pueblito en Ann Arbor, Michigan, lo conocía como el magnate del Pinball. Ese sueño duró hasta 1990 en Michigan, porque Tim Arnold decidió retirarse y trasladarse a Las Vegas. Pero lo hizo con su colección de 1,000 máquinas de Pinball.

- Viva Las Vegas

Ya en “Sin City”, se le ocurrió otra gran idea: utilizar sus máquinas en Las Vegas y que el dinero ganado fuera para ayudar a los menos afortunados de la comunidad. Pero como no iba a hacer tan fácil recaudar fondos con 10 o 25 centavos que las personas gastaban en sus máquinas, empezó a comprar más maquinas viejas y de colección, unas se las quedaba para su local y otras las vendía. Estos fondos los empezó a guardar para poder construir algún día el Salón de la Fama de Pinball. Y poder seguir ayudando a organizaciones no lucrativas como el “Salvation Army” entre otras.

Finalmente, en los noventa, Tim y su Club de Coleccionistas de Pinball pudieron inaugurar el primer “Pinball Hall of Fame” en un predio de 10,000 pies cuadrados en Tropicana Avenue, ¡una instalación independiente y dedicada solo para Pinball!

En este lugar estuvieron hasta el pasado mes de abril del 2021.

Después de muchos años -y bastante sacrificio- ,Tim decidió expandirse a un nuevo lugar más cerca de Las Vegas Boulevard.

El nuevo Salón de la Fama del Pinball está cerca del letrero “Bienvenido a la fabulosa Las Vegas”, al sur del Mandalay Bay, en el extremo sur del Strip de Las Vegas.

El salón de la fama alberga (y exhibe) la colección más grande del mundo de pinball; cuenta con 1,000 máquinas por el momento, además de otras de videojuegos retro. Las máquinas van desde unidades de los años 50’s hasta los 90’s. Dado que es un museo sin fines de lucro, los juegos más antiguos de las décadas de 1960, 1970 y 1980 son los precursores, ya que este fue el “apogeo” del pinball.

- ¿Qué es el juego de “Pinball”?

Es una máquina (de juegos) que consiste de un mueble rectangular en forma de mesa, con cuatro patas metálicas con cierta pendiente hacia uno de los lados más estrechos. Desde el lado más bajo, mediante un dispositivo con muelle manual o automático, se lanza hacia arriba una bola metálica, siempre rodando y luego desciende por la superficie. La bola de pinball estándar está hecha de acero, tiene un diámetro de 27 mm y pesa 80 gramos.

El juego termina cuando la bola abandona el campo de juego por la zona de salida de la bola situada en la parte inferior del tablero. Pero, justo antes de dicha salida, se encuentran los flippers: un par de aletas o brazos mecánicos que se accionan pulsando los botones situados en los laterales de la mesa. La base de la aleta estándar es un círculo de 15 mm de diámetro, que desciende hasta un círculo de 5 mm de diámetro en la punta.

Aunque el reglamento varía en cada mesa, lo habitual es jugar tres bolas por partida. Dependiendo de la puntuación obtenida y de otros múltiples aspectos, se puede obtener una bola extra o incluso una partida extra. Se trata de un juego de naturaleza física y la habilidad golpeando a la máquina, moderadamente, con mimo, delicadeza y hasta cariño, caracteriza al jugador experto tanto como manejar bien los flippers: No es fácil llegar a ser un experto del Pinball.

Para su decoración, se suelen utilizar imágenes de explosiones, coches de carreras, naves espaciales y colores chillones. También es típico que tengan luces, rampas metálicas, golpeadores (bumpers), puertas secretas colocadas estratégicamente, toboganes metálicos por los que se desliza la bola, botones que al ser golpeados por la bola accionan luces sobre las que hay impresas letras, con el objeto de formar una palabra para inicial un efecto o desafío especial que dura el resto del turnol. El Pinball también es considerado como una máquina recreativa como ícono de la cultura pop de finales del siglo veinte.

“Las Vegas es conocida por sus máquinas de tragamonedas en los casinos, video póquer, keno y ruleta. Basa su prestigio en las máquinas. Y el “Pinball Hall of Fame” no es diferente, bueno, si lo es. Aquí tenemos máquinas de pared a pared, pero que brindan diversión, algo por lo que mucha gente viene a Las Vegas y no gana nada”, dijo Arnold, agregando que “el Pinball es un antídoto contra el esclavo del juego que gobierna la ciudad. La diversión es obligatoria y es algo con lo que te irás, a diferencia de lo que ofrece una máquina tragamonedas. Las personas que juegan, siempre están saltando de arriba y abajo, riéndose y se divierten y además toda la familia lo pueden hacer, desde los más pequeños de la familia, hasta los más grandes”.

Lo sorprendente es que para ingresar al lugar no se tiene que pagar absolutamente nada, la entrada es gratis; tanto para los locales como para turistas. Solo se paga por máquina para jugar y el costo va desde 25 centavos hasta máximo 50 centavos. Todo lo recaudado de las ganancias será utilizado para solventar los gastos para pagar la renta, la luz y mantener el local y por supuesto su meta principal es seguir donando a diversas organizaciones no lucrativas de la ciudad.

Para concluir Tim invitó a los turistas, pero especialmente a los residentes locales a visitar el “Pinball Hall of Fame” además de que se pueden divertir de lo lindo, pueden ayudar a organizaciones no lucrativas. El sitio está abierto de 11 a.m. a 11 p.m., de lunes a domingo.

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