El trío de Boogaloo acusado dos veces, terrorismo y violencia
junio 18, 2020 - 11:14 am
En un peculiar esfuerzo coordinado, tres sospechosos de ser miembros del movimiento Boogaloo fueron acusados por grandes jurados del condado y del gobierno federal el miércoles en relación con una supuesta conspiración para causar violencia durante las protestas de “Black Lives Matter”.
Los tres acusados: Stephen Parshall, de 35 años, Andrew Lynam, de 23, y William Loomis, de 40, están bajo custodia federal sin derecho a fianza.
Se enfrentan a cargos de terrorismo de estado, explosivos y a cargos federales de conspiración para causar destrucción por fuego, explosivos y de posesión de un dispositivo destructivo no registrado, una bomba molotov.
Los cargos en ambas acusaciones también incluyen supuestos planes del grupo de extrema derecha para bombardear una subestación eléctrica y dañar edificios federales.
“Nunca había escuchado que ambas jurisdicciones estuvieran tan bien calibradas que terminaran con acusaciones el mismo día”, opinó el veterano abogado defensor, Thomas Pitaro. “Creo que quieren adelantarse a esta amenaza y enviar un mensaje a la gente que ha estado cometiendo esta violencia. Ese mensaje es que no vengan aquí y piensen que se van a salir con la suya”.
La ex fiscal federal, Kathleen Bliss, añadió: “Fueron procesados por ambas jurisdicciones sin paros ni peros. Definitivamente es una indicación de que las autoridades están considerando seriamente esto”.
La Jueza Jefa de Distrito, Linda Bell, fijó una fianza de un millón de dólares para los tres acusados en el tribunal estatal y un “monitoreo electrónico de alto nivel” si terminan siendo liberados. Bell también ordenó a los hombres que se presenten para una lectura de cargos el 16 de julio.
La estricta vigilancia electrónica fue solicitada por el Fiscal de Distrito, Michael Dickerson, quien ha argumentado que los hombres son un peligro para la comunidad.
Los cargos en ambas acusaciones de alto perfil son los mismos que los contenidos en anteriores denuncias penales que los fiscales presentaron el 2 de junio en el Tribunal de Justicia de Las Vegas y en el tribunal federal.
El caso estatal ahora va directamente al Tribunal de Distrito del Condado Clark para juicio, y los tres acusados serán procesados en el tribunal federal el 24 de junio.
El abogado defensor Robert Draskovich, que representa a Parshall, dijo que cree que las pruebas son insuficientes para apoyar los cargos en el caso estatal.
“Mi cliente está deseando tener su día en el tribunal en ambos casos”, dijo Draskovich después de que se devolvieran las acusaciones. “Esto parece estar basado en la historia de un testigo cooperador con muy poca participación encubierta del FBI”.
El abogado de Loomis, Richard Wright, rechazó el comentario.
Los agentes del FBI indicaron que arrestaron a los tres hombres el 30 de mayo después de saber que los acusados estaban preparados para lanzar bombas molotov a la policía durante una protesta en el centro de la ciudad esa noche. El FBI se había infiltrado en el grupo y trabajó en la investigación conjuntamente con la policía de Las Vegas y otras autoridades policiales.
El movimiento extremista Boogaloo, que está descentralizado sin líderes nacionales, cree en una inminente guerra civil y en un colapso definitivo social.
En una audiencia en la corte federal el martes, el Asistente del Fiscal Nicholas Dickinson, llamó a Lynam el “líder vocal y táctico” de facto del grupo local.
Dickinson le mencionó a la Jueza de Paz de Estados Unidos, Nancy Koppe, que Lynam (el miembro más joven del grupo) moderaba su página de Facebook y mantenía correspondencia con miembros del Boogaloo en California, Arizona y Colorado.
“No se trataba de si actuaría, sino de cuándo lo haría”, argumentó Dickinson.
La abogada de Lynam, la Defensora Pública Federal Adjunta, Sylvia Irvin, cuestionó la validez del caso federal, que según ella depende en gran medida de la credibilidad del informante del FBI. Irvin argumentó que Lynam se limitaba a expresar sus opiniones sobre la Primera Enmienda.
Pero Dickinson respondió que el gobierno tiene “vastas grabaciones de audio y video” del supuesto complot para cometer violencia.
Irvin buscó el arresto domiciliario de Lynam, un reservista y médico del Ejército, señalando sus amplios lazos familiares y comunitarios.
Tanto su padre, Andrew Lynam Sr., como su madre, Arissa Lynam, presentaron cartas a Koppe pidiendo su liberación.
“Le escribo esta carta porque estoy muy preocupado por mi hijo y su seguridad en la cárcel”, escribió su padre, un veterano de la Guardia Costera de Estados Unidos. “Se preocupa por la gente, siempre lo ha hecho y tiene un buen corazón. Nunca lastimaría a nadie ni a nada intencionalmente”.
Arissa Lynam añadió: “Esta es obviamente una situación desgarradora para mí y nuestra familia. Ninguna madre quiere hablar con su hijo desde una celda de la cárcel”.
Dijo que su hijo, al crecer, era “extremadamente cerebral” y conocido por seguir las reglas.
“No sólo era sabio más allá de sus años, sino que su sistema de creencias era firme”, aseveró. “Siempre fue uno de los que hablaba y defendía lo que creía que era bueno”.
Pero Koppe se puso del lado del gobierno y ordenó que Lynam fuera detenido en el caso federal.